ᴘʟᴀᴄᴇ ɪɴ ᴍᴇ | ɪꜱᴀᴀᴄ ʟᴀʜᴇʏ

Prologo 🩸

Kelly:

Hoy es el gran día. 

Me voy de Mystic Falls, el lugar donde he pasado demasiado cosas que me hicieron correr lejos.

Empezando con mis hermanos mayores bajo el encanto de Elena Gilbert, la doppelgänger Petrova.

No quiero quedarme a ver como se pelean entre ellos por una chica, no otra vez. Tuve suficiente con Katherina, la cual nunca estuvo muerta por cierto.

El idiota de Damon lloro su muerte en vano, y Stefan por otro lado se busco una novia adolescente que era una fotocopia de ella.

No se cual de los dos esta peor.

Ayer fue la despedida con mis amigos, y los conocidos de mis hermanos, ya que solo considero amigos a Caroline y Tyler, los voy a extrañar demasiado.

Tomo mi maleta y mi cartera, a medida que bajo las escaleras el olor a café y tostadas se intensifica, mi estomago ruge en respuesta.

—¡Buenos días, familia! —exclamo en cuanto entro a la cocina.

Stefan Salvatore suelta una carcajada ante ello, se acerca y besa mi mejilla. Damon rueda los ojos y me indica que me siente.

—¿Emocionada por empezar en otra escuela por enésima vez, Kelly? —pregunta burlón—. Nuevos amores, amistades... tal vez víctimas inocentes o no tan inocentes.

Decido ignorar su último comentario.

—Sabes claramente esa respuesta, Damon —entrecierro los ojos—. Aunque no lo creas extrañare tu cara de culo todos los días.

—Claro que vas a extrañarme —sonríe de lado—. Soy el que te impulsa a hacer locuras, mientras que Stefan juega a ser el hermano responsable.

—Sigo aquí, hermano.

Suelto una carcajada, sin duda extrañare nuestra rara convivencia. Damon molesta a Stefan pero en el fondo se preocupa mucho por él, y también por mí. Somos familia después de todo, sabemos que pase lo que pase, siempre estaremos.

El desayuno fue agradable, con típicos comentarios sarcásticos de parte del mayor de los Salvatore. Sin duda extrañaré mucho a mis hermanos, aprovecho todos los minutos que tengo para pasar tiempo de calidad con ellos antes de irme.

—¿No irás a dejarme, Damon? —hago un puchero infantil.

—Quita esa cara de cachorro herido, no funciona conmigo —me da una leve sonrisa—. Hay ligeros problemas con el consejo del pueblo, y debo quedarme para solucionarlos, lo siento.

Extiende sus brazos y acepto su abrazo gustosa. Espero que todo este bien, el consejo se ha puesto pesado con el tema de los vampiros y lo que menos quiero es irme y que les ocurra algo.

Este último tiempo no hemos tenido la mejor relación de hermanos, ya que siempre quedo en medio de sus disputas con Stefan.

Damon no sabe a donde voy, por el hecho de que la última vez que le dije donde estábamos llego a Mystic Falls a causar caos. Más específico a cumplir con su promesa de miseria eterna.

—Prométeme que patearas el trasero a quien sea que intente dañarte, hermanita.

—Prometido.

Escucho la bocina del auto y ruedo los ojos. Corro hasta el vehículo y me subo en el asiento del copiloto, le hago señas con la mano al pelinegro mientras nos alejamos.

—No creí que dejar este lugar dolería como la mierda —pestañeo para alejar las lágrimas.

—Vocabulario, señorita.

Ruedo los ojos. Hablamos de trivialidades y en menos de un parpadeo estábamos en el aeropuerto esperando mi vuelo.

—Elena no es mala persona, pero en el fondo, inconscientemente —hablo con cuidado—. Está haciendo lo mismo que Katherine, solo un paso en falso para que tu y Damon se arranquen los ojos.

—Cuando la conocí, creí encontrar al amor de mi vida o algo así —suspira—. Tenemos algo en común, nuestro cariño hacia Damon.

—No peleen demasiado —hago una mueca al escuchar el llamado del vuelo—. Y no vuelvas a irte con un híbrido loco, perdería la cabeza si algo te pasa.

—Ten cuidado, si necesitas cualquier cosa sabes donde encontrarnos —me da un abrazo, besa mi frente—. Te quiero, pequeña.

—Y yo a ti —le doy una sonrisa—. Si me necesitan, me llaman.

Estoy a punto de mirar atrás para un último adiós, pero sé que no lo es por lo que simplemente sigo mi camino. Una vez en el avión me comienzo a quedar dormida.

Llego a California luego de un poco más de siete horas, ahora debo encontrar otro transporte para ir a Beacon Hills. Le envió un mensaje rápido a Stefan antes de conseguir un taxi.

Llegar a un lugar nuevo es como un deja vu de cuando llegamos a Mystic Falls, hace que pensamientos que creía enterrados vuelvan. Mi respiración se hace irregular luego de pasar el cartel de bienvenida.

En eso me llega un mensaje.

Stefan: Te envié la dirección de tu nueva casa, las llaves estarán debajo del tapete. También hay un auto en el estacionamiento.

Yo: Gracias, te quiero.

Me vuelve a sonar el celular, esta vez es mi otro hermano.

Damon: Roba bolsas de sangre del hospital. O sigue la dieta conejitos de Stefan.

Yo: Trataré de llevar una vida normal.

Damon: Sabes que eso no es del todo posible, solo no te arriesgues a que se enteren de los que eres.

Una vez fuera de la casa le pago al taxista y bajo mis maletas. Observo bien antes de agacharme y sacar las llaves para abrir la puerta. Es una casa amplia de dos pisos y esta amueblada. Decido subir a la que será mi habitación para desempacar.

El silencio es tan perturbador que me dan ganas de llorar, en la residencia Salvatore nunca había silencio, y mucho menos tranquilidad. Estoy a punto de explotar cuando suena el timbre, me sobresalto.

Maldigo internamente antes de bajar las escaleras para abrir la puerta. No soy del tipo de personas que adora las visitas o las charlas con vecinos.

Al abrir la puerta no encuentro a nadie, paso la vista por el lugar y no veo nada extraño. Agudizo mi audición y tampoco escucho algún ruido.

Decido dejar mi estúpida paranoia de lado y terminar lo que estaba haciendo. Luego de un par de horas mi estomago comienza a pedir comida, no tengo ganas de cocinar por lo que decido pedir algo.

Al terminar de comer salgo a botar la basura afuera, siento una mirada sobre mí cuando estoy por entrar a la cocina, miro hacia todos lados y no veo a nadie.

—Maldita sea —murmuro, cierro la puerta de golpe—. Algo extraño ocurre aquí.

Mi celular suena y reviso el mensaje.

Caroline: Ya estoy extrañando a mi mejor amiga. Ten cuidado con lo que haces, a veces el mínimo detalle nos puede delatar.

Yo: También te extraño, Care. Tendré cuidado, ustedes igual.

Yo: Cuida a Stefan por mi.

Mañana será un nuevo día, de seguro me daré cuenta que solo estoy paranoica por todo lo que ha pasado en mi vida.

Nada malo puede ocurrir aquí. Sé que existen los seres sobrenaturales ya que yo soy uno, pero escuche que aquí no hay nada de eso.

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Aquí esta el prologo de esta nueva historia con nuestro querido Isaac, espero que les guste. 

Aclaro que colocaré algunos acontecimientos ocurridos en The Vampire Diaries y The Originals debido a que Kelly será hermana de los Salvatore, pero la historia estará centrada en la trama de Teen Wolf.

Gracias por estar aquí y darle amor <3