ᴘʟᴀᴄᴇ ɪɴ ᴍᴇ | ɪꜱᴀᴀᴄ ʟᴀʜᴇʏ

Capítulo 8 🩸

Kelly:

Scott llega a mi casa de madrugada algo alterado y diciendo que a Stiles lo van a internar. No tuvo que decir más, en menos de diez minutos estábamos camino al lugar en su moto. Llegamos a la casa Eichen y nos encontramos con ellos afuera del portón, bajamos rápidamente de la moto. 

—¿Por qué no nos dijo? —cuestiona Scott.

—Porque queríamos evitar esto —responde Noah.

—Son solo 72 horas, chicos.

—Mírala, luce como la casa del horror, cariño —tomo la mano libre de Stiles—. No tiene que ser de este modo.

—De aquí venía Barrow, un tipo con un tumos lleno de moscas —recuerda Scott asqueado, mira al mayor—. Aún no sabe todo.

—Sé lo suficiente. Nogitsunes, kitsunes, oni o como quiera que se llamen.

—Vaya, para mi sorpresa, lo dijiste todo bien —lo felicita Stiles.

—Chicos, la resonancia magnética se veía igual a la de mi esposa. Y me aterra —admite Noah, trago saliva—. Me voy mañana a Los Ángeles a hablar con un especialista.

—Entonces, ¿por qué lo pone aquí? —insisto—. Puede quedarse conmigo, todos somos vampiros podemos protegernos y a él.

—No fue su decisión —confiesa Stiles—. Yo lo decidí.

—Stiles, no podemos ayudarte si te quedas aquí —alega Scott.

—Y así yo no los lastimo —me mira—. Siempre me proteges, ahora yo quiero protegerte a ti.

—Puedo hacerlo yo misma, no tienes que proteger a nadie —sujeto su mano con desesperación—. Realmente no me gusta este lugar, tiene malas vibras. Parece sacado de una película de terror.

—Deaton tiene algunas ideas. Argent está haciendo llamadas. Encontraremos algo, y si no podemos...

—Y si no pueden... —repite Stiles, se acerca—. Si no pueden, tienen que hacer algo por mí, ¿de acuerdo? Asegúrense de que nunca salga.

—No, me niego a creer que no haya solución. Voy a encontrar una maldita solución —mis ojos se cristalizan—. Lo prometo. 

—Yo también te quiero, colmillitos.

—Te sacaré de esta horrible situación —le aseguro—. Si algo pasa aquí dentro, avísame como sea y vendré.

—Lo sé —sonríe levemente—. Adiós, chicos.

Le doy un fuerte abrazo que dura más de un minuto, me niego a soltarlo porque tengo un muy mal presentimiento. Scott tiene que tomarme de la cintura para separarme de nuestro amigo. Me abraza contra él a medida que vemos a Stiles entrar al lugar.

—No me gusta este lugar —repito en susurros—. Scotty, no me gusta.

—Lo sé.

—Realmente no me gusta, podría hipnotizar a alguien para que me dejen entrar y estar con él...

—Debemos seguir buscando respuestas —me interrumpe—. No las encontrarás aquí.

—Y no lo puedo proteger estando lejos de él.

—Kelly, por favor —sujeta mi rostro—. Te necesitamos para salvarlo.

Suelto un sollozo lastimero mientras Scott acaricia mi cabello con lentitud. Me siento inútil dejando a Stiles aquí solo, pero me sentiría más inútil si no ayudara a encontrar una solución para su problema.

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Ahora estamos en la veterinaria de Deaton con Allison a nuestro lado. Camino de un lado a otro mientras el moreno habla con Chris al celular.