ᴘʟᴀᴄᴇ ɪɴ ᴍᴇ | ɪꜱᴀᴀᴄ ʟᴀʜᴇʏ

Capítulo 1 🩸

Kelly:

Siento que algo anda mal, no puedo ver nada, todo esta muy oscuro. Solo huelo sangre. ¿Qué pasó? ¿Lastimé a alguien? Camino a pesar de no ver nada, siento algo tibio y líquido a medida que camino, ando sin zapatos.

—Hola, hermanita.

Las luces se prenden de golpe, tapo mis ojos para evitar el cambio repentino. Cuando logro enfocar bien siento como mi mundo deja de girar.

—¿Qué es esto, Damon?

Cuerpos tendidos en el suelo, en las mesas y en la barra del local como si fueran simples papeles tirados. Varios desangrados y otros apenas respiran.

—Es lo que hacemos, Kelly —responde, veo las venas marcadas bajo sus ojos—. Es lo que somos, asesinos a sangre fría.

Miro mis manos ensangrentadas, volteo para contemplar mi reflejo en un espejo. Las venas amoratadas bajo mis ojos rojos no desaparecen, la barbilla con sangre al igual que mis labios. ¿Qué hice?

—No, esto no puede ser verdad —niego desesperada—. Terminamos con esto, dijiste que no lo haríamos otra vez.

—Siempre volvemos a matar, esta en nuestra naturaleza.

Cierro los ojos con fuerza al ver a una mujer embarazada muerta, mi hermano acaba de quitarle las últimas gotas de sangre. Hicimos un acuerdo, cada uno seguiría con su vida sin molestar al otro, iba a dejar de obligarme a matar.

—Despierta, Kelly —veo a Stefan a los lejos—. Es solo una pesadilla. Estás soñando otra vez.

¿Qué? ¿Otra pesadilla? Niego con la cabeza, esto se ve muy real. O es real o Damon realmente dejo una marca fea en mi consciencia. Las pesadillas pararon hace tiempo, no puede ser una.

—Los mate —trago saliva—. Los mate a todos. Soy un monstruo, soy una asesina.

—Eres más parecida a mi de lo que admites —habla Damon—. Somos los chicos malos y no nos importa.

—Eres mejor que esto  —señala Stefan—. Solo abre los ojos.

Miro a ambos vampiros, es como si uno hiciera de ángel bueno y otro de ángel malo. Damon grita para que me alimente de los moribundos mientras Stefan me insiste en que despierte. Como siempre, el rubio termina ganando.

Mi garganta duele debido a mi grito, jadeo en busca de aire e intento separarme de quien sea que me sujeta pero no lo logro. Reparo en mi ambiente, estoy en mi cuarto. Miro la cama, esta desordenada y yo estoy vestida para la escuela, debí dormirme un par de minutos luego de ducharme.

—Shhh... —Damon susurra en mi oído, tiemblo ante eso—. Estabas soñando, era otra pesadilla.

Sí, otra pesadilla causa por las cosas que él mismo me hizo vivir. Frunzo el ceño ya que las he tenido con más frecuencia y siempre es la misma. Tal vez en mi subconsciente diciéndome que si soy igual a Damon en muchas cosas aunque no quiera admitirlo.

—¿Me contarás de que se tratan? —pregunta algo preocupado—. Hace mucho que no las tenías.

—Nada importante, no te preocupes —me las arreglo para sonreír—. Estoy bien

Alguien toca la puerta e ingresa sin esperar respuesta. Isaac y Scott están parados allí mirándome con preocupación. ¿Qué hace Scott en mi casa? ¿Por qué Isaac se preocupa por mi ahora?

—Te dejo con tu extraño triangulo amoroso —Damon se acerca a la puerta luego de besar mi cabeza—.  Adiós, lobos.

—Hola —saludo con una leve sonrisa—. ¿Qué hacen ambos en mi puerta?