ᴘʟᴀᴄᴇ ɪɴ ᴍᴇ | ɪꜱᴀᴀᴄ ʟᴀʜᴇʏ

Capítulo 1 🩸

Kelly:

Días antes, México

El sol nos pega de lleno brindándonos calor, ambos llevamos gafas negras y nuestras chaquetas de cuero. Un short corto se adhiere a mis piernas, y claramente acompaño el outfit con mis infaltables tacones. 

Estamos a las afueras de un bar concurrido por un grupo de cazadores de los Calaveras, según dicen ellos son los que capturaron a Derek y yo lo quiero de vuelta, a cualquier precio.

Damon voltea a verme y señala la lata en mi mano.

—¿Disfrutas tu soda?

—Sabes que disfrutaría más beber sangre de la vena —señalo un punto—. Esa pelirroja de allí se ve sabrosa.

—Ya tendremos tiempo de eso —declara Damon—. Ahora a lo que vinimos.

—¿Qué haremos si no lo tienen?

—Nos vamos y dejamos que el intento de manada de Scott se encargue. Tu presencia les nublaría el juicio, harían preguntas y perderían el foco.

—Tienes razón —asiento con la cabeza—. Empecemos con esto.

Entramos al bar pateando la puerta principal ganándonos las miradas de todos, mi hermano sonríe con arrogancia cuando un cazador saca su arma. Me acerco a la barra apoyando mis codos en esta y pido un shot de tequila.

—¿Quién diablos son ustedes?

—Mi hermana quiere tequila y yo un Bourbon —exige Damon, saca dinero—. Ahora.

El vampiro se acerca rápidamente para quitarle el arma a dos cazadores y los deja inconsciente. El barman traga saliva nervioso antes de servirnos las bebidas, me siento en el taburete y me deshago de mi chaqueta.

—El clima aquí es horrible —comento relajada—. El calor nos está matando.

—No hables estupideces, hermanita —ríe Damon sentándose a mi lado—. Ya estamos muertos. De hecho tu moriste dos veces, y las dos veces por una espada.

—No eres divertido, hermano.

—Muchas chicas piensan lo contrario —bebe un sorbo de alcohol—. Basta de charla, a lo que vinimos.

—¿Dónde encontramos a los Calaveras?

El silencio reina ante mi pregunta, bebo el tequila golpeado para luego sujetar a un tipo del cuello y estamparlo contra la pared. Ni siquiera muestro mi rostro de vampiresa y ya esta temblando de miedo.

—Les informo que la paciencia no es una de sus virtudes —señala Damon—. Es mejor que le respondan.

Tomo un cuchillo cercano para cortar los dedos del sujeto, grita de dolor mientras mira con horror la falta de dedos en su mano. Uno de ellos se atreve a hablar revelando una dirección, ahí encontraremos a más cazadores de los Calaveras.

—Damon, puedes divertirte ahora —lamo mis labios—. Tenemos algo de tiempo libre.

Mi hermano sonríe revelando sus colmillos antes de saltar a la yugular de un sujeto, miro con uñas con desinterés mientras se arma el caos a mi alrededor. Luego de unos minutos me uno a la acción para terminar con la vida de estos cazadores dejando solamente al barman con vida.

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Cuando llegamos a la dirección indicada nos encontramos a un adolescente practicando tiro afuera, decidimos tomarlo como rehén para que nos escuchen. Tomo un puñado de piedras para luego lanzarlas a la ventana principal y anunciar nuestra llegada.