Isaac:
Desde que llego Kelly se ha robado mi atención, es algo inevitable, es una chica increíble ante mis ojos. En estos meses la he observado que ya creo saber todo de ella.
Nunca se quita el anillo que le regalaron sus hermanos o el collar de media luna que le regalo su mejor amigo. La vena que se marca en su frente cuando se ríe de verdad, como se iluminan sus ojos al hablar de su hermano Stefan, del otro no habla, ni siquiera sé su nombre.
Esta sola la mayor parte del tiempo, si no esta conmigo está el chico Stiles, según ella es algo irritante porque habla demasiado, pero le ha tomado cierto cariño. También he notado que siempre anda con una botella de jugo y no deja que nadie se le acerque.
Me sentía tan solo y perdido hasta que la conocí, es como mi luz en medio de la oscuridad.
No sé porque razón lo hace, pero siempre se queda a verme en las practicas. El entrenador le insiste todos los días, sin embargo ella no cambia de opinión, es testaruda y firme en sus decisiones.
Como la vez que me invito al baile y yo no quería ir porque no creí que la pasaría bien, insistió hasta que la consiguió y fuimos al baile juntos, fue perfecto hasta que se tuvo ir cuando atacaron a Lydia Martin.
Sentí que me iba a desmayar cuando pregunto por los moretones, le mentí diciendo que era algo torpe, también culpe al lacrosse. Pude ver en sus ojos que no creyó ni una sola palabra, pero lo dejo pasar. Siempre la veo con una especie de diario personal, a veces lo usa mientras estamos juntos.
Mentiría si dijera que no me mata la curiosidad por saber que apunta cuando esta conmigo, siempre me dedicas miradas fugaces mientras lo hace.
—Puedo ayudarte con química —sugiere, salgo de mi trance—. En tu casa o en la mía, tu solo debes decirme que día.
—Tal vez hoy, en mi casa —respondo distraído—. Sabes que no tienes que hacerlo.
—Pero quiero hacerlo, ricitos de oro —me da una de sus características sonrisa, su celular suena y hace una mueca—. Te veo luego en tu casa, debo irme.
Parte de mi quiere decirle que estoy cambiando, que no seré el Isaac que conoció hace meses. La mordida de Derek me hará un hombre lobo como él, pero no quiero perderla.
¿Quién en su sano juicio se queda con un licántropo?
La veo caminar entre las demás personas de la escuela, su ceño fruncido mientras habla por celular, no logró escuchar lo que dice. Solo una voz masculina con acento elegante que habla sobre problemas con un tal Klaus, que resulta ser hermano del hombre que la llama.
△ ▼ △ ▼
Decido saltarme el entrenamiento e ir a casa a ordenar mis cosas, mi habitación es un asco. Para mi sorpresa mi padre no me ha reclamado nada, aunque no sabe que viene ella a estudiar.
El moretón en mi ojo es su reacción ante la noticia, no le agrada que traiga personas a casa.
Cuando escucho el timbre me siento en la escalera para oír mejor.—¿Quién eres? —pregunta mi padre.
—Kelly, amiga de su hijo —responde seca, al parecer no le agrada el sujeto—. Vengo a verlo.
—Esta indispuesto.
—Con mayor razón me gustaría verlo, a no ser que los rumores sobre ti sean verdad —me sorprendo cuando lo tutea—. Escucho muchas cosas, y del entrenador Lahey solo he oído malas.
—Pasa, debe estar en su habitación haciendo nada como siempre.
—Gracias por invitarme a entrar a su casa —frunzo el ceño ante su extraña respuesta—. Prometo no molestar.
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ᴘʟᴀᴄᴇ ɪɴ ᴍᴇ | ɪꜱᴀᴀᴄ ʟᴀʜᴇʏ
FanfictionKelly Salvatore llega a Beacon Hills para comenzar una nueva vida, lejos de sus hermanos y el drama que los envuelve. En parte escapa de su hermano mayor, Damon Salvatore. Lo que ella no imaginaba era encontrar amigos y un amor que le enseñarán a p...