Capítulo 9 🩸

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Kelly:

Odio a Scott McCall por hacer que me levante en medio de la noche para venir a la veterinaria de Deaton. Cuando escucho la puerta abrirse voy a la recepción. 

—¿Qué esta haciendo él aquí? —pregunta cuando ve al rubio.

—Lo necesito —responde Derek.

—No confío en el —argumenta Scott.

—Él tampoco confía en ti —alega Isaac.

—A Derek realmente no le importa —dice este.

—Y Kelly solo quiere volver a dormir por lo que dejan de pelear o les romperá el cuello a cada uno —amenazo luego de soltar un bostezo, los tres me miran asustados—. Gracias, me aburre su masculinidad tóxica.

La mirada de los tres licántropos recae sobre mi cuerpo, luego del hospital fui a casa a cambiarme de ropa. Llevo unos shorts que dejan ver mis piernas junto a una camiseta que le robe a Stiles la otra vez.

—¿Van a seguir admirando mi belleza o qué? —me cruzo de brazos—. ¿Quieren un beso?

Derek carraspea antes de desviar la mirada, Scott silba distraído mirando sus manos e Isaac no despega sus ojos azules de mi, sus mejillas tienen un leve tono rojizo pero aún así no deja de mirarme.

—Como sea —espeta el Alfa interrumpiendo nuestro juego de miradas—. ¿Dónde está el veterinario? ¿Va a ayudarnos o no?

—Depende —dice Deaton—. Tu amigo, Jackson. ¿Estamos planeando matarlo o salvarlo?

—Salvarlo —responde Scott.

—Matarlo —anuncia el pelinegro.

—Aunque no me agrade y sea un grano en el culo, creo que no somos nadie para quitarle su miserable vida —suelto un suspiro—. Así que queremos salvarlo, o al menos intentarlo.

—Lo que ella dice —habla Isaac masticando chicle—. ¿Quieres uno?

Acepto el chicle y lo llevo a mi boca mientras el veterinario nos guía a su sala de trabajo. Me quedo al lado de Deaton por lo que estoy frente a los tres licántropos, creo que nunca en mi vida había estado frente a tantos lobos, pues los que conozco suelen tener veneno letal que solo se cura con la sangre del híbrido.

Isaac hace el intento de tomar uno de los frascos que el moreno deja encima de la mesa, pero Derek le da un manotazo.

—Cuidado con lo que tocas.

—¿Qué eres? —Isaac apoya sus codos en la mesa y sus músculos se marcan—. ¿Una especie de brujo?

—No, soy veterinario.

—Ustedes tres son perros y vienen aquí por ayuda, tiene lógica —comento divertida, me miran mal—. Oh, vamos, acepten de una vez que no dejare de relacionarlos con perros rabiosos.

—Por desgracia no veo nada aquí que sea una protección efectiva contra una toxina paralizante.

—Estamos abiertos a sugerencias —suspira Derek.

—¿Qué tal una ofensiva efectiva? —interviene Isaac.

—Ya probamos con eso —le responde el Alfa—. Casi le arranco la cabeza. Y Argent vació el cargador entero, esa criatura se recupera.

—Se llama Jackson, no criatura —ruedo los ojos—. No me agrada, pero sigue siendo una persona.

—¿Captaron alguna debilidad?

—Una, no sabe nadar.

—¿Eso también se aplica a Jackson? —pregunta Deaton.

—No, es el capitán del equipo de natación... —dejo la frase a medias—. El que lo controla —exclamo luego de atar cabos—. Tal vez él le tiene miedo al agua

ᴘʟᴀᴄᴇ ɪɴ ᴍᴇ | ɪꜱᴀᴀᴄ ʟᴀʜᴇʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora