ᴘʟᴀᴄᴇ ɪɴ ᴍᴇ | ɪꜱᴀᴀᴄ ʟᴀʜᴇʏ

Extra: Family Line

"ɪ ᴄᴀɴ ʀᴜɴ, ʙᴜᴛ ɪ ᴄᴀɴ'ᴛ ʜɪᴅᴇ
ꜰʀᴏᴍ ᴍʏ ꜰᴀᴍɪʟʏ ʟɪɴᴇ"

Narrador omnisciente:

Giuseppe Salvatore no era el mejor padre ni marido del mundo y todos lo sabían. Se casó con una mujer llamada Lilian con la cual tuvo tres hijos, Damon, Stefan y Kelsey.

Los hermanos recuerdan la vez que castigó a Damon quemándolo con un cigarro por supuestamente haberle robado dinero, su madre vio todo sin hacer nada. Un pequeño Stefan abrazaba a Kelsey mientras sollozaba debido a las quejas de dolor de su hermano mayor. El dinero lo había robado Lily, pero ninguno lo sabía y un Damon de doce años prefirió tomar la culpa para que sus hermanos no sufrieran un castigo.

En 1858 Lily se enfermó de tuberculosis, a la edad de nueve años Kelsey tuvo que asistir al funeral de su madre junto a sus hermanos mayores. Giuseppe quedó solo para criar a sus hijos, lo cual no fue para nada bueno pues tenía sus favoritos.

Nunca estaba de acuerdo con Damon, siempre lo juzgaba. Pero era diferente con Stefan y Kelsey, pues el primero era obediente y estudioso mientras la chica era considerada un ángel e inteligente, pasaba horas con ella enseñándole latín e italiano.

Los hijos menores eran sus favoritos, ese fue uno de los factores que contribuyeron al resentimiento que Damon le tuvo a sus hermanos.

La buena relación entre padre e hijos se fue por la borda con la llegada de Katherine Pierce, una vampiresa que de algún modo enamoró a ambos chicos Salvatore y se hizo amiga de Kelsey. Para ese entonces se fundó un ayuntamiento que tenía la misión la de eliminar a los vampiros del pueblo.

Lograron atrapar a todos los vampiros, incluida a Katherine, pero los chicos Salvatore intentaron liberarla ya que estaban enamorados de ella. Giuseppe los descubrió y no dudo en matar a sus hijos, todo esto delante de Kelsey quien sintió su vida derrumbarse al ver caer los cuerpos de sus hermanos.

Ella tenía tan solo 15 años cuando vio al dulce Stefan convertirse en un monstruo chupasangre al matar accidentalmente a su padre, horas después la llevo con Damon, el cual también se convertiría en vampiro más tarde. 

Logró vivir con Stefan sin salir lastimada hasta los 17 años. En su cumpleaños mientras se preparaba para salir fue visitada por su hermano mayor Damon, a quien no veía hace años.

Kelsey casi saltaba de felicidad al verlo después de tanto tiempo, pero sus ojos azules solo la miraban con frialdad como si no significara nada para él.

—Viniste para mi cumpleaños —la pelinegra salta a sus brazos—. Te extrañé demasiado, Damon.

Mientras ella lo abraza con cariño y anhelo, el rodaba lo ojos con aburrimiento y se separaba bruscamente de ella. Había logrado noquear a Stefan en el primer piso, lo que le daba libre acceso a su hermana humana.

¿Por qué ella puede estar llena de vida, alegría e inocencia mientra él se pudría en la misera? Esa pregunta no dejaba de dar vueltas en la cabeza de Damon.

—¿Estás bien? —cuestiona ella preocupada—. Me estás asustando.

—Y deberías tener miedo, no soy tu hermano —se acerca a ella peligrosamente—. Soy un monstruo, Stefan me hizo un monstruo al darme sangre humana.

—Damon... —el cuerpo de Kelsey era una completa gelatina, pues estaba acorralada entre la pared y el cuerpo de su hermano—. ¿Qué estás haciendo? Soy yo, tu hermanita.

—¿Por qué tú puedes tener una vida? ¿Por qué? ¿Lo mereces más que yo?

—No pedí nada de esto, nunca quise que ustedes fueran vampiros —ella intenta contener las lágrimas—. Te quiero y siento mucho lo aue haz pasado...