ᴘʟᴀᴄᴇ ɪɴ ᴍᴇ | ɪꜱᴀᴀᴄ ʟᴀʜᴇʏ

Capítulo 3 🩸

Kelly:

Al día siguiente nada se pone mejor, de hecho Scott nota que hay otro hombre lobo, pudo sentir su olor en el vestuario. Yo me quede callada, no voy a delatar a Isaac.

Paso por mi casillero para buscar el libro de literatura. Frunzo el ceño al leer una nota junto a unos chocolates, no sé quien demonios es M ya que no creo conocer a alguien con esa inicial. Mientras camino por los pasillos me llega un mensaje de texto.

Stiles: Si puedes venir al entrenamiento luego para ayudarnos a descubrir a quien mordió Derek, sería genial.

Yo: Los veré allí.

Stiles: ¡Eres increíble, colmillitos!

Evito soltar una carcajada ante su apodo mientras ingreso al aula. Cuando levanto la vista me doy cuenta que solo queda un asiento vacío al lado de Isaac, ni siquiera me mira cuando llego a su lado.

—¿Ahora no me hablas? Eso es nuevo —susurro mientras abro mi libro, silencio de su parte—. Tu Alfa te dijo que te alejarás de mí —asumo, me mira sorprendido—. Es mejor así, volver a ser extraños.

—Esto es más peligroso de lo que piensas, Kelly.

—¿Esa va a ser tu respuesta? —cuestiono molesta—. Dijiste que hablaríamos.

—Eso fue ayer, las cosas han cambiado —rasca su nuca—. Yo estoy cambiando, y no quiero que esto te afecte de algún modo —hace una breve pausa—. Derek dice que es mejor...

—No quiero oír más excusas, he oído demasiadas a lo largo de mi vida —tomo mis cosas para salir de allí—. Tengo que hacer una llamada importante, debo irme.

Sin esperar respuesta de la maestra salgo de allí, corro por los pasillos hasta llegar al estacionamiento. Me subo al auto que me regalo Elijah y decido marcar su número.

—Fiore, que linda sorpresa —contesta al segundo tono—. ¿Cómo van las cosas por Beacon Hills? ¿Cómo te has sentido?

—¿Si te digo que no lo sé estaría mal?

—No saber cosas esta totalmente bien, ¿peleas con Damon otra vez? —cuestiona con algo de molestia—. Le dije que no te volviera a hacer sufrir o lo haría pagar.

—Damon esta en Mystic Falls viviendo su vida, y lo agradezco —suelto un suspiro—. ¿Recuerdas que te hable sobre un chico?

—El joven Isaac.

Evito soltar una risa ante el tono de voz y las palabras que utiliza el vampiro original, es como si se hubiera quedado en el siglo pasado. Fue una de las cosas que más me llamo la atención de él cuando lo conocí.

—Es un licántropo ahora, y no me habla porque parece que su Alfa se lo pidió —evito hacer una mueca—. Creí que estaba conectando con alguien... ¿es extraño que hable de esto contigo?

—Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, estoy aquí para escucharte.

—Siento que algo esta mal conmigo, Elijah. Cada vez que encuentro algo de felicidad me la arrebatan de algún modo —lamo mis labios—. Tal vez Damon tenía razón y nunca seré feliz, es la maldición por ser vampiro.

—La única maldición de ser vampiro es ser inmortal y ver a todos los demás llenos de vida —hace una pausa—. No creas que no mereces feliz, porque eres una de las personas que más lo merece. Después de todo el infierno que has pasado, debes darte una oportunidad y dejar de pensar tanto.

—¿Crees que pienso demasiado las cosas? —obviamente se la respuesta a eso.

—He llegado a la conclusión de que quieres intentar no herir a los demás con tus decisiones, y que con los años te fuiste dejando de lado para buscar la felicidad de otros.