ᴘʟᴀᴄᴇ ɪɴ ᴍᴇ | ɪꜱᴀᴀᴄ ʟᴀʜᴇʏ

Capítulo 1 🩸

Kelly:

Rebusco entre las cosas de mi bolso el diario que me regalo Stefan, saco un bolígrafo para comenzar a escribir.

Observo el paisaje, el cementerio esta desolado ya que aún es muy temprano para que tenga visitas, yo ingrese de todos modos.

¿Quién tuvo la brillante idea de que fuera en medio del bosque?

Puede ser raro que venga aquí para escribir por primera vez en el nuevo diario, pero lo tomo como un nuevo comienzo. Pues la primera parte donde se apareció Damon luego de mucho tiempo fue en el cementerio de Mystic Falls.

Camino por el cementerio buscando a mi hermanito Stefan, según él quiere hablar con la chica idéntica a Katherine. Yo simplemente lo sigo donde vaya, no es como que tenga otra cosa que hacer.

Un cuervo grazna con fuerza haciéndome sobresaltar y se posa en la rama de un árbol frente a mí, mi respiración se estanca en mi garganta. Parpadeo varia veces antes de darme cuenta que si es real.

Luego de unos minutos aparece en su forma humana, cabello negro como el mío y su típica chaqueta de cuero. La maldita sonrisa ladeada no se borra de su rostro, sabe lo que provoca en mi.

—Cuanto tiempo, pequeña hermanita —habla con maldad—. ¿No me extrañaste?

—¿Por qué estás aquí?

—Oh, ya sabes —se encoje de hombros—. Quiero pasar tiempo con mis hermanos menores, les prometí una eternidad de miseria y quiero retomar mi promesa.

—¿No crees que la has hecho sufrir bastante? —alega Stefan poniéndome detrás de él, me refugio detrás de su espalda como niña pequeña—. Si quieres desquitarte con alguien, aquí estoy, pero deja en paz a Kelly.

—No creo que eso sea posible, hermano. Le prometí una eternidad de miseria en cuanto la convertí en vampiresa —me mira de pies a cabeza—. Si sigue aferrada a tu brazo es porque yo le di mi sangre antes de matarla, porque tu hubieras sido cobarde y hubiera muerto de vejez hace años.

—Nunca quise ser vampiro —susurro—. Tú me arruinaste la vida, no la mejoraste.

—¡Era injusto que tu pudieras tener la opción de tener una vida humana mientras yo me pudría en la eternidad!

—Eres el mismo egoísta de siempre —sollozo—. ¿Qué te he hecho? Me has arrebatado años de felicidad.

—Y no va a terminar pronto —sonríe de lado—. Nos vemos en la residencia más tarde, saluden al tío Zack.

En cuanto desaparece, el rubio me envuelve en sus brazos. Lágrimas caen por mis mejillas, mientras me aferro a su cuerpo.

—Es un monstruo, Stefan. Lo odio.

—Estaremos bien —acaricia mi cabello con delicadeza—. No dejaré que te lastime.

Sacudo mi cabeza para alejar esos malos recuerdos de mi mente, así como ese tengo miles en donde Damon me recuerda su odio eterno por haber tenido la oportunidad de vivir como humana.

Fue difícil separarme de Stefan luego de estar tantos meses cerca, tiempo en el cual se encargo de curar todas mis grietas.