ᴘʟᴀᴄᴇ ɪɴ ᴍᴇ | ɪꜱᴀᴀᴄ ʟᴀʜᴇʏ

Capítulo 5 🩸

Kelly:

Estoy dando vueltas en mi habitación con los nervios a flor de piel, Isaac salió a encontrarse con Scott hace horas y no ha vuelto. Mis hermanos no me dejan salir a buscarlos argumentando que pareceré una loca acosadora por querer saber a donde van.

La puerta de mi habitación se abre y freno mi caminata alterada, los ojos de Isaac y Scott me dejan claro que ocurrió algo malo. Y sus ropas sucias, rotas y ensangrentadas me preocupan el triple.

—Conozco esa expresión —trago saliva—. ¿Quién esta muerto?

Isaac comparte una mirada con Scott, ninguno se atreve a hablar. Alzo una ceja pues ya me estoy impacientando.

—Derek —murmura Scott—. Derek está muerto.

No sabía lo mucho que me preocupaba por él hasta ahora, siento un vacío en el pecho como el que experimenté cuando me enteré de la muerte de Kol. Cierro los ojos con fuerza sintiendo una sola lágrima correr por mi mejilla.

—Quítate la camiseta y siéntate en la cama —le indico a Scott, miro a Isaac—. Tu igual, iré por alcohol y les traeré algo de beber.

—Kelly, no tienes que...

—No me obligues a quitarte la camiseta, Scott McCall —lo interrumpo—. Vuelvo enseguida.

Salgo corriendo de la habitación, entro a la habitación de Stefan quien saliendo de la ducha, no le digo nada, entro a su armario para sacar ropa. Voy hasta la cocina por algo de beber, una vez que me doy cuenta que estoy sola dejo que las lágrimas caigan por mis mejillas.

Luego llorar menos de cinco minutos, me lavo la cara con agua fría y vuelvo con los chicos fingiendo que todo esta bien. Llevo una bandeja con dos tazas de café y la ropa colgada de mis brazos.

Scott se va a la pieza de mi novio para darse una ducha y luego descansar, Isaac tiene la mirada pérdida mientras me habla sobre la pelea con los Alfas en la cual Derek cayó de varios pisos.

—Vamos a darte una ducha.

Apenas entramos al baño abro la llave para que salga el agua, se quita la ropa y se mete a la tina como si estuviera en modo automático. Coloco shampoo en mi mano para comenzar a masajear su cuero cabelludo. Cuando saco los restos de shampoo tomo una esponja para limpiar su cuerpo.

—Te quiero —suelta de la nada, trago saliva—. Te quiero tanto que me asusta.

Su rostro voltea levemente para mirarme directo a los ojos, sus pupilas están dilatadas y puedo ver sinceridad en estos. Pestañea lentamente esperando alguna reacción o respuesta de mi parte.

—Yo también te quiero —le sonrío—. Te quiero, Isaac Lahey.

Acerco mis labios a su frente dejando un beso en ella, el labial queda marcado en su piel y suelto una leve risa antes de quitárselo. Cierra los ojos cuando comienzo a quitar el jabón de su cuerpo, es la primera vez que lo ayudo a tomar un baño y se ve tan vulnerable. Sin duda este es un gran acto de confianza y amor por parte de ambos.

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Despierto de golpe cuando escucho el silbato del entrenador, casi no he descansado por lo cual se me hace fácil dormirme en cualquier lado. Miro hacia todos lados recordando que estamos en el bus escolar camino a una reunión.

—¿Estás bien, bonita?

Volteo la cabeza para encontrarme a Isaac mirándome con preocupación.

—Solo tengo un poco de sueño.