Al despertar siempre evito la imagen del espejo, es la que más me desagrada de todo el día, me duché y me arreglé para la escuela y entonces sí me permito verme por primera vez en el día, "aun sigo gordo, tengo que esforzarme más"
Por la mañana siempre me permito un desayuno ligero, 10 almendras, la clara de un huevo y medio vaso de leche light en realidad es más agua que leche, no miento comí con desesperación, tenía demasiada hambre, pero no volvería a sabotearme a mí mismo, así que estoy siendo más estricto esta vez.
Terminé de acicalarme, lavarme los dientes y arreglar mi mochila para cuando mi mamá grite:
-¡Cariño llegó Tae!
Y después de su audible anuncio pueda salir corriendo y subirme al coche de mi amigo.
-Hey Jimin, dormiste bien, tienes cara de pocos amigos el día de hoy!
-Si Tae es solo que me preocupa la audición para el sólo de baile.
-Tranquilo lo tienes bajo la manga, eres el mejor bailarín de la escuela.
-Lo sé, pero desde que Jackson y Taemin entraron al equipo, he tenido que esforzarme más, y estoy seguro que ellos también audicionarán por el.
En pocos minutos llegamos a la escuela, Tae es un excelente conductor y desde que sus papás le compraron su auto pasa por mi para llegar juntos a la escuela.
Llegar a la escuela siempre me sube los ánimos, Tae y yo hacemos voltear a todo mundo cuando llegamos a la escuela, no me importa si nos voltean a ver por admiración, miedo, envidia o por rumores, me gusta sentir ese tipo de atención, pero justo el día de hoy la atención estaba centrada en un tumulto en él pasillo, Tae y yo nos volteamos a ver con confusión, nos acercamos a ver qué era lo que estaba pasando.
Había dos chicos tirados en el suelo uno sobre otro, y el de arriba propinado una golpiza al de abajo, cosa que no era para nada de mi interés, continúe por el pasillo a mi casillero y tomé los libros para las clases de la mañana.
-¿Escuchaste? Es el chico que transfirieron de Busan, dicen que lo corrieron de la otra escuela por lo mismo.
-No me importa que sea un chico problema, está hermoso.
Cuchicheaban al lado de mí dos chicas embobados en aquella escena, ignoré lo que decían y seguí mi camino, como era de esperarse soy el mejor estudiante de mi clase, y estoy muy orgulloso de aquello, mis notas siempre han sido las más altas, al contrario de Tae que él creía que con calentar el asiento era suficiente.
Sonó la chicharra anunciando el comienzo de clases, se fue despejando el pasillo de la pelea y se había quedado de pie aquel chico revoltoso, la camisa fuera del pantalón, los cabellos alborotados, y unos cuantos cabellos pegados en su frente, por el sudor, y un labio roto.
"Ni tan buen peleador en donde se dejó partir el labio", Tae y yo nos dirigimos al salón y nos sentamos en nuestro lugar de siempre, encontrando lo mismo de todos los días, detallitos y obsequios de parte de nuestras compañeras que parecían más nuestras admiradoras, como si fuéramos estrellas de rock o algo parecido.
Llegó el maestro y comenzó a pasar asistencia, fue interrumpido por la llegada de un estudiante, era él, el mal peleador, pude barrerlo de pies a cabeza, era alto, delgado, hombros anchos, manos grandes, y si, podría decirse que guapo, cruzamos miradas por un microsegundo y la aparté inmediatamente fingiendo decirle algo a Tae.
El chico entró después de presentarse y se acomodó hasta el fondo del aula, en donde van los flojos y perdedores, aquellos que difícilmente resaltarán en la vida y lograrán algo memorable.
En el altavoz se escuchó a la prefecta con su voz rasposa propia de su edad.
-Park Jimin, Jeon Jungkook, favor de presentarse en la oficina del director.
-Park Jimin, Jeon Jungkook, favor de presentarse en la oficina del director.
El chico del fondo del salón se levantó de su lugar y fue el primero en salir, Tae por otra parte me empujaba para que me pusiera de pie y me dirigiera a donde me habían llamado.
-Pero yo ¿por qué?, yo no he hecho nada.
-Vamos Jimin tienes que ir.
Después de repelar, por unos segundos más, me levanté y seguí el camino de aquel chico.
Cuando llegué a la oficina del director se escuchaba una discusión dentro, me quedé dudoso tras la puerta, la secretaria me hizo el ademán con las manos para que entrara, por lo que toqué un par de veces antes de entrar, abrí la puerta lentamente, la verdad es que pocas veces había visitado aquel lugar, pero esta vez se sentía diferente, al abrir la puerta estaba aquel chico "Jeon" sentado en uno de los sillones frente al escritorio del director, desviando la mirada con el ceño fruncido y la quijada apretada era evidente que estaba furioso "seguro lo engañaron por peleonero" me regodee en mis adentros, pero "¿entonces por qué estoy yo aquí?"
-Jimin pasa, siéntate por favor.
Entré después de cerrar la puerta y tomé asiento, el director suspiró fuerte y después de exhalar el aire, comenzó:
-Jimin, te presento a Jeon Jungkook, fue transferido de Busan.
Le dediqué una breve mirada, él seguía con la mirada desviada mostrando desinterés.
-Jungkook, él es Park Jimin, es el mejor estudiante de su grado, además es el mejor bailarín del taller de danza.
Su breve descripción me hizo erguirme un poco más y sacar el pecho orgulloso, pero el chico ni se inmutó.
-Jimin, te pediré un favor especial, podrías apoyar al joven Jeon para regularizarse, evidentemente tiene un retraso escolar, y no puede seguir así o perderá el año.
-Pero yo… yo… no… yo lo ayudaré con gusto.
-Gracias Jimin, sabía que podía contar contigo, mi sobrino y yo estaremos en deuda, Oh! Eso no deberías saberlo, pero confío en tu discreción Park, puedes retirarte.
Después de una reverencia salí de la oficina, y me dirigí a mi clase correspondiente, "maldita sea, por si fuera poco ahora tendría que ser niñera de un bueno para nada", llegué al salón y me desplomé sobre mi asiento.
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Triste Trastorno
FanfictionNo todo es lo que parece, lo que vemos fuera de nuestras casas son fachadas, mascaras que construimos para presentarnos ante los demás, a pocas personas les damos acceso a nuestro verdadero yo, y la persona que se queda aún conociendo lo más crudo y...