Jungkook y yo fuimos a mi cuarto, cada paso que daba me sentía mas nervioso, no es que le fuera a decir a Kookie de "la pulsera del sexo" como le habia puesto Tae, pero aun así no lo podía sacar de mi mente, entramos a mi habitación y solo encendi la decoración de Jungkook dejando en una iluminación tenue en todo mi cuarto.
Él caminó hasta llegar al ventanal y observó la luna, me acerqué a él y me recibió en sus brazos, me encantaba sentirlo cerca, me hacía sentir seguro y protegido.
-¿Cómo estás gatito?, te extrañé mucho.
-Bien Jungkookie, ha sido un poco abrumador, pero se ha sentido bien, mucho mejor que estar en el hospital.
-Mi tía me contó, ¿Porqué no me dijiste nada?
-Ella me dijo que no te dijera, que te molestarias con ella por entrometida, y ha sido tan linda conmigo que no quise delatarla.
-¿De qué es de lo que querías hablar?
Inmediatamente se tensó mi cuerpo, tendría que tocar el tema y realmente me daba pena por el preludio de la misma pulsera, sabía que el regalo no había llegado a mis manos por parte de mi novio, por todo lo que pasó ese día y volver a recordarlo me hacía sentir nervios.
-Podemos hablar después, no creo poder decir...
-Anda gatito, no hay mentiras entre nosotros, ya no más.
-Pues es sobre la pulsera del sexo.
¡Maldita sea! ¿lo dije o lo pensé?
-Quise decir la cajita del sexo...noo... no... no la pulsera de la cajita... la pulsera morada... digo la cajita morada ....
Cada vez enredaba más las palabras, y Jungkook solo sonreía complacido del show que estaba dando, cada vez poniéndome más sonrojado, y cada vez tartamudeando más, lo único que pude hacer para salir de la situación fue escapar de sus brazos e intentar salir de mi cuarto, pero jungkook fue más rápido y me acorralo contra la puerta, con sus dos brazos a mis costados y su frente sobre la mía.
-¿A dónde vas gatito?
-Yo.. es que...
Y sin más me interrumpió con un beso, podía darme cuenta que aun sonreía por lo pasado, y eso me había hecho sentir un poco de molestia por lo que corté el beso, y agaché mi cabeza con vergüenza.
-Hey ¿qué pasa?
-Te burlas de mi-Amor para nada me burlo, solo que es delicioso verte tartamudear y ponerte tan nervioso por esa palabra.
-No me dan nervios, bueno si me dan, pero no es por la palabra... bueno... si... pero no en si ... ... ... ahh .... olvidalo!
-Si me explicas te puedo entender gatito, prometo no burlarme, me comportaré serio y estoico como siempre.
-ok... ... La noche de la pelea, encontré la cajita morada ...
-Del sexo!
-Jungkook!-Esta bien solo fue un chistorete, perdón.
-La tomé y la abrí y encontré la pulsera, le platiqué a Tae, y él ... él dijo .... una idea descabellada... y bueno... no es que le diera la razón a él..
-Dejame adivinar... él te dijo que yo te daría ese obsequió después de que tu y yo tengamos relaciones.-Mhumm...
-¿Y tú qué quieres? O ¿que piensas?
Tapé mi rostro con las manos, no se porqué me estaba costando demasiado hablar de esto con Jungkook y él no me lo estaba dejando fácil, es obvio que quería estar con él y experimentar todo con él, pero de repente brotó un lado tímido en mi, que me está impidiendo expresarme como quisiera.
-Hagamos un trato, yo me pondré la pulsera y cuando tu te sientas listo me la quitaras sin decir nada y te la pondrás y entonces los dos sabemos que estamos listos sin necesidad de decir nada, ¿qué opinas bonito?
-¿Y si la quiero usar ahora?
Después de una respiración profunda y un tanto ruda, Jungkook me tomó entre sus brazos y me beso apasionadamente, correspondí a su intensidad, nuestras bocas danzaban, y era un ritmo demasiado movido y caliente, me volvió a acorralar en la puerta, mis manos ansiosas, pasaban por su cabello, mi cuerpo se acercaba al suyo, poco a poco se fue desviando de mi boca acercándose a mi barbilla y recorrer mi mentón hasta mi cuello en besos y mordiscos, yo mordía mi labio inferior para controlar los jadeos, Jungkook, me recorría el cuello con delicadeza, sus manos se apoderaron de mi sudadera aunque aún no decidía qué hacer con ella.
-¿Jimin? Ya saben mi regla si es que Jungkook se queda a dormir.
Gritó mamá desde el otro lado de la puerta, algunas veces me sorprendía ese sexto sentido.
Jungkook sonrió, y pegó su frente a la mía.
-Es tarde bonito, debo ir a casa.
Solo asentí e hice el ademán para girarme y abrir la puerta pero Jungkook me tomó entre sus brazos de nuevo besándome salvajemente, provocando jadeos y gemidos ahogados, y de un momento a otro me soltó.
-Esto es una tortura!
-¿Quieres quedarte a dormir Kookie?
-Me temo bonito que si me quedo lo que menos haremos será dormir y tu mamá se molestará mucho.
No pude evitar agachar la mirada decepcionado por la respuesta, pero tenía toda la razón, si llegáramos a tener la osadía de hacer algo en mi cuarto, y mi madre nos llegara a encontrar, sé que Jungkook y yo terminaríamos muertos, o peor, nos castraría.
-Mañana no iré a la escuela y me vendré a pasar todo el día contigo.
-Pero y tú ... tío.
-Le contaré a mi tía, sé que ella estará de acuerdo.
Me acarició con la nariz, y después de una corta sesión de besos se fue.
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Triste Trastorno
FanfictionNo todo es lo que parece, lo que vemos fuera de nuestras casas son fachadas, mascaras que construimos para presentarnos ante los demás, a pocas personas les damos acceso a nuestro verdadero yo, y la persona que se queda aún conociendo lo más crudo y...