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Cuándo llegué a casa, era tarde.

-Mamá va a matarte, te esperó por un buen rato y tú ni tus luces, más vale que te reportes, si no quieres pasar el resto de tu vida encerrado en tu recámara.

Subí a mi recámara y saqué mi celular, tenías 10 llamadas perdidas y 5 mensajes, cada uno más amenazador que al que le precedía, "estoy muerto"...

-Mamá, estoy en casa,
…..

-Discúlpame, estaba en el hospital, 
…….

-No, todo está bien, te platico cuando llegues.
…….

-Si mamá, también te amo, lo siento…
…..

Cuando corté la llamada me tumbé sobre mi cama y me solté a llorar, me sentí roto, las palabras del doctor resonaban en mi cabeza, me sentí juzgado, quien se cree que es?

Mi hermana entró a mi recámara, y me llevó un plato de comida.

-Mamá dijo que te obligara a comer y sabes que si no lo hago me matará junto contigo.

-Jinnie, no tengo hambre, ha sido un día difícil.

-¿Te peleaste con tu novio?

-No… no es mi novio, y no, no hemos peleado.

-¿Entonces Jiminie?, ¿Porque lloras? Sabes, aunque yo no diga nada, me doy cuenta de muchas cosas, y sé que no estás tan bien Jiminie, todos creen en esa máscara, pero ya no te es suficiente esa máscara sabes, las ojeras debajo de tus ojos, hablan, tu poco apetito, habla, que te sucede hermano?, Déjame ayudarte.

-También tú Jinie?

Me levanté, hecho una furia, tomé un abrigo y así salí de la casa, comencé a caminar sin rumbo simplemente necesitaba respirar y despejarme, caminé por un buen tiempo hasta estar en casa de Tae, aunque ya era tarde, le marqué al celular.

-Jimin? ¿Qué pasó?

-Puedes salir?

Minutos después salió, al parecer ya estaba acostado o a punto de dormir, cuando salió, lo único que pude hacer fue tirarme a sus brazos y soltarme a llorar, me sentía tan cansado.

-Shh, shh, chim chim, todo va a estar bien.

-Estoy muy cansado Tae Tae.

-Quieres que te lleve a casa?

-Vamos entremos, estás helado.

-No, yo caminaré un poco más…

Tenía tanta inestabilidad emocional que no podía pensar con claridad, no quería estar en casa, no quería que me cuestionaran nada, no quería oír nada, "porque todo el mundo creía que podía opinar o meterse en mi vida" 

-Yo sé lo que hago maldita sea!

Caminé más tiempo y terminé en el parque que me había llevado Jungkook, no sé ni cómo llegué ahí, me recargue en un árbol y me senté, sentía el frío en mis mejillas, guardé mis brazos en los bolsillos de mi abrigo, la noche era helada pero estaba despejada, contemplé la luna, realmente me sentía muy cansado y adolorido, sin darme cuenta me relajé y sin querer caí dormido, recargado en el árbol 

De repente una luz me alumbraba directamente a la cara, esquive varias veces la luminosidad, estaba realmente desconcertado, no recordaba que hacía ahí, quien me alumbra, por Dios el dolor de mi hombro era horrible. 

-Identificate, qué haces ahí muchacho?

-Demonios!, ¿qué hora son? Me quedé dormido, disculpe oficial salí a correr y me senté a descansar y me quedé dormido.

-Vamos muchacho te llevaremos a tu domicilio.

Me levanté muy adolorido, el hombro me mataba, y la cabeza daba vueltas, intenté ponerme de pie, pero me desplomé sobre mis rodillas, el oficial me ayudó a incorporarme, y me apoyé en él para poder subir al vehículo, estaba realmente sorprendido con la debilidad de mi cuerpo, cuando llegamos a casa las luces estaban encendidas, sabía que me matarían en cuanto entrara a casa, cuando la patrulla de detuvo frente a casa, mamá abrió la puerta y salió corriendo, se ve que había llorado, y la cara de confusión de porqué había llegado en patrulla, el oficial que iba de copiloto echo un vistazo rápido hacia atrás sobre su hombro, y luego se bajó para abrirme la puerta.

-Buenas noches señora, reconoce a este joven.

-Sí claro es mi hijo, ¿que paso? ¿Por qué lo traen ustedes?

-Estaba dormido en el parque Haneul, y lo hemos traído a casa para que llegara seguro.

La cara de confusión de mi mamá se fue transformando en una de enojo y furia, me espero desde donde estaba, solamente me deslicé fuera de la patrulla, me despedí y agradecí con una reverencia y caminé a donde mi madre, cuando estuve frente a ella agaché la mirada, sabía que me daría por lo menos una cachetada, pero por el contrario me rodeó con sus brazos y me abrazó muy fuertemente descansando su barbilla en mi hombro, reconfortado un poco mi alma de lo mal que me sentía, sin dudarlo la abracé lo más fuerte que pude.

-Perdón mamá, jamás quise preocuparte, yo sólo… Fue un día horrible.

Entramos a casa y me sirvió un té, no me gusta que papá viaje, pero agradecí a la vida que mi papá había tenido que viajar y no estuviera para presenciar todo mi numerito, Jinie estaba dormida en el sofá, estoy seguro que acompañaba a mamá hasta quedar dormida, la tomé en mis brazos con las últimas fuerzas que tenía, y quizás quería demostrarme a mí mismo que no estaba tan mal, cuando llegue a su recamara la dejé en su cama, "diablos, si que pesa".

Bajé a la cocina, y mi mamá seguía sentada en el banquito de la barra, verla ahí con la cabeza entre sus manos apoyada sobre la barra

-Vamos a dormir madre.

-Mi amor, yo…

-Estoy bien mamá  te lo aseguro, conseguiré mi sólo para el festival y después todo estará en orden lo prometo, se que no siempre soy el mejor hijo, trataré de no darte más preocupaciones mamá, por favor vamos a dormir. 

Triste Trastorno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora