Llegamos a casa y me bajé primero sin pronunciar palabra alguna ¿para que? Lo entendía todo, crucé el umbral de la puerta, y tenía toda la intención de escapar a mi cuarto pero él me detuvo.
Me tomó del antebrazo, me giró con fuerza haciéndome trastabillar, y él me sostuvo en sus brazos, apoderándose de nuevo de mis labios.
-Si íbamos a hacer algo tu y yo lo haríamos como se debe y no en un cuartito que apestaba a humedad.
Mordió mi labio inferior haciendo que doliera un quejido salió de mi boca, sonrió por el acto, el beso siguió, era intenso y apasionado, la forma en que succionado mis labios y en que su lengua recorría mi boca, sus manos eran veloces apretujaba todo cuanto podían, y me apresaban más hacia él, sentía su deseo, y como mi piel ardía por su toque.
Rompió el beso abruptamente, y nuestras respiraciones eran muy agitadas, me desconcertaba un poco, me estaba costando seguirlo, creo que tenía una fuerte lucha interna, si dejarse llevar o ser el hombre maduro que pondría fin a esta locura, afortunadamente yo no era tan maduro y en ese momento me valía un carajo lo que viniera después, que lo jalé a mi habitación.
-Aclaremos algo, esto pasará solamente una vez, tanto tú lo necesitas como yo lo necesito, no te enamores, no me enamoraré, mañana seguiremos siendo paciente-enfermero.
Todo esto lo decía mientras se despojaba de algunas prendas, no se si estaba nervioso o ansioso, pero definitivamente le quitaba credibilidad a sus palabras, y en ese momento no me importaba nada, así que me acerqué para calmar su nerviosismo y lo tomé de las muñecas.
-Mírame … vamos "Yoyo" mírame.
Me levanté un poco de puntitas para llegar a sus labios, acto seguido me levantó de los muslos haciendo que lo rodeará con las piernas, se sentó en la cama y yo quedando sobre él a horcajadas, los besos eran apasionados, candentes, nos faltaba la respiración, y provocan reacciones en todo nuestro cuerpo, se desvió a mi barbilla y descendió por el cuello, haciendo que se erizara mi cuerpo, y él lo percibió, y recorrió con sus dedos mis brazos erizados, en un tacto tan suave que aumentaba aún más la sensación, en un movimiento me tumbó sobre la cama y él se colocó entre mis piernas y se acercó a mí, me contempló por unos minutos, sé que aún lo dudaba.
-No tiene que pasar nada hoy, lo veo en tus ojos.
Lo aparté de mi cuerpo y me levanté de la cama, realmente esperaba que se negara al instante, cosa que no pasó, me puse mi sudadera y a pesar de la hora salí a caminar, realmente era un mar de emociones, y confusiones, ¿porque si amaba a Jungkook quería sexo con Yohan? Y realmente no era que necesitará sexo, necesitaba llenar esta sensación de vacío que sentía dentro.
Sin darme cuenta mis pies me guiaron al lugar que menos quería, estaba frente a la casa de Jungkook, maldito subconsciente, lo que menos quería era verlo, aún lo odio y aún me dolía lo que me hizo y en como terminaron las cosas y odiaba más estar frente a su casa deseando verlo aunque sea un segundo.
Unos brazos me rodearon por la espalda, y una nariz se enterró en mis cabellos y en mi cuello, sabía perfectamente quién era, y amaba esos brazos y amaba su calidez, nos quedamos abrazados por unos minutos, y después de reconfortarme ese abrazo, me rompía de nuevo, recordé por qué me había alejado de ellos, porque ya no los quería, quise safarme de su abrazo, pero no pude.
-¡Por favor! Solo un poco más.
Me quedé inmóvil al escucharlo, todo mi cuerpo me rogaba por que me volteara y lo besara y lo abrazara y todo se arreglara e hiciéramos como que nada de esto había pasado, pero la realidad era otra, cerré mis ojos, y respiré profundo, dejé que mi corazón se acelerarse todo lo que quería, poco a poco fue aflojando el agarre, y salí corriendo, no pude verlo, quería verlo, pero no me lo permití, si lo hacía me rendiría ante él, y terminaría permitiendo que mi corazón saliera herido una vez más, pero que más herida quería que alejarme del amor de mi vida, añorando que nunca se hubiera roto ese abrazo, mientras corría las lágrimas comenzaron a caer, y los espasmos por el llanto.
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Triste Trastorno
FanfictionNo todo es lo que parece, lo que vemos fuera de nuestras casas son fachadas, mascaras que construimos para presentarnos ante los demás, a pocas personas les damos acceso a nuestro verdadero yo, y la persona que se queda aún conociendo lo más crudo y...