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Llegó la mañana iluminando mi cuarto, apenas sonó su alarma, besó mi frente y se despidió prometiendo volver después de clases, me quedé en cama abrazando una almohada, se que si no estoy acompañado no podría dormir de nuevo.

Escuché como mamá y mis hermanos se fueron y como alguien estaba en la cocina, pero mi cuerpo no tenía fuerzas para moverse, en eso escuché como algo se desplomaba en mi cuarto, me enderecé sobre la cama y era Jungkook había entrado por mi ventana y había caído al suelo, inmediatamente brinqué fuera de mi cama, no quería hablar con él, no quería verlo, no quería sentirlo, lo quería lejos muy lejos, pero fue más rápido y me alcanzó, me abrazó por la espalda, olía terrible, a todas las cantinas y bares de mala muerte juntos, me enfurecia su tacto, que se atreviera a tocarme.

-SUÉLTAME!, Aléjate de mí, no quiero verte más!

-Jimin escúchame!!

-Si no me sueltas voy a gritar, aléjate de mí.

Empezó a sollozar y yo en esos momentos lo detestaba lo quería fuera de mi vida, quería borrar sus recuerdos, si por mi fuera, los juntaría todos y los quemaría, forceje por un tiempo, pero bueno, debo admitir que el es mucho más fuerte que yo, que no pude hacer mucho.

-!Sueltame, ayuda!!

Yohan apareció en un instante en la puerta y Jungkook me soltó, era evidente que seguía bajo las influencias del alcohol, cruzamos miradas y él inmediatamente entró y me tomó del brazo y me posicioné detrás de él, para protegerme.

-Tienes que irte de aquí, no eres bienvenido.

-¿Y tú quién te crees que eres?¿Su niñera?

-Eso no te incumbe, así que saldrás por las buenas o llamaré a la policía.

Y antes de que pudiera terminar Jungkook le había dado un puñetazo en la quijada, haciéndolo voltear la cara, Yohan se quejó por el dolor pero no le respondió, me tomó de la mano y me llevó consigo escaleras abajo.

-Pequeño ¿Estás bien? ¿Te hizo algo?

Yo no podía siquiera hablar, era el enorme nudo en mi garganta, el que no me dejaba decir palabra alguna, me llevó dentro de la cocina, y me pidió que lo esperara.

-No me dejes solo, no te vayas, me va a dar un ataque de pánico, Yohan por favor.

-Hey tranquilo pequeño.

Sacó su celular y puso un playlist de música clásica, me dió los auriculares y me pidió que no saliera, se pudo dar cuenta que era cierto lo de tener un ataque de pánico, el salió, y yo traté de guardar la calma, me senté en el suelo y me hice bolita, abracé mi rodillas, recargue mi cabeza en ellas y me concentré solo en el sonido de la música, un fuerte estruendo me sacó de mi burbuja y atravesando mi visión por las patas de la mesa pude ver a Yohan en el suelo y Jungkook le estaba rompiendo la cara a golpes, primero me espanté, por la sangre y Yohan que no podía quitarse a Jungkook de encima, me levanté dejando en el suelo el celular y los auriculares.

Me acerqué en un arranque de adrenalina y me tiré sobre Yohan cubriendo su cara y su pecho, dándole la espalda a Jungkook, mis lágrimas caían sobre Yohan y nuestras miradas se cruzaban.

-!¡Quítate de encima Jimin!

-Vete ya no quiero nada contigo, ¡vete! ¡Te odio!, ¡odio el día que te conocí!. VETE JEON JUNGKOOK Y DESAPARECE DE MI VIDA.

Lo siguiente que escuche fue el portazo más fuerte que había escuchado en mi vida y que había terminado de romper lo que me quedaba de corazón, me desplomé sobre Yohan, ya no tenía más fuerzas y el llanto no me permitió hacer nada, como pudo, salió debajo de mi, y me ayudó a incorporarme, contemplé su rostro tan lastimado, y más me solté a llorar.

-Deberías ver cómo le dejé su mano...

Trataba de sonar optimista, lo tomé de la mano y cojeando un poco me siguió hasta la cocina, saqué de un gabinete el botiquín le pedí que se sentara en la mesa del comedor para que la luz me permitiera ver mejor, saqué las torundas, y las moje un poco de povidona, comencé por su ceja teniendo un corte ahí, el cerro los ojos al sentir el contacto, intenté limpiar rápido para que no le doliera mucho.

-Puedes respirar Jimin.

Cuando dijo eso expulse todo el aire de mis pulmones, hizo el ademán de tomar el algodón y lo retiré, le sostuve la mirada y no hubo necesidad de decir nada, seguí con las curaciones, el siguiente punto era su pómulo tenía un gran hematoma y la cortada no era grande ya había dejado de sangrar, tomé una torunda nueva y limpié su nariz, cuando hice contacto con esta arrugó su rostro, creo que era el punto que más le dolía, seguí con la quijada, y por último su boca, tenía dos cortes uno en el labio superior y otro en el labio inferior, los limpié con mucho cuidado y me hipnotizaba el movimiento que hacían sus labios cuando pasaba el algodón sobre ellos, no pude evitar, humedecer mis labios, y cuándo me dí cuenta mis labios estaban sobre los suyos, fue un beso tímido y suave, casí como un saludo entre ellos, me separé minúsculamente de ellos y pude sentir su respiración en mis labios, y estos volvieron a unirse, con la misma suavidad y delicadeza, eran dulces, y metálicos por la sangre.

Me separé, un poco apenado.

-No tenía paletas o estrellitas, es el premio por ser un buen paciente.

Me disculpé y me dirigí a mi habitación, no comprendía por qué lo hice, y estaba un poco aturdido, él me tomó de la muñeca y me giré a verlo, al parecer él y yo nos comunicamos con puras miradas.

-Estoy bien, creo que quiero dormir un poco más.

-Permíteme hacer algo rápido para que desayunes y luego podrás dormir, lo prometo.

-No tengo hambre.

-Sólo unos bocados pequeño, solo unos cuantos, anda, ven acá.

Caminé arrastrando los pies, me sentía cansado y muy desgastado.

Me sentó en el comedor, y cocinó un par de omelets, contemplé mi plato, no podía obligarme a mi mismo a comer, empuje el plato y recosté mi cabeza en la mesa y observé a Yohan, el tampoco comía, jaló mi plato y cortó mi omelet en varios trozos, después de observarme unos segundos, tomó un pedacito en sus palillos y lo acercó a mí boca.

-Chu chu !

Eso me hizo enderezarse y sonreír.

-No soy un bebé.

-Anda crío solo come un poco. ¿Si?

Tomé mis palillos y con toda la pesadez del mundo comencé a comer, ambos estábamos en silencio, yo aún meditaba el ¿porqué? había besado a Yohan, quizás fue la culpa, de que Jungkook lo moliera a golpes por mi culpa, o porque los últimos días había sido muy lindo conmigo, o por qué quizás en el fondo sabía quería besarle desde la primera vez que lo vi.

-Discúlpame yo no debí....

-A mi me gustó que lo hicieras, anda come, luego hablaremos.

Ambos quedamos en silencio de nuevo, terminé mi plato y esperé, sabía que no podía retirarme en una hora, el me observaba confundido.

-¿No irás a dormir?

-¿Ya no tengo que esperar?

-Solo en esta ocasión pequeño, puedes retirarte, Hoy también me quedaré hasta que llegue tu mamá.

o0o0o

Triste Trastorno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora