La semana había sido muy estresante, practicaba mi solo más de diez veces al día, y estaba cayendo en viejos hábitos que había logrado detener por un tiempo, comencé de nuevo a inspeccionar mi figura en el espejo y a medir mis muñecas y mis brazos, pesarme era más difícil pues mamá se había deshecho de mi báscula, bajé mis porciones, y rondaba en mi cabeza que incluso podría tomar laxantes solo por esa semana, para estar más ligero y bailar mejor.
Se estaba convirtiendo en un tormento porque luchaba contra mi mismo, estaba aquella parte oscura que me decía en las noches "estas subiendo de peso", "no lograrás ser un bailarín profesional", "solo será por corto tiempo", "lo tienes todo bajo control, "comiste demasiado, vomita".
A pesar de que en esa semana ya había tenido la intención de vomitar varias veces no lo hice, más la voz se hacía más y más fuerte, para el miércoles me sentía desesperado.
-¿Mamá?, ¿puedo faltar a la escuela?
-Cariño ¿qué pasa? ¿Te sientes mal?
Inmediatamente puso su mano en mi frente, para checar mi temperatura y revisó mis ojos.
-Te veo un poco pálido, ¿necesitas que te lleve al doctor?
-Estoy cansado es todo mamá, estoy sintiendo demasiada presión por mi solo y necesito descansar un poco.
-Esta bien corazón, avisaré en la escuela, te dejaré el desayuno servido, ve a dormir un poco más, ya luego desayunaras.
Avisé a Jungkook que no iría a clases para que no pasara por mí, y ese no fue el único mensaje que envié.
《Perdón por escribirte, sé que no debería, no quiero defraudar a mamá... ni a nadie más, pero no estoy bien...
Honestamente escribí ese mensaje con desesperación, y al no obtener respuesta, me sentí peor, no se por que carajos lo hice si sabía que no obtendría respuesta, dejé de lado el celular y bajé para intentar desayunar, al ver la cantidad de comida me sentí molesto.
-¡No estoy de engorda, maldita sea!, no tengo porqué comer tanto.
Tomé algunos recipientes para quitar comida de mi plato y meterla al refri, sé que mamá no la encontrará tan rápido, así que reduje mis porciones a ⅓ o quizás ¼ de lo que debía, "solo sería por el resto de la semana ¿cierto?".
》Hey bonito, ¿está todo bien?, me preocupa que no hayas venido a la escuela.
《Tranquilo grandote, es solo cansancio, estoy un poco presionado por el show del sábado.
》Entiendo gatito, sobre eso... quiero platicar en la tarde contigo, descansa bonito.
¿De qué querría hablar conmigo?, ya se habría dado cuenta?, otra cosa más de la que preocuparme, y así es como empiezan los espirales de autodestrucción, la mente no para, te ataca, te hace vulnerable y cuando empiezas a sentirte indefenso y acorralado es cuando comienzas a tomar las peores decisiones.
Aún no mantenía el control, contra todo el ruido que había en mi cabeza, me dispuse a ensayar primero mi solo, me había costado tanto obtenerlo que no podía darme el lujo de hacer una presentación mediocre, me encerré en mi cuarto puse la musica en mi bocina inteligente y me puse a bailar, la primera vez estuve muy rígido no había estirado ni calentado nada, paré la música y me puse a calentar, estirando mi cuerpo, estaba muy tenso y lo sentí en mi espalda, en mis hombros, intenté despejar mi mente, necesitaba practicar, faltaban dos días para mi presentación, seguí ensayando por un par de horas hasta que no pude más y caí rendido sobre el suelo, hace mucho que no sentía eso, mi cuerpo dormido y mi corazón en los oídos, me dí un baño y descansé un poco, no quería dar alguna mala impresión y que mí madre comenzara a preocuparse por mi culpa.
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Triste Trastorno
FanfictionNo todo es lo que parece, lo que vemos fuera de nuestras casas son fachadas, mascaras que construimos para presentarnos ante los demás, a pocas personas les damos acceso a nuestro verdadero yo, y la persona que se queda aún conociendo lo más crudo y...