Cuando llegué a casa estaba mamá, me abracé a ella.
-Jimin me quieres contar que paso.
-No te molestes, vino Jungkook y golpeó a Yohan, después fuimos a mi cita con el psicólogo y comí helado de chocolate.
Mi mamá estaba confundida pero no preguntó más, preparó la comida para nosotros dos, mis hermanos se habían quedado con una tía, así que sólo fuimos ella y yo, en la comida.
-¿Y cómo está Yohan?
-Pues aún respira, y puede rentarse como saco de box, aguanta bien los golpes.
-Park Jimin, pero que cruel eres?¿acaso ya no te cae bien?
-Me cae mejor la plantita de la cocina, así te lo digo todo.
-Cuanto lo siento porque pasarás el resto de esta semana y la siguiente con él, tengo que viajar por un curso de capacitación y él me apoyará en tus cuidados, tus hermanos se quedarán con tu tía.
-Mamá ¿puedo viajar contigo?
-No Jimin, tienes que regresar a clases.
La noticia me cayó como balde de agua helada, yo no quería estar con él, después de su correcto rechazo para algo que yo nunca propuse, quería tener el mínimo contacto con él.
-Jimin me voy hoy por la noche.
-¡Mamá!
Subió a su recamara para hacer su maleta, era inevitable, tendría que convivir con Yohan todo este tiempo, unos golpes en la puerta de entrada me sacaron de mis pensamientos, sabía que era él y no quería verle, espere que tocara más para ver si mamá abría, plan que no tuvo resultados, así que yo abrí la puerta pero para mi sorpresa era Jungkook de nuevo, intenté cerrar la puerta, pero no pude hacerlo, el fue más rápido, intenté forcejear con la puerta pero se que estaba perdiendo.
-¡Está bien! ¡está bien! Hablaré contigo, pero no entrarás a mi casa.
Lo empujé para alejarlo de la entrada y salí, después, lo contemplé con toda la rabia del mundo me dí cuenta que tenía, varios golpes también, me dió gusto que Yohan no haya sido el único que saliera lastimado.
-Te escucho.
-¡Por favor perdóname!
-No, ahora desaparece, mamá está en casa y no la quiero preocupar.
Minutos después ví llegar a Yohan en su auto y temía enormemente que esto terminará a los golpes de nuevo.
-¿Qué hace ese imbécil aquí?
-No te debo ningún tipo de explicación, pero bueno para que entiendas de una vez, me vino a ver.
Cuando tuve a Yohan a la vista pude notar lo tenso que estaba, y me quedé inmóvil un momento, se acercó lentamente esquivando a Jungkook y se aproximó a mí dejando un beso en mi mejilla.
-Ya llegué pequeño, traje helado, lo meteré al congelador, no tardes.
Me giré en mis talones detrás de él y entré a la casa cerrando la puerta a mis espaldas, desplomándome en el piso, sabía que tenía que tranquilizarme para no preocupar a mamá, lo había dicho en serio, me levanté y subí a su recamara.
-¿Puedo ir contigo?, me comería todas mis comidas, y no notarías que estoy contigo.
-Jimin por favor, es muy poco tiempo.
Se despidió de mí, avisando que ya había llegado su transporte, me besó en la frente y en cada mejilla.
-Te amo hijo lo sabes, esto lo hago por ustedes cariño, te hablaré todos los días, por favor cuídate, y pórtate bien con Yohan, prométmelo, te extrañaré mucho mi corazón.
-Lo prometo mamá, te amo, quédate tranquila, todo estará bien.
La acompañé bajando su maleta, y la despedí en la puerta, me aguante las ganas de llorar y es que la verdad la necesitaba demasiado, pero no quería preocuparla más.
Al cerrar la puerta corrí a mi cuarto, encerrandome en él, me escribí un poco con Tae contando todo lo que había pasado, ofreció venir a quedarse a casa, pero me negué, necesitaba estar solo, puse música a todo volumen y sin darme cuenta me había tirado al suelo y había empezado a hacer abdominales, después de un par me quedé tirado en el suelo, y comencé a llorar, no quería lo mismo, pero mis malos hábitos y toda la mierda de la que estaba rodeado me arrastraba.
Yohan tocó a la puerta y me levanté corriendo para aferrarme a él necesitaba de alguien que me detuviera de seguirme autodestruyendo, no confiaba en mí mismo, sabía que no era tan fuerte; por la fuerza que lo abracé casi caemos al suelo, pero supo recibirme entre sus brazos.
-¡Hey!, pequeño, ¿qué pasa?, ¿por qué estás sudado?
-Estaba haciendo abdominales, fue casi inconsciente Yohan yo no quiero... yo sólo... ya no puedo.
-Shhh ... Shhh.... Desahógate sácalo todo, porque mañana no te dejaré derramar una lágrima más.
Me sostuvo entre sus brazos, por mucho tiempo, sin decir palabra, solo se dedicó a acariciar mi cabello y mi espalda, yo no me moví ni un centímetro tenía mi rostro oculto en su cuello y mis manos aferradas a su sudadera, supongo que cuando se canso, me fue soltando.
-Vamos, la cena ya se enfrió.
Me tomó de la mano y bajamos las escaleras, puso música en su celular, yo creo que para evitar el denso ambiente, de repente sonó una balada románticosa, me tomó de una mano, me jaló hacia él y se puso a bailar, me sostenía de la espalda y me hizo girar por toda la cocina, se aprovechó de mis cualidades y la verdad me dejé llevar, hacia mucho tiempo que no bailaba, de un momento a otro me soltó y seguí bailando solo, disfrutando de la música y usando todo mi cuerpo, si que lo extrañaba, terminé con un giro más frente a él.
-Gracias.
-¿de qué? Anda cenemos que no pienso calentar la cena por tercera vez.
Después de cenar me despedí al pie de la escalera, y él se quedó leyendo en la sala, la verdad es que no sabía en dónde dormiría Yohan, pero pensé que dormir en la sala no era lo mejor, le ofrecí mi recámara y yo dormiría en la de mamá, después de ofrecerle mi recámara el dudó un poco si era buena idea, pero después de pensarlo acepto, subió su maleta y su mochila, solo saque algunas cosas y me despedí, me recosté en la cama de mamá, la verdad me dió mucha tranquilidad aún podía oler su aroma, en su almohada.
Quedé profundamente dormido, me levanté al baño muy de madrugada y volví a mi cama, cayendo en un sueño profundo de nueva cuenta, hace mucho que no descansaba tanto y me sentía tan en paz, en la mañana empecé a sentir mucho frío y me recorrí en la cama para taparme, jale la cobija y volví a acurrucarme, sentí como me abrazaban por la espalda y me dejé consentir, mamá llegó antes, ella se fue acercando más a mí cuerpo cuando pude sentir algo que no era de mamá muy firme en mi trasero, "pero que carajos", me giré para entender qué estaba pasando y no era mamá era Yohan el que me abrazaba y me acercaba más a su cuerpo, "Diablos no por favor", me escurría de la cama y me quedé contemplando.
-No te vayas, estás calientito, pasé frío toda la noche.
-Pero girate estaremos espalda con espalda.
Me introduje en la cama de nuevo y los dos estuvimos cerca, pude dormir de nuevo.
Escuchaba un ligero ronquido cerca, "no por favor" quiero seguir durmiendo, le pique en las costillas a Yohan, lo hizo removerse un poco en la cama, y dejó de roncar.
o0o0o
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Triste Trastorno
FanfictionNo todo es lo que parece, lo que vemos fuera de nuestras casas son fachadas, mascaras que construimos para presentarnos ante los demás, a pocas personas les damos acceso a nuestro verdadero yo, y la persona que se queda aún conociendo lo más crudo y...