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Llegué puntual a la clase de danza

-Jimin, que bueno tenerte de vuelta, espero te pongas al corriente pronto.- espetó la maestra. 

-Espero que esta vez no te caigas, ja ja ja.

"Malditos" me coloqué en posición, y comenzamos con la coreografía, afortunadamente nací para bailar que no me costó nada memorizarla, y me sentía cuál pavo real, al resaltar del grupo.
 
La clase terminó, pero como siempre, me quedé tiempo extra, conecté mi celular a los altavoces, y comencé con mi coreografía, amo ver mi reflejo en el espejo mientras bailo, con mis movimientos, y mis giros, me hacía feliz poder verme, y darme cuenta que lo hacía perfecto, cuando terminé mi baile un par de aplausos se escucharon de una esquina del salón.

-¿Qué haces aquí?

-Tranquilo Jiminie, no pude evitar verte bailar, lo haces estupendo.

Se acercó lentamente a mi, no pude evitar poner mi cara de repulsión y de asco, no me eran claras sus intenciones mientras más se acercaba yo retrocedía hasta que quedé pegada al espejo, y él a centímetros de mi.

-Jackson ¿qué quieres?  ¿Qué haces aquí?

-Jiminie, tan inocente, tan lindo, y talentoso, si tan solo fueras…

-Apártate Jackson!

Se aproximó más a mí y tomó mis muñecas para mantenerme presionado contra el espejo, "aquí es cuando desearía tener más masa muscular y poder defenderme".

-No Jackson, suéltame! 

-Claro que te soltaré cariño,  pero antes pienso diverttirme un poco.

Comenzó a besar mi cuello, y sin querer comencé a sollozar, estaba aterrado, se que era una estúpida broma o algo así, pero estaba aterrado, acorralaba cada vez más mi cuerpo, y justo quiso intentar besar mis labios, pero lo evité.

-¡Basta por favor! ¡Suéltame!

-¡Que lo sueltes no escuchaste!

Jungkook lo arrancó de mi y lo aventó al suelo, ya sabía lo que se avecinaba, que él se aventaría sobre Jackson y lo moliera a golpes, pero antes de que eso sucediera me abracé a él como garrapata, lo acepto estaba aterrado por los actos de Jackson pero a la vez tan aliviado tener a Jungkook ahí defendiéndome, al sentir mi agarre, se suavizó su rostro, y me rodeó también. 

-¿Estás bien Jimin?

-Ahora sí.

Seguimos abrazados por un ratito más, no sabía porque, pero se sentía tan bien, y por un momento me permití olvidar todo, y solamente relajarme, y percibir su calor, su aroma, y sentir sus caricias, sobre mi espalda y mi cabello, no pude evitar hacer un ruido con mi garganta como si fuera un ronroneo, me acomodé de más en su pecho.

-No hay duda de que perteneces aquí, gatito.

-Aquí… al salón de danza? 

-Aquí en mis brazos. 

Mi corazón se detuvo por un instante y empecé a respirar extraño, ¿pero de qué está hablando? Fue una declaración, "¿Porque no eres directo Kook?", "¿No te das cuenta?, yo no te rechazaría, he caído tan profundo en ti, que hasta ahora abrazado de ti me doy cuenta, cómo en tan poco tiempo te has adueñado de mi corazón".

-Diablos es tarde tengo que llegar a casa, o seguiré castigado de por vida.

-¿Castigado? ¿Porque estás castigado?

-Yo… ayer, es largo de contar Kook… todo está bien.

-¿Porque escucho de tus labios que todo está bien, pero no se siente así?

-Vamos, solo llévame a casa.

Al salir del salón de danza con Jungkook, vi a mi madre entrar a la escuela.

-¿mamá?, ¿qué hace aquí?

Me solté de Jungkook para lograr encontrar a mi mamá y saber a dónde se dirigía, la dirección, "pero ¿por qué?, qué hacía aquí ¿ahora que hice? ¿Estoy en problemas?.

-¿Por qué está tu mamá aquí? 

Preguntaba el hermoso pelinegro que estaba detrás de mi, solo atiné a levantar los hombros en muestra de duda, nos quedamos esperando afuera en la escalinata de la escuela, hasta que salió mi mamá, me giré para hablar con ella pero la forma en que me sujetó del brazo y me arrastraba al auto no era lo que yo esperaba, me zafé de su agarre, e intenté encararla pero volvió a agarrarme con mucha más fuerza.

-Mamá me lastimas, ¿qué sucede?

-Basta Jimin y súbete al auto.  

-No mamá, Jungkook me llevará a la casa. 

Me solté de nuevo, y lo próximo que sentí fue una cachetada, tan fuerte que inmediatamente me hizo derramar lágrimas, me comencé a alejar de mi madre, en la vida me había puesto una mano encima, me sentía muy confundido, corrí hacia Jungkook y le rogué por que me llevara lejos.

-Tienes que ir con ella, no cometas mis errores gatito.

-Me iré contigo o sin ti.

Se que hice mal, porque puse a Jungkook en una encrucijada, él  no tenía que estar dentro de esta… mierda, que ni siquiera se que era. 

-No Jimin, tienes que ir con ella.

Todavía recuerdo las palabras que le dije, y me arrepiento tanto, habló el enojo, y la rabia, y el desconcierto y todo lo horrible que estaba dentro de mi vida, y sin querer lastimé al chico que me gusta, al chico que había sido tan lindo conmigo sin tener que serlo, que me protegía y que se preocupaba por mi.

Después de ver su mirada de decepción, y de quizás haberlo lastimado, salí corriendo, lejos de él, y lejos de mi madre, dejando a dos seres amados, tan confundidos y lastimados, esa tarde corrí y corrí, las lágrimas escapaban de mis ojos y llegó un momento en que mi cuerpo no dio más y caí al suelo

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Triste Trastorno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora