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El gran alfa se encontraba cocinando un delicioso desayuno para él y el pequeño lobito el cual apodó de Agust, siempre se levantaba con los cables cruzados y agradecía que nadie estuviese para soportarlo, pero hoy, hoy se levantó con buen humor, una alegría inexplicable. El lobo se encontraba durmiendo en el sillón del alfa mientras este se encontraba sirviendo ambos platos.

- Agust, ven aquí- Ordenó mientras dejaba el plato de este en el suelo para que pudiese comer, necesitaba comprar un poco más de comida canina. El pequeño obedeció mientras comía lo preparado por Kim, por su parte este hacía lo mismo.

Nunca había sentido la comida tan deliciosa como el día de hoy, todo era demasiado raro a su parecer y de cierta forma le asustaba.
Luego de algunos minutos sintió un peso en sus zapatos y bajó la cabeza extrañado, la escena le enterneció demasiado, Agust estaba en sus pies nuevamente durmiendo, no quiso molestarlo así que siguió sentado mientras leía un libro y tomaba su café.

Luego de varios minutos se levantó y tomó del pequeño lobo rodeandolo con sus brazos, se dirigió al sillón mientras se acostaba con él en este.

[...]

Taehyung se encontraba nuevamente leyendo un libro en la biblioteca, el ambiente estaba demasiado tranquilo hasta que sintió una presencia cerca suyo, no le dió importancia y siguió en lo suyo.

- Oppa Taehyung- Chilló una voz familar haciendo que su mente se enfocase en la femina y el apodo que le puso- Sal conmigo, por favor.

El alfa no hizo más que levantar su cabeza y regalarle la mirada más fría y penetrante que la chica habría visto en su vida, a pesar del miedo que sintió no se rindió.

- Oppa- Berrincheó, mierda, Taehyung odiaba los berrinches- Tú eres el más estudioso de la clase, ¿no quiere ayudarme?

La gota que derramó el vaso fue cuando esta se sentó en la mesa donde este se encontraba mientras levantaba un poco su pierna, corriendo un poco su falda. El pecho de Kim vibró gracias al gruñido que emitió y eso fue suficiente para que la contraria saliese corriendo de allí, agradeciendo su habilidad para hacer temer a la gente y volvió a lo suyo.

Solo podía pensar en cómo estaría el pequeño allí, habían pasado tres días en los que este habitaba allí y no le molestaba en lo absoluto, al contrario, se sentía demasiado bien tener ese tipo de compañía. Recuerda como sus orejitas y cola bajaban al avisar que tenía que irse, su pecho se apretujeó y su alfa regañó internamente, aún confundido maldecía haber venido, prefería quedarse con él mientras hacía nada, era agradable.

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L O B I T O ||TAEGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora