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El alfa de cabellos negros se encontraba junto a su hermosa omega rubia, ambos se encontraban sobre una banca bajo el gran arbol que los cubría del sol mientras observaban a su pequeño hijo revolcarse en el pasto

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El alfa de cabellos negros se encontraba junto a su hermosa omega rubia, ambos se encontraban sobre una banca bajo el gran arbol que los cubría del sol mientras observaban a su pequeño hijo revolcarse en el pasto.

En aquel tiempo las probabilidades de encontrarse con un hermoso día soleado en invierno eran casi nulas, así que aquella familia no dudó en aprovechar el día al máximo. A pesar de que algunos rayos impactaban con el cuerpo de ambos jovenes, esto no era impedimiento para disfrutar el lindo paisaje junto a su hijo en él.

- ¿Tú qué crees que sea, amor?- La voz con clara alegría por parte de la mujer fue oida por el alfa a pesar del ruido ambiental.

- Espero que sea una niña, ¿sabes?- Tocó el vientre de su omega mientras sonreía, en respuesta una melodiosa risa se escuchó- Nuestro pequeño cuidaría de ella, al menos me ayudaría a espantar a los alfas.

- Qué dices, alfa- Rió, el nombrado acompañó su risa.

En cuestión de segundos ambos se vieron interrumpidos por el pequeño, el cual tímidamente tocó a su madre.

- Omma- A pesar de su timidez llamó con clara felicidad en su rostro- Quiero helado, por favor compreme uno.

Ambos mayores quedaron sorprendidos por la fluidez con la que el menor habló, este era muy bien conocido por ser un niño de pocas palabras, que con suerte formulaba las palabras correctamente, estando la mayoría de veces callado.

- Claro YoonGi, vamos a pedir allí, ¿sí?- El pequeño asintió y ambos salieron rumbo al vendedor que se encontraba a una poca distancia de allí, el alfa miró la escena sin decir nada, feliz por esta.

La imágen de la omega junto al pequeño lo hizo sonreir en grande, ambos llevaban un pequeño cono en sus manos mientras caminaban con cuidado de no tropezar, al mismo tiempo que su atención se enfocaba en su helado, ambos eran muy parecidos. La bella sonrisa de la mujer no tardó en contagiar al alfa, el cual hizo una captura mental de dicha imágen.

¿Acaso su vida no podía ser mejor?

[...]

Los días y noches que lloraba desconsoladamente parecían ser eternas. Era demasiado evidente cuánto le afectó la pérdida de aquel cachorro aún no desarrollado, sus ilusiones de volver a ser padre fueron arrancadas de un solo tirón, esto frustró a ambos jovenes quienes días atrás se encontraban entusiasmados por la llegada de un nuevo integrante.

¿Por qué la diosa fue tan cruel con él? Las palabras del doctor se repetían una y otra vez en su cabeza, haciendolo abrumar de una manera impresionante.

"Lo siento señor Min, su esposa sufrió un aborto espontáneo, lo lamentamos mucho".

Quizá se podría haber suponido que ese fue el principio de su tristeza enorme, siendo esta la única fuente de su sufrimiento.

Quién diría que ese solo sería el comienzo. Porque cuando los sentimientos negativos logran invadir tu mente, el control es tomado por estos, siendo una completa lucha poder salir de aquel ciclo.

Los problemas con el alcohol aumentaron conforme las horas pasaban. Estaba tan concentrado en su agonía que no se fijó que terceros que estaban involucrados se encontraban igual, o peor.

La mujer con la que juró amor y respeto eterno, esa que amaba profundamente, la dueña de su alegría y sonrisas, se marchó luego de su conducta, según ella "infantil".
Tampoco estaba muy lejos de ser cierto, solo que cuando se dio cuenta fue demasiado tarde.

Quedó en completa soledad, o bueno, al menos eso pensaba en un principio.

YoonGi, su hijo...

...era una viva copia de aquella omega, sus ojos gatunos, su suave pelo rubio, su blanca piel de porcelana, su rostro y ser que desbordaban inocencia y pureza.

Todo eso arrebató en un intento de volver a tenerla, o bueno, buscar una venganza que no había, no en el frágil cuerpo de aquel preadolescente confundido, no podía sentirse menos al ver como esa figura paterna, figura en la cual la imágen de que lo protegería de todo, reiría y lo acompañaría en sus caminos y desiciones, lo querría sin importar lo que pase.

Esa figura fue derrumbandose poco a poco, pedazo a pedazo, desde el primer momento en el que menospreció, insultó y golpeó al pobre e inocente niño.

Pero no fue lo único que se derrumbó, oh...claro que no.

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L O B I T O ||TAEGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora