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- ¿Yoongi?- Preguntó el alfa, poco le importó mojar la casa debido a la lluvia, el silencio lo preocupó y este aumenó al no ver al pequeño.

Recorrió con pasos apresurados toda la casa, odiaba sentirse ansioso y su lobo no ayudaba. Finalmente llegó su cuarto, actualmente el omega dormía allí mientras que él en el sillón, el dulce olor de Yoongi llegó a sus fosas nasales, su lobo pudo sentirse tranquilo, tranquilidad que terminó al sentir el aroma mezclado con tristeza o miedo, Taehyung no sabía cómo actuar y al prender las luces se percató de un pequeño bulto bajo las sábanas. Lentamente se acercó, tocandolo con delicadeza.

- Yoongi- Susurró, los hipidos del menor le partían el corazón.

No obtuvo respuesta por lo que retiró la frasada que cubría a este, al hacerlo notó como Yoongi estaba en posición fetal, casi en bolita mientras su cabello, rodillas y manos cubrían su rostro el cual seguramente estaría rojo. Los hipidos y el aroma intensificaron a tal grado de que la desesperación de Taehyung aumentó, aunque trataba de llevar un semblante serio y calmado.

- Tae- Dijo en un hilo de voz mientras buscaba el contacto del nombrado.

El alfa dudó un poco pero se acercó a este, levantandolo mientras le daba una especie de abrazo protector y le brindaba calor, su corazón bombeó sangre con más fuerza y esperó que el pequeño no se diese cuenta.
Yoongi se acomodó en su regazo pues Taehyung permanecía sentado, los hombros del mayor estaban húmedos e inconscientemente soltó feromonas para calmar al pequeño, quizá solo así podrían hablar correctamente.

- Soñé cosas feas Tae- Habló como un niño pequeño, los hipidos y sollozos permanecieron levemente y el nombrado se sorprendió por el apodo, aún así no dijo nada- Soñé que estabamos alejados y, y que ellos me llevaban para siempre, no te veía nunca más.

El alfa seguía sin comprender el repentino comportamiento del omega, aquel que era un poco gruñón y siempre estaba dispuesto a demostrar que podía ser más que un simple omega, su curiosidad aumentó cuando desconocidos fueron mencionados en su sueño. Derrepente sintió el miedo que describía Yoongi, perderlo. En tan poco tiempo se había vuelto alguien tan especial para él aunque no lo admitiese, estaba realmente jodido por ese rubio y perderlo no lo soportaría. Gruñó ante los pensamientos y atrajo más al pequeño, el cual soltó un jadeo de la sorpresa.

- No dejaré que te hagan daño, omega- Mustió, su iris se volvía de un color rojo leve, no permitiría que alguien lo tocase.

Yoongi no sabía como reaccionar, al igual que el suyo, el aroma del alfa se había intensificado, estaba marcando territorio y eso le causó no solo un enrojecimiento si no que algo en su parte baja se removió y su mente se nubló.

- Mírame- Ordenó, el omega por obvias razones levantó la mirada. Los ojos hinchados y rojos de Yoongi se volvieron indénticos a los de Agust, solo que esta vez uno era de color verde mientras el otro de color celeste claro, ambos ojos brillantes como la luna, los suyos también intensificaron el rojo que ya llevaban, su mente nublandose completamente mientras se dejaba llevar.

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L O B I T O ||TAEGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora