La enorme reja de hierro rechino al abrirse, entro un ejemplar fiel al Subastan Rolls-Royce de Edward VIII. Una adquisición que Homero Addams se hinchaba el pecho en presumir y que usaba en las ocasiones especiales y, esa era una: el regreso de Merlina. Los honores estaban altos, la chica había salvado la escuela de viejas venganzas, consumado las pendientes en la sangre y librado a su padre de una acusación falsa. Sumando que tenía el respeto de todo nunca más, la administración de sus compañeros y el interés del departamento de policía de Jericó, el cual agradecía su ayuda y la invitaba a tomar cursos para dedicarse a ser detective. Había hecho dos amigos a los cuales quería sin esconderlo: Eugene y Enid, los cuales Morticia tenía en un pedestal de compasión y admiración por sobrevivir a la imparable tenacidad y desprecio por los débiles.
Unos chicos que terminaron con cicatrices, traumas y una personalidad fuerte, gracias a Merlina. A la cual admiraban y respetaban... Solo que el motivo de tenerlos en la mira era otro: su visión. Antes de ir a nunca más, Morticia había tenido la visión de su hija, caminando al altar en brazo de Homero y, Morticia, en la primera fila conversando animadamente con la familia de quién desposaría a su hija. Un vestido negro tan espléndido y funerario que la conmovió. Su nueva familia parecía acostumbrada a aquel detalle y admiraban lo bella que lucía la novia. En el altar estaba el tío cosa, gran miembro de la familia y que había conseguido el permiso legal para celebrar la boda. Y, el detalle importante de la visión: el novio o novia. Alguien borroso de blanco, bien hombre de traje o mujer de vestido. Morticia no podía identificar, a diferencia de otras visiones, supo que si apresuraba la verdad aquel hermoso futuro se vendría abajo.
¡Su hermosa Merlina se va a casar! Y sobre todo ella se miraba feliz, ¡Sonreía! Eso no tenía precio y deseaba conservarlo y asegurarlo. A la visión solo le pidió leves pistas de cómo conseguir ese futuro y relució una enorme letra: "E" un resplandor dorado seguido de carmesí sangre, una hacha, tierra y muerte. Morticia salió del trance mientras Homero le miraba atento a cualquier cosa, al notarla consciente se acercó con una libreta y lápiz, su esposa escribió tan a prisa para no perder detalle y se lo entrego. Homero soltó una expresión de felicidad pura.
-Oh, Tish... ¿Es cierto?
-Lo vi, claro como el reflejo puro en un espejo polvoriento. -respondió alegre como él. -Mi visión me advirtió que no deberíamos intervenir, deberá suceder por sí mismo.
-Seguiré cualquier orden tuya, Cara mía. -tomo la mano de su esposa y la beso con devoción. -Dime una última cosa, Tish... ¿Merlina se ve tan enamorada de su alma gemela así como nosotros?
Morticia le miro con aires superfluos a comparativas y negó de inmediato con ofensa en atención de la voluntad de su primogénita.
-No. Su amor es más profundo y sincero que el nuestro, Homero. -respondió sonriente. -Solo que su amor se demuestra en detalles secretos; sonrisas, tonos suaves, preocupación y protección. Ella es así, es a su modo, no compares su amor al nuestro o al de alguien más, pues cada enamorado es distinto.
Homero aplaudió contento y dispuso a escuchar el plan de su esposa. Aunque no debía interferir con la elección, si podían encaminar a Merlina a comprender el amor y a convivir con los prospectos a su futuro esposo o esposa. Los sospechosos eran los únicos dos amigos de Merlina: Eugene y Enid.
-El chico mostró valía al adentrarse solo a la búsqueda y salvo a nuestra bebé de esa Laurel. Es amable y algo mojigato pero de noble corazón. Él puede ser. -observo Homero con interés. -Aunque sospecho que sus genes podrían entorpecer a la sangre Addams, ¿qué pensarían mamá y papá Addams? ¡Cosas como que el atractivo debería ser considerado un poco! Nuestra Merlina es bella.
-Enid, sin embargo, es una licántropa: bestia poderosa y salvaje que es perfecta máquina de asesinar. Ha podido moldear la conducta de nuestra hija e incluso consiguió que Merlina se disculpara y apreciara la amistad y la compañía. -Morticia se asomó por el enorme ventanal y vio el Subastan Rolls-Royce de Edward VIII entrar por la verja y sonrió. -Mi apuesta y bendición se inclinan a ella.
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LUNA ROJA: INHERENTE AMOR
FanfictionNada es lo que parece. Merlina y Enid se enfrentan a una profecía que parece unirlas pero ¿Los aliados de verdad son aliados? Ambas pasarán pruebas que las harán reafirmar su amor y descubrir si de verdad pueden estar juntas.