LUNA ROJA: INHERENTE AMOR

CAPÍTULO XVI: MAAT

-Entonces... a ver si entendí, ¿estás aquí por consejos sobre cómo cortejar?

-Sí.

-Y nos preguntas a nosotras.

-Es así.

-Mm, creo que no eres tan inteligente como pensaba si vienes a nosotras a pedir consejos de amor. -dijo Wynnona con una mueca llena de diversión en los labios. -¿Si te das cuenta de que calidad de excluidos somos? Dame la razón por la cual crees que somos buena idea para aconsejarte.

-Ambas tienen antecedentes de tener una relación sentimental y/o sexual con una mujer. -explico Merlina. -Tú eres una disoluta que ha tenido demasiadas amantes en el expediente mientras Carmilla a estado en una verdadera relación amorosa con una mujer.

Carmilla asintió con la expresión de diversión al oír los requisitos que cumplió Wynnona para ser un asesor en la materia de la conquista femenina. Pronto el gesto se volvió en una enorme carcajada que la hizo perder brevemente la concentración y casi se precipito al suelo violentamente.

-¡YA CALLATE, MIERDA! -Bramó Wynnona encabronada y tomo a Merlina del cuello de la camisa con fuerza. -Y tú, pedazo de mierda, ¿Cómo te atreves a decir eso de mí?

Merlina apretó la mandíbula, con la mano aplicó presión en los puntos pertinentes haciendo que la soltase Wynnona. La mujer lanzó una maldición mientras se sostenía la mano con dolor.

-No dije calumnia alguna. Fue verdad observable y de conocimiento general. -dijo Merlina con molestia por el trato y le lanzó un cuchillo que le raspo la mejilla a Wynnona. -Además eres amiga de Enid.

-Más que amiga diría que somos... familia. -respondió limpiándose la sangre con una sonrisa orgullosa. -Veo que mejoraste con las clases que te di, eso me hace mejor maestra que Carmilla.

Merlina torció los ojos, era obvio que opinaba distinto como Carmilla que rodo los ojos en blanco y saco la lengua asqueada ante la perspectiva de verse inferior como un lobo de tan solo veinte ocho años. Se aclaro la garganta.

-Merlina, creo que debo darle un punto a Wynnona: ambas somos la peor opción ya que ella es solo de un revolcón y yo una obsesionada con mi primer y única novia la cual murió hace más de cien años. -suspiró. -Ninguna de las dos sabe mucho del tema. Deberías preguntarles a tus padres.

-¡No! -exclamó Merlina de inmediato. -No quiero que sepan que intento enamorar a Enid. Además ellos son... no es lo mismo. Enid es mujer y mi mejor amiga, si no es que la única.

Wynnona se calmó, ver a Merlina con esa expresión tan severa para consigo misma la deprimía, comprendía ese sentimiento de sentirte inadecuado para amar o demostrar que lo mereces. Carmilla también empatizo con la emoción y se tomaron en serio la duda de Merlina.

-Bueno, te interesa una mujer y eso podría dar la apariencia de ser algo "diferente" a lo "normal". Solo que estas mal en esa percepción. -le dijo Carmilla sonriendo amablemente. -Es Enid a quien amas. Solo Enid, deja de lado si es tu amiga, la chica con la que estas destinada a pelear contra Thot o cosas así. Enfócate solo en Enid, en conocerla y llevarla a lugares que ella quiera.

-Esa es la cuestión, no sé nada de ella. -reconoció decaída. -Dice que adora los lugares románticos, pero no sé cuales son. Ama las flores pero no sé cuáles. Ama los chocolates pero no se qué tipo. Adora la música pero de tanto repertorio que tiene no logro identificar el predilecto. -se encogió en su lugar. -A Enid le gustan muchas cosas pero no sé bien cuales son las que más le gusten. Me siento estúpida e inadecuada para siquiera cortejarla.

-Tal vez seas la inadecuada. -concedió Wynnona con un gesto áspero. -Pero ella te ama así como eres, lo cual es decir mucho considerando que eres tan rara como la mierda.