CAPÍTULO XXV: ACAMPAR

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Kazimir disfrutaba levemente de una paleta de cereza: se notaba cansado, incluso la barba comenzaba a salir de forma despreocupada e incluso daba la apariencia de vagabundo, uno atractivo pero descuidado. Recargado en la silla hasta atrás, retenido por su pierna derecha enganchada a la mesa, se meneaba con aire pensativo. Dedos lo llamó notablemente alarmado y le contó la nueva noticia: Tyler estaba en Jericó. Información proporcionada por Eugene, que pasaba el tiempo en la ciudad comprando cosas para su aventura de campamento con Kazimir y dedos.

-¿Ya le dijiste a doña amargaytor? -le preguntó conteniendo un bostezo.

Dedos negó de inmediato y le pidió no decírselo a la chica, arruinaría su fin de semana con Enid y no quería eso. Kazimir estaba pensativo sobre eso, tendrían que decirle sí o sí sobre ese tema, aunque apoyaba la idea de no perturbar las pequeñas vacaciones de Merlina, era necesario decírselo. Dedos le leyó eso en la cara y con todo lo que fue capaz de mantener su postura, solo recibió la negativa. Estaba por dejarse ir al cuello de Kazimir cuando apareció Merlina como un susurro de ultratumba.

-Necesito hablar contigo. A solas. -aclaró mirando a Dedos con aspereza.

-¿Ah? ¿No deberías estar en clase de esgrima? -le preguntó con aburrimiento. -Ya faltaste a las clases anteriores.

-Ambos deberíamos estar en esa clase. -miró a Dedos y con la mirada lo hizo marchar.

Dedos de mala gana obedeció y salió del aula y se perdió en el pasillo con aire indignado. Kazimir ladeo la paleta con aire aburrido, sus colmillos apretaron con intensidad el palo de papel de la paleta y le sonrió arrogantemente a Merlina.

-¿Y? ¿A qué debo tu cara de mierda el día de hoy? Juraría que estarias de las mil perlas por haber tenido sexo anoche.

-Es obvio que algo te tiene de malas, ¿Pasó algo?

-Los ejercicios de empatía con Enid tienen frutos pero no me interesa dar lastima. -suspiro cansado. -Estoy sufriendo los estragos espirituales de las acciones de Thot y unos asuntos que me rondan la cabeza. Sobre todo el que a ti te interesa, no creas que no me he dado cuenta. -explicó dejando el diario de Nathaniel Faulkner en la mesa y echó la cabeza para atrás. -Pero centremos la atención en lo que me quieres decir.

Merlina vio el diario con ojos cautelosos antes de centrarse en el tema.

-Eugene me dijo lo de Tyler. -dijo con tono esperanzado. -Y Carmilla la visión de Tyler, es por eso que nadie ha ido a "encargarse de él", porque sabían que vendría, por mí.

Kazimir suspiró, de pronto se incorporó con gesto sorprendido como incrédulo. Se tallo los ojos con ímpetu antes de constatar que Merlina tenía en la cara una expresión tímida.

-¿Me perdí de algo?

-Tyler me gustaba antes de enamorarme de Enid. -respondió Merlina con tono más frío.

-Gustar y amar son MUY diferentes. Me refiero a tu expresión de esperanza que tienes al saber que Tyler está en Jericó. No como el saber que tienes una potencial mascota- monstruo a tu servicio -ladeó la cabeza curioso. -Aunque fuera el primer humano que te hiciera sentir algo... romántico, no es justificación para esa cara que tienes.

-Estuve pensando sobre lo de Goody y los libros. Así como la forma más rápida para volverme fuerte y poderosa.

Kazimir alzó la ceja comprendiendo a donde iba aquello. Se rasco la nuca pensativo y suspiro divertido. En toda la cara se le notaba el interés de un morboso ante la posibilidad de ver un buen drama amoroso.

-¿Funcionará? -le preguntó. -Si me enamoro esta vez de Tyler y son esos sentimientos los que sacrifique por el poder, ¿salvaría los que tengo por Enid sin necesidad de sacrificarlos nuevamente?

LUNA ROJA: INHERENTE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora