CAPÍTULO XLV: SECRETOS Y PROBLEMAS DE UNA FAMILIA

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Balthamos miraba con burla a Enid, que estaba de rodillas; jadeante con muchas heridas en el cuerpo. Agito su báculo y una línea irregular de sangre se dibujó en el suelo con un acuoso sonido de ironía, ambos se miraban con repudio por el otro, eso preocupo demasiado a Merlina, que estaba en las gradas detenida por Tyler y Kazimir que observaban todo con expresión concentrada.

Lo que debía ser una reunión simple se convirtió en un duelo gracias a que Balthamos había insultado la capacidad de Merlina para liderar algo en su vida, Enid la había defendido con implacables observaciones de su potencial y poder. El hombre no toleraba que alguien lo contradijera y menos que fuera insolente en una reunión donde solo brujas, magos y videntes podían estar.

-Un maldito perro como tú no tiene derecho a siquiera estar al lado de un Addams. -dijo el hombre golpeando el rostro de Enid con el báculo. -¿Cómo se atreve una creatura patética como tú estar aquí y hablar? -volvió a golpearla.

Merlina enfureció, quiso lanzarse a detener a Balthamos pero Kazimir negó con la cabeza, Tyler apoyaba a Merlina pero comprendía lo que estaba en juego, de esa situación debía salir sola Enid. Merlina intento dominar su furia, tenía que usar el cerebro y confiar en Enid.

Sinclair se alejó rodando del viejo antes de que este volviera a golpearle el rostro; se notaba cansada y a punto de quedar inconsciente por la sangre perdida como esfuerzo. Respiro hondo, visualizo a su contrincante, tenía que encontrar una forma de vencerlo sin recurrir a la enlobacion y menos a usar a Fenrir, ¡tenía que pelear mano a mano con un hombre que al menos portaba un arma! Comenzó a correr, el anciano la miro intentando entender lo que planeaba la chiquilla, esquivando una patada que iba a su rostro le aparto la pierna con un golpe del báculo entre los gemelos, Enid giro en el aire antes de con las garras conseguir arañarle la barbilla tan profundamente que un gran chorro de sangre manchara el suelo y parte del rostro de Enid que se alejó rápidamente.

-¡Maldita perra!

Balthamos se llevó la mano a la barbilla, la curo y se lanzó contra Enid en un arranque de colera. Los silbidos del báculo rompiendo el aire cuando bajaba y subía con velocidad eran como escuchar chasqueo de un látigo sediento de sangre, y era probablemente lo que era ahora esa enorme vara que intentaba golpear a Enid hasta romperle cada hueso del cuerpo a base de desquite por aquel golpe certero.

Enid retrocedía, intentando averiguar algún punto débil en la postura del viejo pero conseguía cubrirlos con ese báculo tan enfadoso. Entonces esquivaría hasta tener otra oportunidad como aquella anterior y esta vez rebanarle alguna extremidad para que la dejara en paz. Con eso en mente paso otros quince minutos esquivando y evitando un contacto más cercano con el viejo que ya no se limitaba a usar aquella vara si no que ahora usaba magia intentando herir a Enid.

-¡Basta, eso no era parte del duelo! -exclamo Morticia furiosa. -Es un combate cuerpo a cuerpo.

-¡Nadie pidió tu intervención! -bramo una mujer a metros de distancia. -Esto no te concierne, forastera.

-¡Soy esposa de Homero, un Addams! Así que voy a reclamar lo que tenga que reclamar porque tengo derecho de estar aquí. -repuso la mujer con fiereza.

Comenzó ahora una pelear en las gradas, donde se tiraban desde palabras de apoyo a Enid como a Balthamos, que ya había conseguido apuñalar a Enid en repetidas ocasiones, el cansancio fue tanto que en una de sus esquivadas la pierna cedió y no pudo moverse, Balthamos alzo el báculo para atravesar el pecho de Enid. Ya estaba por bajarlo cuando Merlina llego hasta él y le encesto un puñetazo tan potente que lo mando a más de diez metros de distancia; el puñetazo le rompió la mandíbula junto a más partes del cráneo al viejo.

-Merlina, ¿qué hiciste? -dijo Tyler corriendo hacia ellas.

-Enid, ¿estas bien? -pregunto Merlina girándose a ver a la chica. -Debí interferir antes, maldita sea.

LUNA ROJA: INHERENTE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora