LUNA ROJA: INHERENTE AMOR

CAPÍTULO V: LA "CHICA DE LA PROFECÍA"

Alto ahí, sí, tú. No me conoces pero soy el autor de este fanfic, solo estoy interrumpiendo tu lectura para recordarte de votar, eso me ayuda a saber que voy bien en lo que hago y, de paso, me levanta el ánimo.

***

Era un caos enorme, todos corrían de un lado a otro aullando y ladrando ordenes, se reunieron los mejores médicos y Enid entro en operación. El señor Sinclair estaba tan furioso que no pudo controlar su transformación y destrozo lo que encontraba, sus hijos estaban igual de iracundos, pero a diferencia de su padre, no podían transformarse fuera de la luna llena, así que se limitaron a gruñir maldiciones al bastardo que acababa de dispararle a su hermana.

Los guardias del lugar revisaban los dispositivos de seguridad y partían de la casa Sinclair, solo una sombra que parecía volar, se miraba en el suelo como navegaba como un ave vanidosa y de pronto estaba la figura del perpetrador en la ventaba y la abría. Luego la emanación de luz y nuevamente la sombra saliendo de la escena y volando como una creatura delicada hasta perderse en los límites de la visión.

-Un vampiro. -dijo uno de ellos como teoría. -Solo ellos vuelan cuando se transforman.

-Idiota, los puros se extinguieron desde el renacimiento, ahora son impuros y ellos solo beben sangre. En ancestro se encargó de restringirlos también.

- ¿Entonces qué? ¡No existen excluidos que sean capaces de esto!

La señora Sinclair estaba en silencio meditativo, tan concentrada que incluso esa faceta de ama de casa parecía una máscara creada a propósito. Alzo la mirada y vio a su marido siendo contenido por sus hijos con mucho trabajo, se unían más adultos y jóvenes pero era imposible, la mujer salió con paso decidido y se colocó frente a su iracundo marido y respiro hondo antes de convertirse también y poder contenerlo.

Era un espectáculo sin igual; dos vestías grandes y agresivas enfrentándose en un duelo fúrico, lastimosamente duro poco pues la señora (que tenía piel grisácea) consiguió subirse a los hombros de su marido y le mordió el cuello con firmeza y él cedió la victoria a ella y se relajó. Una vez recupero su forma humana y sin detenerse a mirar su desnudes confronto a su mujer que seguía transformada.

- ¡¿ES QUÉ NO TE IMPORTA ENID?! -ladro.

-Claro que sí. Es mi hija, pero destruyendo cosas no va a mejorar, Gabriel. Ahora necesito que te controles o de lo contrario no podremos pensar en ninguna solución.

Gabriel respiro hondo y asintió avergonzado. Su mujer solicito algo que la cubriera y a su marido. Unas batas provisionales sirvieron. Caminaron con el líder de la manada, Augustus Jaeger. Este revisaba algunas cosas cuando entraron a hablarle, con gusto los atendió a todos y cerraron la puerta.

-Fue un usuario mágico. -dijo Malory Sinclair con seriedad. -Un hechizo de camuflaje, lo leí cuando estudiaba artes oscuras en Nunca más. Te da cinco minutos de camuflaje, descansar un minuto y puedes volver a usarlo, la desventaja es que te deja sin magia por varios días.

- ¿Crees que siga cerca?

-Puede ser, a menos que tenga un vehículo pero no debe estar lejos, bajar esta montaña es un reto hasta para los mismos lobos.

- ¡MANDEN A UN EQUIPO DE CAZA! -Ladro Augustus.

Un total de quince de los mejores licántropos fueron mandados a buscar a aquel hechicero. Por la fase de la luna no era posible una conversión completa, los Sinclair concedieron sangre a los voluntarios y por dos horas podrían estar en su transformación para llevar a cabo la búsqueda. A solas el jefe Jaeger les pidió una reunión a solas y en privado.