CAPÍTULO XL: DISTANCIA

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Eran las nueve de la noche cuando bajaron al cementerio, no hablaron de nada más que Merlina explicando su interés en ir allí. Al parecer había otro túnel que iba desde un mausoleo hasta los terrenos de la escuela pero no sabía hasta donde, así que pretendía entrar y averiguarlo. Enid había tomado un medallón, aunque ella podía usar magia por el vínculo con el brujo o mago desconocido, algo dentro de ella prefería mantenerse alejada de la magia, porque los lobisones eran más de ellos mismos abrirse paso por su fuerza.

Merlina le explico cómo funcionaba el hechizo, era muy efectivo porque no era como tal invisibilidad sino reflejaban el entorno con tanta precisión que nada la apariencia de que no estaban. Se maravillo de pasar cerca de las personas y estas ni enteradas de su presencia. Entonces vio a esa vieja de Magdalena Carmody, quien usaba el apellido de su familia; de la cual descendía y fueron de los primeros peregrinos junto a Joseph Crackstone. Aquella vieja gárgola discutía con el alcalde sobre algo mientras señalaba a Nunca Más. Entraron al cementerio.

-Aquí esta. -dijo Merlina con ceño fruncido.

-Percival Artorius. -leyó Enid con sorpresa. -Según recuerdo, él se opuso a las ideas de Joseph y consiguió tratados de paz con los nativos.

-Un pariente de alguien que conocimos. -dijo Merlina sacando una llave de metal. -Valerie, tienes juna sangre respetable.

Abrió la puerta, un sencillo paso que tenía una placa en latín y en el suelo un bloque pesado de piedra tenía un símbolo de un ojo con lo que Enid percibía como delineador.

-El ojo de Ra. -explicó Merlina a Enid. -Es aquí.

Merlina comenzó a recitar algo en una voz ronca como melodiosa, al terminar un leve rumor de rocas chocando entre si se escuchó, después Merlina avanzo y antes de pisar la roca miro a Enid con gesto cauteloso.

-Sígueme y por nada del mundo vayas a alejarte.

Antes de que Enid pudiera decir nada, Merlina desapareció en el suelo. La sorpresa se disipo rápido, imito a Merlina y desapareció. Quien las venia siguiendo se acercó, tanteo el suelo pero este ya estaba solido nuevamente, con las mismas palabras que le escucho a Merlina, entro con más cautela y cerro el mausoleo en un movimiento de manos.

.

..

...

Enid había estado alerta en el túnel, esperando cualquier peligro pero este no apareció, desanimada siguió a Merlina al final del túnel que conectaba con una puertecilla a unos metros de la colmena de Eugene, que al verlas salir se mostró asustado como aliviado. Los tres regresaron a la escuela después de cubrir perfectamente aquello, Merlina le dijo a donde llevaba y Eugene dijo que usaría ese para ir a Jericó y salir de sorpresa. Entre algunos comentarios más, el chico se separó de ellas para ir a descansar. Ambas subieron a su dormitorio, se notaba tenso el aire hasta que Enid decidió que debía hablar ella.

-Merlina, sobre lo que paso aquel día...

Addams no se giró a verla, estaba revolviendo algo de su escritorio así que la atención estaba allí pero dejo saber que escuchaba a Enid. Armándose de valor, prosiguió.

-Lamento salir así y evitarte. Me tomó por sorpresa y... bueno, no supe cómo actuar después de eso. Pero te aseguro que no volverá a pasar, somos amigas y así seguiremos siempre.

Merlina saco un libro viejo del cajón y miro a Enid con un asentimiento de cabeza.

-Me parece bien. -se encaminó a su cama. -Volvamos a ser amigas, como acabas de mencionar.

-Bien... -susurró Enid, dudo antes de hablar. -El collar, yo... yo fui a la cámara de Tezcatlipoca a buscarlo, no lo olvide. De verdad yo quería encontrarlo, lo perdí en la transformación y-

LUNA ROJA: INHERENTE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora