LUNA ROJA: INHERENTE AMOR

CAPÍTULO XXXI: PEQUEÑO VIAJE (1)

Aprovechen la semana que les queda para pasar el mayor tiempo juntas. Eso les habían dicho todos, en especial Homero y Morticia que no dudaron en concretar una idea interesante: viajar. Lucas y Cosa habían propuesto un tour a los lugares donde podrían ir pero Enid no estaba interesada en visitar lugares malditos u oscuros. Los Sinclair estaban preocupados por la ausencia de su hija en la escuela pero Gabriel convenció a Malory de dejar a Enid pasar tiempo con Merlina y de paso, divertirse antes de que iniciara todo el relajo del fin del mundo.

-Es mejor si toman suficiente dinero y eligen por sí mismas sus citas y paseos. -dijo Tyler con tono pensativo. -Así disfrutaran esos momentos mejor que si alguien lo planea por ustedes.

-Oh, perfecto, ¿y de donde van a sacar dinero para eso? -exclamo Malory con histeria. -¡No trabajan! Y no tenemos dinero para que se vayan a viajar en una especie de "luna de miel adolescente".

-No representa problemas el dinero. -dijo Morticia feliz. -La familia tiene demasiado dinero, pueden tomar oro de la bóveda y solventar con eso los gastos.

-Es cierto. Merlina, puedes llevar una bolsa grande de doblones también, uno nunca sabe si se necesita para algunos imprevistos. -dijo Homero aplaudiendo feliz.

-¡Como pagar fianzas por homicidio! -exclamo Lucas riéndose divertido.

-Pensaba más en imprevistos como lugares románticos u hospedarse en buenos lugares. -Morticia ofreció con exquisita mirada perdida en recuerdos propios.

-¿Son ricos? -preguntó Malory sorprendida.

-No mucho. Tenemos tanto oro que podríamos decorar cada centímetro del vaticano con oro y joyas. -respondió Morticia agitando la mano despreocupadamente.

-Pero como si no trabajan. -insistió Malory.

-Madre, basta. No te metas en los asuntos de los Addams. -suplico Enid avergonzada pero intrigada del dato.

-No pasa nada. -agito la mano Homero divertido por la preocupación irracional al tema. -Son la familia de la novia de nuestra áspid, claro que responderemos dudas. Es importante constatar que los pretendientes son aptos para nuestros hijos, ¿verdad? Porque, cuando se casen nuestras hijas, el apellido Addams será el principal.

-¿Disculpa? ¿Casarse? -se levanto Malory. -No se pueden casar.

-Las leyes cambiaron, ellas sí que pueden. -dijo Tyler con severidad. -Hombres y mujeres pueden casarse entre ellos sin problemas.

Malory sintió la critica entre líneas, ¡ella no era homofóbica, por el amor a la luna llena! Le preocupaba la familia Addams, eran raros a todas luces y no se imaginaba que pasaría con Enid después de casarse, ¿qué tal que la torturaba? No, los había visto y nada de confianza le inspiraban como para que Merlina sostuviera un romance y amor normal por Enid. Al parecer su cara hablo por Malory porque Merlina tomo la mano de Enid con delicadeza y se dirigió a la señora con todo el respeto que ofrecía su excelente educación.

-Le juro que hare todo lo posible por cuidar de Enid. Mi vida, integridad y alma por el mejor cuidado de su hija. -se paro más derecha de lo usual. -Y si llegase a fallar en eso, usted misma puede asesinarme con sus propias manos.

-¡Merlina! -exclamó Enid asustada.

-Por favor, señora Sinclair. Si usted ve que fallo a este juramento, máteme. Prefiero el frio dolor de la muerte a saberme responsable del dolor y angustia de Enid.

Malory se removió incomoda, Gabriel se notaba orgulloso y feliz con aquellas palabras. Los Addams aplaudían orgullosos de las palabras de Merlina, eran una familia caracterizada por la fidelidad innata por lo que amaban. Los había visto y escuchado, incluso Cosa se desvivía por complacer a su esposa de una manera tan tierna y cuidadosa que parecían novios y no esposos. Su matrimonio con Gabriel era muy diferente, frio y seco como la distante verdad de que ambos eran mejores amigos que se casaron para guardar el secreto de Malory. Que ella no pudiera amar a Gabriel no significaba que el amor estuviera prohibido o limitado para los demás.