Capitulo 6

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SOFÍA GARCÍA.

Adriano me había avisado que estaba la cena ya servida, no tenía ganas de verla, pero moria de hambre y no tenía ganas de que me volviera a tratar mal.

Sali al jardín y la vi sentada en la cabecera de la mesa, me senté en la otra punta frente a ella, el cocinero había hecho pasta eso me hizo sonreír algo que para Francesca no había pasado desapercibida.

-Mañana tengo que viajar a Milán a cerrar unos negocios- me limite asentir con la cabez y a seguir comiendo en silencio- iras conmigo, así que ten tu maleta preparada saldremos en la mañana temprano.

No quería ni mirarla, la amenaza que le habia hecho a mi padre me dio miedo, pero me dolió que ni siquiera me haya escuchado.

Cenamos en silencio, luego de un rato me levante sin mirarla y pedí permiso para ir a mi habitación.

Me di una ducha y luego me acosté quedándome dormida a penas al tocar la almohada.
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A la mañana siguiente Sofía ya había preparado la maleta y bajo con ella al salón principal donde se encontraba Francesca hablando por teléfono, al ver a la rubia corto la llamada y le sonrio débilmente.

-Buenos días Sofía- dijo esta sonriendo sin poder dejar de mirar a la rubia que llevaba una falda ajustada al cuerpo y un suéter junto con unas botas negras, se veía hermosa.

-Buenos días- respondió seca y sin mirarla.

- Yo me tome un café, pero si tu quieres desayunar le diré a Anna que te prepare algo rápido.

-No, gracias solo comere una fruta- dijo esta yendo a la cocina y tomando una manzana y luego se dirigió a la entrada de la casa que habían varias camionetas negras.

La rubia ni siquiera le había prestado atención a la castaña lo que hizo que esta se sintiera culpable por haberla tratado mal la noche anterior, ya vería como se lo recompensaba.

Ambas subieron a la camioneta y se fueron rumbo al aeropuerto, ninguna quiso mirar a la otra por lo que Sofía se entretuvo mirando el camino hacia el aeropuerto y la castaña se entretuvo haciendo algunas llamadas.

Luego de varios minutos llegaron al aeropuerto y había un avión, al parecer era privado porque no veía a más personas que los matones de Francesca y el equipo de piloto.

Busco con la mirada a Francesca y la vio hablando seriamente con un hombre, la rubia se sorprendida al ver como está iba vestida, iba con un traje negro de falda, junto a unos tacones altos y en sus hombro llevaba un abrigo de piel blanca, sin dudas la mafiosa estaba como quería y la belleza que tenía esta, la rubia la sabia apreciar, sin dudas tenía un muy buen gusto de moda.

Francesca se dio vuelta y encontró a la rubia mirándola y le sonrio, pero esta enseguida le dio la espalda y subió al avión sentándose en un asiento y mirando por la ventana.

Francesca subió y se sentó frente a ella quitándose el abrigo y los lentes oscuros. Cuando el avión despego la castaña llamó a la azafata.

-Buenos días señora, mi nombre es Luisa y puede pedirme lo que usted desee.- Luisa miraba sin descaro alguno a la castaña y eso no pasó desapareció por esta.

-Luisa trae el desayuno- La morena asientio y luego de unos minutos trajo el pedido de Francesca.

-Si necesita algo más no dude en decirme- dijo esta con cierta picardia.

-Créeme que no lo dudaré- cuando la azafata se iba la castaña no pudo evitar mirarle el trasero y morderse el labio, cuando volvió a mirar a la rubia que tenía enfrente esta la miraba con una cara que no podía descifrar.

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