Disparo al corazón

Capitulo 7

La mafiosa esperaba en el loving a que la rubia bajara ya que que se le hacia tarde. La castaña iba vestida con un vestido negro ajustado al cuerpo y una chaqueta blanca. Ya había empezado a perder la paciencia esperándola, cuando se levantó para irla a buscar se quedó estática viendo a la rubia que caminaba hacia ella traía un vestido rojo color vino ajustado a su cuerpo y este tenía un escote que le dejaba ver el gran busto que está tenía.

Francesca sintió un gran calor recorrer por todo su cuerpo y no podía quitarle la mirada a la rubia, quería poseerla y hacer con ella lo que le diera en gana.

La rubia sintió la mirada penetrante de deseo con la cual la veía la castaña, pero no le incomodo de hecho en el fondo le agrado causar eso en la mujer.

Al llegar al club se sentía la música bastante fuerte por lo que Francesca tuvo que levantar la voz para que la rubia la escuchara, le dijo que ella tenía que resolver unos asuntos que se quedaría con uno de sus guardaespaldas que se llama Leo que le pidiera todo lo que ella necesitará.

La rubia se quedó en la barra con Leo detrás de ella y vio como Francesca entraba en una habitación que estaba apartada del centro de la pista y afuera de esta había un hombre alto y musculoso cuidando la entrada.

Luego de una hora Sofía se sentía aburrida y sola tomando los trago en ese lugar, extrañaba a su amiga Laura con ella en ese sitio si se estaría divirtiendo y mucho.

Varios hombres se acercaron a hablarle, pero Leo se había encargado de espantarlos sin que ella se lo pidiera, seguro había sido una orden de Francesca.

A la rubia le llamada mucho la atención saber que estaría haciendo la castaña en aquella habitación, le dijo a Leo que iría al baño y que la dejara un momento sola que se sentía sofocada.

Sofía se dirigió al baño y paso por la puerta en la cual había entrado Francesca y se la comia la curiosidad. La rubia estaba peleando con el hombre de la entrada que no la dejaba pasar así que le dio un rodillazo en los testiculos al tipo haciendo que este se retorciera de dolor en el piso.

Al entrar en la habitación se quedó de piedra al ver lo que había frente a ella.
Había una gran mesa y al rededor varios tipos con traje y en el medio de la mesa habían tubos con varias mujeres sin ropa bailandoles.

Sofía busco con la mirada a Francesca y la encontró sentada en una esquina aspirando una línea de cocaina y con una mujer que le bailaba a ella frotándole el trasero en la cara, a la rubia sintió como el diablo se le metía dentro de ella.

Francesca se encontraba hablando con unos socios de un negocio sucio que tenían, estaba aspirando una línea de cocaina y viendo como la mujer delante de ella le bailaba sensualmente, no era la rubia que a ella le traía, pero sin dudas el baile de esa mujer le había calentado, cuando Francesca levantó su mirada vio como la rubia peleaba con el guardia de la entrada.

-Mi scusi, torno subito- La castaña se disculpo son los hombres y se dirigió a la salida, tomo fuerte del brazo a la rubia y la saco de ahí apoyándola contra la pared a la salida.

-¿Se puede saber que carajos haces? Te dije que te quedaras en la barra con Leo- dijo molesta la castaña sosteniendo los brazos de la rubia y apoyándola contra la pared.

-Si claro, mientras me dejas sola ahí tu estas divirtiéndote con esa prostituta que te estaba restregando el trasero en la cara.- si la castaña estaba molesta la rubia lo estaba mil veces más. - Ni siquiera puedo hablar con alguien porque tu matón espanta a toda persona que se me acerca.

-Lo único que tenias que hacer era esperarme ahí.

-Para eso me hubiera quedado en el hotel, pero no quisiste prefieres que me quede sola y aburrida en una barra mientras tú disfrutabas de esa prostituta con tus amigos.