Capitulo 49

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SOFÍA GARCÍA.

Estos días han sido mágicos, Francesca me ha mostrado una parte de ella que me ha dejado hechizada en cuerpo y alma, hemos tenido momentos que no dudo que se han grabado en mi corazón para nunca olvidarlos, recuerdos como; Cocinar juntas, corretearnos por toda la playa, cabalgar juntas y que ella me enseñará a conducir una moto de agua, momentos fogosos como lo fue nuestra primera vez, follar en la arena, sobre la cocina, en el mar u en el jacuzzi si bien ella es muy dominante y brusca se ha controlado estos días enfocandose en hacerme el amor de una forma suave y apasionada a la vez.

Me siento más rara que antes, ya no siento las famosas mariposas u el zoológico en mi estómago, siento un fuego en mi interior junto con otras sensaciones que se expanden por cada vena, hueso y átomo de cada rincón de mi cuerpo, verla sonreír me da... felicidad, me hace sentir llena y cuando me hace el amor su forma de mirarme como si fuera una Diosa a la cual ella estuviera venerado en ese instante, me hace sentir una Diosa, como si me pusiera en la cima de una pirámide y yo fuera su tesoro más preciado, tal vez no sea tan así, pero son momento donde me siento la dueña del mundo a su lado y me encanta, pero me encanta sentirme la dueña de su mundo no la del resto.

Creo que si me dieran a elegir entre volver a mi antigua vida antes de conocerla u pasar el resto de mi vida como los últimos cinco días, no dudaría en escoger la segunda, sólo por ella y por mi, por como me hace sentir y como yo creo hacerla sentir.

Francesca es más letal que todas las drogas juntas y lo sabes, sabes que eso te podría hacer daño, pero si las casualidades de la vida te ponen en el lugar y decides probarla, estarás perdido de por vida... o tal vez no, yo no estoy perdida, creo que me halle a mi misma a través de la droga letal de sus labios, no quiero sasciarla y es prácticamente imposible de hacerlo.

No cambiaría nada de los últimos meses, tuve que tener este viaje para darme cuenta de mucho, darme cuenta de cosas que ya sabia pero me eran imposibles de aceptar. Si me hubiesen dicho que me enamoraría de una mafiosa, habría rogado que me internaran en un centro psiquiátrico, que equivocaba estaba.

Enamorarme de Francesca fue algo caótico, apasionado, frágil e inesperado que me pudo pasar, no me arrepiento de nada, no me arrepiento de conocerla ni de amarla... Por que si, me enamore de ella, lo supe justo ahora observándola dormir luego de haberme hecho el amor toda la noche.

Tiene su rostro relajado, ya no tiene las ojeras con las cuales llego a la isla, su semblante serio e indiferente se quedó en Italia, sus labios rosados y carnosos están hinchado debido a mi necesidad de moderla y besarla con ansias.

Sonrio ampliamente y dejo un beso suave en sus labios y me acuesto sobre su hombro, aferrándome a su cuerpo y cayendo en los brazos de morfeo.

Los rayos del sol que se filtraban por la gran puerta comenzaban a molestarme, abrí los ojos y me encontré con una sonrisa brillante y unos ojos avellana observándome atentos, los oyuelos se formaban en las mejillas de la bella mujer que me miraba sonriente.

-Buongiorno, signora Amatos.
(Buenos días, señora Amatos). - Dice sonriente.

Sonrio y me acuesto boca abajo sonrojada debido a la forma en la que me llamo.

Francesca comienzo a repartir besos húmedos por mi espalda desnuda hasta mi cuello, muerdo mi labio y jadeo.

-Avrei preferito che mi svegliassi così e non con i raggi del sole.
(Hubiera preferido que me despertarás así y no los rayos del sol).

-la prossima volta posso svegliarti con il sesso orale.
(La próxima vez puedo despertarte con sexo oral). -aprieta mi seno izquierdo mientras muerde bruscamente mi cuello.

Disparo al corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora