Capitulo 32

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(Maratón)

SOFÍA GARCÍA.

Llevo dos días agotada con todas los preparativos de la boda... mi boda y es que debemos hacerlo lo más rápido posible según Francesca ¿El porque? Todavía no lo se ya que que con la Señora Amatos nunca se puede saber el porque de las cosas y para ella es tan fácil pedir todo ya porque ella solo paga y yo me estreso porque siempre quise que mi boda tuviera todo lo que me gusta... aunque está sea solo por conveniencia

Estaba tirada en mi cama, mirando el techo y muy casada ya que hoy estuve eligiendo la decoración de la boda y la comida la elegiré mañana junto con Anna ya que ella sabe los gustos de la "Señora Amatos"

Todavía siquiera no he podido parar para poder asimilar que en unos días me voy casar... con una mujer y para hacer cartón lleno es una criminal, la cual no deja mi cabeza en paz y vive metida allí todo el día.

Francesca se ha mantenido trabajando mucho estos dos días luego de la fiesta, fiesta la cual me desagrado gracias a esa pelirroja que todavía recuerdo y quiero arrastrarla de los pelos por toda Sicilia, todavía no se porque diablos me enfada tanto aquellas cosas que esa mujer dijo

Pero a la conclusión que llegaba es que ella intento humillarme y pues yo no voy a dejar que nadie intente limpiar el piso conmigo así que solo me defendí... pero la otra conclusión que decido ignorar es que me dieron celos de siquiera pensar en Francesca besando a esa arpía y como ya dije es la conclusión que es mejor ignorar.

Laura volvió a España ya que le darían el traslado de allí para el hospital Sicilia donde trabaja mi madre

Según ella no quería dejarme sola y ella tampoco quería quedarse sola en España, ya que lo único que tenía allá era su madre que falleció hace 5 años.

Mi madre estaba de guardia en el hospital y mi padre... bueno... según Francesca lo tiene en un hospital donde tratan ese tipo de adicciones que sufre mi padre, mucho no me dijo y aunque le insistí solo dijo que ella no le haría nada malo y que el estaba bien, confíe en ella y no volví a preguntar más, pero no soy una estúpida yo se que hay algo más detrás de esto, algo que ni mi padre ni Francesca quieren decirme, pero como dicen: "El Tiempo saca a la luz la verdad y el es el que se encarga de poner cada cosa en su lugar".

Sentí como golpearon la puerta y me queje frustrada levantándome de la cómoda cama en la cual deseaba ya dormir.

Abrí la puerta y era un guardaespaldas de Francesca.

-Signorina Sofía, mi dispiace disturbarla, ma la signora Amatos mi ha ordinato di portarla dove si trova e di vestirmi elegante.
(Señorita Sofía, lamento molestarla pero la Señora Amatos me ordenó que la llevara donde ella se encuentra y que se vistiera elegante).

- Si, si... ella solo ordena, a última momento quiere que me vista elegante ¿Acaso tú Señora no sabe lo que me tardo en arreglarme? - dije molesta y el hombre musculoso me miraba tratando de entender el idioma en el cual hablaba.

-Sarò pronto in un'ora (En una hora estaré lista).- este asintió y se marchó.

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Entre a un Restaurante luciendo un hermoso y elegante vestido azul oscuro el cual se amoldaba muy bien a mi cuerpo y dejando al descubierto mis hombros y pecho combinando a juego con unos zapatos de tacón del mismo color.

Un chico de traje se me acercó y me guío hasta el fondo del salón en una zona más privada en donde se podia notar que solo eran personas sumamente importantes las que podían disfrutar de aquella privacidad del salón.

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