FRANCESCA AMATOS.
Pude ver como Sofía frunció el ceño al ver en el lugar donde la camioneta se detuvo, el callejón estaba desolado, oscuro y frío. Suspire y baje del vehículo arreglando mi traje negro le extendi la mano a Sofía la cual tomó rápidamente, podía sentir el miedo que le provocaba ver un lugar tan sombrío y frio.
Los guardeespaldas se quedaron en las camionetas y caminamos las dos solas unos metros donde había una escalera poco iluminaba que nos guiaba a un piso subterráneo, donde allí se encontraba mi verdad.
Bajamos las escaleras lentamente y seguimos por aquel pasillo que era débilmente iluminado por lámparas que el foco titilaba la poca luz que tenía, la rubia a mi derecha se aferro fuertemente a mi brazo pegándose a mi cuerpo, tenía frío y tenia miedo, podía sentirlo en su cuerpo.
Cada vez que recorría este pasillo me invadían los recuerdos, el motivo del porque vengo aquí a satisfacer la oscuridad que me caracteriza, la oscuridad que me invade y no me suelta.
Cuando conocí a Sofía quise pensar que no era un monstruo y que podía ser mejor, pero cuando ella me lastimo al rechazarme... el dolor me guío aquí y supe que ella no merecía alguien como yo, merecía más que un alma desolada la cual solo era nido de tormentas y refugio de lamentos, eso soy un camino sin libertad.
Nunca me sentí mal por ser lo que soy y hacer lo que hago, hasta que llego ella y quería y quiero que se fije en mi, pero no puede amar solamente a la mujer que fui en aquella playa, debía ver mi otra mitad la cual el mundo si conoce, de ella ahora dependía si puede aceptarme y aceptar mi infierno junto con cada demonio que habita en el.Nos detuvimos frente un gran porton de hierro que no dejaba ver ni oir lo que había detrás de él a cada lado del portón habían dos guardeespaldas musculosos y armados hasta los dientes, nadie debía entrar aquí, solamente yo y Adriano quien era el que se encargaba de supervisar todo antes de que yo llegará.
Mire a Sofía, quien observaba aquel hierro como inexpresiva, no veía miedo ni pánico en su rostro, creo que muy en el fondo ella sabe que es lo que puede encontrar al atrevesar el umbral, no había vuelta atrás ni para mi, ni para ella, ahora todo quedaba en sus manos, yo quedaba en sus manos.
Mirada fría, rostro inexpresivo y alma oscura, eso es lo que soy al venir aquí, eso es lo que soy cuando no estoy con mi diosa, di la orden y los guardias abrieron el porton con esfuerzo ya que era demasiado pesado. Sofía tomó fuertemente mi mano y cruzamos el umbral.
El lugar estaba totalmente oscuro y aquel olor invadió mis fosas nasales, olor a azufre, a sangre, a orina y excremento, sentí como Sofía soltó mi mano y la llevo a su nariz para evitar aquel olor asqueroso que el lugar tenía.
Conocía cada espacio de ese lugar, lo conocía de memoria y sólo yo podia encender la luz ya que todos lo tenían prohibido, solo era yo a quien ellos podían ver, su pesadilla, su miedo más grande y verdugo más cruel, subí el interruptor que había a un lado del portón, se encendió la luz dejando ver mi parte más oscura y cruel.Dentro de aquel inmenso calabozo habían pequeñas celdas sucias y repletas de personas totalmente heridas, muertas de hambre, sucias y totalmente consumida por la locura. Algunas de esas personas estaban encadenadas de pies, de manos incluso algunas tenían cadenas en el cuello, pero no era eso lo peor, habían otras que tenían coronas de espinas, tornillos en el cráneo a algunos le faltaban parte de sus cuerpos y a otros les faltaban pedazos de piel que dejaba ver la carne viva y hasta los huesos de su propio cuerpo.
Sofía tenía lágrimas en los ojos al ver aquel lugar repleto de personas torturadas hasta la locura, personas que yo torturó y lo cual me da placer, placer de saciar mi dolor con el dolor de alguien más, pero no de cualquiera, de personas que me traicionan u que traicionaron a mi familia.
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Disparo al corazón
Roman pour AdolescentsSofía García es una enfermera de 22 años con una vida sencilla y tranquila luego de mudarse a España, pero esa tranquilidad se acabará cuando viaje a Italia a ver a su madre y al enterarse que su padre tiene problemas con la familia más importante d...