Capitulo 37

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SOFÍA GARCÍA.

A penas pude dormir anoche, no podía quitarme de la cabeza aquellas imágenes de la noche anterior que golpeaban mi memoria. No voy a negar que no lo disfrute, pero ella está sacando un lado de mi que ni siquiera sabía que existía y la verdad es que no se que pensar de todo lo que siento y sucede, tal vez esa es la solución... no pensar.

Aun no tengo claro lo que siento por Francesca no se que si solo es deseo o si hay algo mucho más grande que eso, solo el tiempo puede decírmelo y luchar contra ese sentimiento que habita en mi, consume todas mis energías y tratar de detenerlo solo hará que postergue algo que ya sucede, es que mi forma de ver las cosas cambiaron ayer cuando vi esa Francesca que es probable que nadie más haya visto.

Aun tengo prejuicios hacia ella, no es fácil toda esta situación y se que ella me oculta cosas, cosas que por una parte me da miedo describir, pero esas dudas son las que no me dejan liberar esto que me esta sucediendo, pero lo que vi en la fundación sembró algo dentro de mi y la verdad es que me gustó lo que vi, tal vez fue más que gustarme.

Hoy hacia mucho frío por lo cual opte por usar un suéter rojo junto con unos jean y botas negras, baje a la cocina y me llevé la sorpresa de ver a mi madre sentada desayunando junto con Laura y Anna.

-¡Mamá! - la abracé fuerte - no sabía que vendrías.

-Quise darte una sorpresa hija- dijo sonriendo.

-¿O preferias ver a Adriano? - la mire picara y ella me miró seria.

-Ni me hables de ese idiota- Laura y yo la miramos sorprendida mientras que Anna se reía.

-¿Y ahora que sucedió? - pregunto Laura.

-¿Puedes creer que el día de la boda prefirió estar con sus amigos gangasters que conmigo? - pregunto enojada.

- A todo esto ¿Tú que tienes con Adriano? Porque siento que me perdí de algo- pregunte.

-La verdad no se, aveces me hace sentir que le intereso y otras veces es distante. Si cree que voy a ser una más de sus conquistas esta equivocado, yo soy una mujer grande y quiero estabilidad, pero al parecer el solo es un niño que le da pánico el compromiso, tal vez sea mejor que me olvide de él. - dijo desanimada mirando su taza de café.

- Pues no sabe lo que se pierde.- dije acariciando su espalda y Laura la abrazo.

-Por cierto ¿Cómo te fue ayer en la fundación que te regalo Francesca? - pregunto mi madre.

Lo cierto es que ya les había contado del regalo de bodas que Francesca me había hecho, estaba tan emocionado que les conté llorando, pero obvio... sin Francesca presente, ella no tenía porque conocer ese lado mío todavía, el cual me emocionó por todo y lloro sea feliz u triste.

- Muy bien, el lugar es precioso al igual que el personal laboral y los niños, aunque estos tienes unas historias muy duras pero me alegran que tengan educación y cuidados médicos mientras alguien pueda adoptarlos.- dije sonriendo.

- Francesca se lucio con ese detalle- sonrio Laura.

-De hecho si, también dijo que no solo puedo manejar la fundación si no que también puedo trabajar allí como enfermera.

-Me alegra mucho que por fin tengas uno de tus sueños y puedas también ejercer la carrera que tanto te gusta.- mi madre me acaricio el pelo sonriéndome.

-De hecho quería preguntarte Laura si querías trabajar conmigo en la fundación.- Laura me miro sorprendida. - se que dejaste tu trabajo incluso tu novio solo para estar aquí en Italia conmigo.

Disparo al corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora