Capítulo 17

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Oración a la inmaculada concepción

Oh santísima inmaculada concepción, hoy en este día encendemos una luz en representación de nuestra fe hacia ti madre santa, que entregaste todo tu ser para dar vida a nuestro señor Jesucristo.

Oramos hoy al calor del fuego que emanan estas velas, que hemos encendido una a una, con una intención en especial. Concédenos madre santa cada favor que te hemos encomendado, cúbrenos con tu manto celestial y guíanos por el camino del bien.

Santa María, madre de dios, recibe estas luces que hoy encendemos en tu nombre, que cada una de ellas llegue hasta cada uno de los miembros de mi familia y amigos. Para que gocen de buena salud y tengan éxitos en todos sus proyectos.

A todos mis lectores colombianos: hoy en esta noche de tradición les pido tengan en sus oraciones a mi sacrosanto padre, acabamos de iniciar con sus quimioterapias y nos queda un largo recorrido por hacer.

Les dejo este nuevo capítulo en agradecimiento a sus oraciones.


Los días comenzaron a pasar en la finca de los Calle, quienes se encontraban felices de ver como se daba inicio a las remodelaciones de la casona tomando en consideración las aportaciones que María José le hizo a Juan buscando darle un toque moderno, pero manteniendo esa parte rural que le daba su peculiar personalidad.

A pesar de lo ocupados que todos estaban con las actividades en la casona y sus alrededores con la construcción de las cabañas y las remodelaciones y mejoras en las zonas que se usarían para los tours, todos se dieron tiempo para que antes de que Juan Carlos se marchara se pudiera llevar a cabo el bautizo del pequeño Alejandro, situación que tenía en suma ansiedad a Daniela.

-Gorda vas hacerle un agujero al piso-menciona María José observando a través del espejo del baño como Daniela caminaba de un lado al otro frente al armario de su habitación ya en la cabaña, ella se encontraba dándole los últimos toques a su maquillaje quedando lista para salir rumbo a la parroquia del pueblo donde se llevaría a cabo la ceremonia de bautizo para el pequeño niño que se había vuelto muy risueño y a quien María José y Daniela amaban con el alma- caminar de un lado a otro no va acabar con tu ansiedad.

-Lo sé, pero no sé qué más hacer, la espera me está matando, pero si me pongo a pensar en que lo que sigue es salir rumbo al pueblo me siento peor- su caminata se ve interrumpida por una perfectamente maquillada María José, quien la toma por los hombros, le mira fijamente a los ojos y con una simple sonrisa la relaja.

-Tranquila, respira conmigo, inhala-le guía la inhalación haciéndola profunda- exhala- menciona al tiempo que va arrojando lentamente el aire por su boca, realizando esta acción en un par de ocasiones más hasta lograr sentir a Daniela tranquila- ¿mejor?

-Si- menciona en un suspiro- contigo a mi lado todo es mejor- logra colocar una sonrisa en la pelinegra quien le deja un corto pico en los labios.

-Ahora ocupo tu opinión sincera- se separa de la castaña y da una vuelta mostrando su atuendo para la ocasión el cual constaba de un traje de dos piezas en color negro- ¿tengo pinta de ser una madrina seria y responsable?

- Tienes pinta de mujer fatal-responde Daniela- te ves hermosa y así como eres mi salvación para ciertas cosas, eres mi perdición para otras.

-Boba- se aleja en búsqueda de su bolso donde coloca un pequeño espejo junto con un labial y otros productos de bolsillo para retocar su maquillaje en caso de ser necesario- ¿estas lista? –voltea a mirar a Daniela que se encontraba frente al espejo de cuerpo completo observando su atuendo, ella optó por un vestido suelto de la cintura para abajo en un estampado florar, con un maquillaje natural y el cabello suelto en ondas.

Amor a la medidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora