Capítulo 18

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La buena: hay capítulo nuevo

La mala: es solo uno 

Lo que compensa: es un smut

A quien no le guste este tipo de contenido: no lleva nada relevante a la historia, es simplemente darle gusto al gusto

A quien si le guste este tipo de contenido: Enjoy



- ¿María José? – Daniela habla en un tono alto al entrar en la cabaña y encontrarla en penumbra, su padre le había pedido que revisaran algunos números y datos sobre los nuevos fertilizantes que les estaban ofreciendo ya que la compañía con la que trabajaban había cerrado y necesitaban encontrar los sustitutos ideales ya que sus reservas se acababan, por lo que después de la cena ellos se encerraron en el despacho y la pelinegra volvió a la cabaña alegando encontrarse cansada para ser alcanzada por Daniela poco más de una hora después- ¿gorda? ¿estas dormida? –cuestiona al tiempo que atraviesa la sala y se dirige a las escaleras para encontrarse con la habitación iluminada tenuemente por velas aromáticas que se encontraban colocadas estratégicamente sobre el piso y la guiaban en dirección al cuarto de baño.

-Hola- menciona María José sentada en bata de baño en la orilla de la tina con un par de copas de champaña.

-Gorda ¿Qué es todo esto? –cuestiona Daniela acercándose temerosa a la pelinegra- ¿estamos celebrando algo?

-Sorpresa-menciona una vez tiene frente a si a la castaña, le deposita un corto beso y al separarse le ofrece una de las copas- estamos celebrando un nosotras- sonríe chocando su copa con la de la castaña para después ambas beber un trago y dejarlas sobre la mesita que había colocado junto a la tina y en la cual había un plato con fresas con chocolate y la botella en su enfriador- ahora déjame desvestirte para que te metas a la tina y podamos tomar un baño con sales relajantes.

-Majo- menciona en un suspiro Daniela al sentir como las manos de María José comenzaban a desabrochar los botones de su camisa y al ir en dirección descendiente llegar a la hebilla de su cinturón causando un escalofrío que le recorrió de pies a cabeza- yo puedo desvestirme sola-comenta en un sonrojo que no sabía si estaba siendo producido por pena, excitación o una mezcla de ambas.

-Lo sé, pero estoy amando ser yo quien te desnude- menciona bajando de un tirón el cierre del pantalón de la castaña y esta le toma las manos para que termine de quitarle la camisa y el sujetador, quedando sus pechos al aire cosa que distrajo a la pelinegra y fue en ese momento de distracción que Daniela aprovechó para bajar su pantalón y colocar sus manos en la cinta de la bata de baño que María José portaba.

-Y yo ¿te puedo desnudar a ti? Porque no me parece justo que yo esté semidesnuda y tú todavía lleves esa bata contigo- juguetea con la bata de la pelinegra.

-Solo si me dejas ser yo quien se deshaga de esa última prenda que llevas- señala el bóxer y las manos de Daniela pasan de la bata a las manos de María José y las coloca en la orilla de su prenda íntima- ¿puedo?

-Todo tuyo- responde y la pelinegra baja lentamente la ropa interior observando como callecito comenzaba a responder a esos pequeños roces.

-Y toda tuya- menciona María José una vez se puso de pie y le toma la mano a Daniela para que suelte su bata la cual una vez quita coloca en el perchero donde colgaban las toallas y batas, se toman de la mano y se colocan dentro de la tina dándose un baño de espuma con esencias relajantes tomándose el tiempo de brindar por ellas, por la noche, por las nuevas experiencias, además de darse de comer las fresas y no dejar de besarse en todo momento.

Amor a la medidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora