Capítulo 22

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-Buen día Lucia- la gentil voz de Juan Carlos se hizo presente al otro lado de la línea telefónica- ¿lista para volver a la finca?

-Buen día don Juan Carlos- menciona la chica que había dormido poco y llorado mucho por lo que su voz sonaba algo rasposa- si ¿podría decirle a su chofer que suba para ayudarme con mi equipaje? He decidido volver a la finca de forma definitiva y si no es mucha molestia llevar todas mis cosas en su avión, ¿tiene algún inconveniente?

-Por supuesto que no pequeña, estamos aparcando fuera de tu edificio ¿Qué apartamento? Para decirle a Nando.

-416-responde la chica- gracias por todo don Juan Carlos.

-No tienes nada que agradecer, Nando va saliendo para allá así que espera su llamada para que le abras- el hombre colgó la llamada- Nando por favor vaya a ayudar a la niña Lucia con su equipaje, algo debió ocurrirle para que haya decidido regresar a la finca después de solamente cursar un año acá.

-Claro que si patrón-responde el hombre- ¿apartamento 416?

-Así es, ella ya te está esperando- menciona el hombre regordete, quien observa como su chofer baja para adentrarse en el edificio y le envía un mensaje a Germán ya que tenía varias llamadas perdidas del hombre y asumió que deseaba saber la hora en la que llegaría por lo que fue sencillo ante el mensaje: "ya estoy donde Lucia, en aproximadamente dos horas estaremos en la finca, tranquilos, llegaremos con tiempo de sobra para la inauguración". Después de ese mensaje la morena irrumpió en el auto mientras que Nando se encargaba de poner el equipaje de la chica en el maletero de la camioneta- Vaya, creo que no has pasado buena noche- menciona el hombre- creo que preguntar cómo estás sale sobrando –menciona al ver los ojos hinchados por tanto llorar de la morena- ¿quieres hablarlo?

- No realmente- responde la chica con seriedad.

- ¿un abrazo? –coloca una sonrisa a medias y una mirada comprensiva por lo que la chica asiente entre lágrimas y se abraza al hombre regordete esperando que esta sea la reacción de su padre cuando le cuente que está embarazada.

-Gracias- responde la chica una vez ha vuelto a su lugar para colocarse el cinturón de seguridad, ya que la camioneta se encontraba en marcha.

-No hay de que pequeña, no he hecho nada extraordinario, simplemente soy un padre consolando a una hija de lo que parece ser un corazón roto-responde Juan Carlos amablemente- ahora olvida todo y vayamos a tu hogar, ahí encontraras la paz y el apoyo necesario para continuar adelante- la chica asiente con un movimiento de cabeza- y tal vez en un futuro vuelvas a la capital a terminar lo que estas dejando inconcluso.

Después de eso el camino hacia el aeropuerto y el vuelo hacia la finca se llevaron a cabo en completo silencio, sin embargo, bastó poner un pie en el aeropuerto de la zona cafetalera para que Lucia comenzara a estar sumamente ansiosa. El camino a la finca se le hizo eterno a la morena quien acabó con todas las uñas de sus manos y que, al encontrarse en la puerta de la cabaña de sus padres, inhaló profundamente para armarse de valor y entrar en el espacio que, si ellos la aceptaban, se volvería su hogar y el de su pequeño.

-Bueno, al mal paso darle prisa mi pequeño- se toma el vientre con una mano y con la otra toma el equipaje de mano, el resto de sus pertenencias las llevaría Edgar una vez acabara de instalar a Juan Carlos en la casa grande- hola ¿hay alguien en casa? - cruza el umbral de la puerta, que, como era costumbre en su madre, se encontraba abierta- vaya, es completamente diferente al como lo imaginé- menciona para sí misma entrando en la cabaña, que si bien era de las mismas dimensiones que la de Daniela, se veía completamente diferente.

Amor a la medidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora