Capítulo 46 Final

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Hemos llegado al final de esta historia.

Les debo los epílogos, la verdad es que entre el trabajo y la festejancia cumpleañera no me ha dado el tiempo para escribirlos (son tres que nos van a ir llevando por eventos de diversos personajes en un par de años posteriores al final).

Sin mas preámbulo les dejo un poco antes de lo esperado con el capítulo final de Amor a la Medida

-Salió la camioneta del hotel, al parecer van rumbo al punto de entrega- menciona JJ llegando junto a una Mafe escondida entre los matorrales de la finca Camacho- no alcancé a ver quienes iban dentro, la oscuridad de la noche y lo polarizado de los vidrios no ayudan, pero eran varias las sombras que se percibían.

-Descuida, al menos sabemos que ya salieron y que tendremos cerca de dos horas y media para entrar a la casa grande de los Camacho y encontrar la puerta que nos lleve al bunker- menciona caminando con precaución rumbo a la casa grande, donde minutos atrás su hija se vestía en compañía de María José situación que la llenó de repulsión- recuerda, el plan es simple: entrar al bunker, inmovilizar a la amante de la fenómeno y llevarnos al bastardo, salir en dirección al auto y conducir alejados de las calles principales hasta que lleguemos al punto de entrega donde ya no habrá nadie debido a que estarán buscando al bastardo y así podremos huir tranquilamente en el vuelo de media noche hacia Cartagena.

- ¿Qué haremos con el niño? –cuestiona JJ quien sabía que era un plan arriesgado pero que si se llevaba al pie de la letra se podría llevar acabo a su favor.

-Nos deshacemos de él cuando ya estemos en el aeropuerto a punto de abordad, al final lo necesitamos para poder escapar y si en el aeropuerto hay problemas él será nuestra moneda de cambio.

-Perfecto, en ese caso, manos a la obra- menciona JJ abriendo la ventana de la habitación donde horas atrás vieron a Daniela y María José y que implicaba ser la única habitación de la casa grande que está abierta y con menos trabajo por hacer.

Por su parte, en la camioneta del hotel el silencio imperaba, ninguno sabía que esperar de esa entrega, el comandante Ramírez había hecho hincapié en que el dinero se marcara y se le pusiera algún método de geolocalización en caso de que los maleantes se salieran con la suya y pudieran llegar hasta el, consejo que los Calle tomaron por lo que estaban tranquilos en ese aspecto, además de que el dinero no era algo que les importara, sobre todo ahora que a Juan Carlos le regresarían de manera íntegra todos sus bienes y que el patriarca de los Garzón haría cualquier cosa por mantener a salvo a su nieto.

-Este va a ser un largo recorrido- mencionó entre dientes Germán al ver el ambiente que dentro de la camioneta se respiraba.

Mientras tanto en una carretera en dirección contraria, Manuela y Randy comentaban la ruta trazada para escapar de Mafe.

- ¿estás seguro que esta es la forma más sencilla? –cuestionaba Manuela al ver que les esperaban cerca de 16 horas consecutivas al volante hasta llegar a Quito.

-Lo estoy, tenemos pasaportes con nombres diferentes por lo que pasar la frontera no debe ser un problema, a diferencia si vamos a la capital donde el tiempo del trayecto es menor, pero corremos el riesgo de que al estar más cerca de la zona cafetalera y con el poder restaurado del padre de María José corramos el riesgo de que nos vinculen a Mafe porque estoy más que seguro de que la van a atrapar, de esta no va a salir bien librada y nos va a querer involucrar a nosotros también.

-Yo no me preocuparía por ella- menciona Manuela- estoy segura de que encontrará la manera de salirse con la suya o al menos debe de tener algún plan de escape.

-Por lo mismo debemos de estar lo más lejos posible de aquí, si vemos que nos están buscando las autoridades nos escondemos en alguna comunidad y desaparecemos por un tiempo del ojo público y ya después nos vamos a Tailandia, lo principal aquí es irnos lejos antes de que todo explote- Randy toma la mano de Manuela y le deja un beso para continuar conduciendo por un largo trayecto hasta que Manuela decide poner a cargar su teléfono, el cual había apagado desde la tarde por lo que al momento de encenderlo varios mensajes de Mafe saltaron en la pantalla.

Amor a la medidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora