Capítulo 44

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Mis estimadxs lectores:

Esta semana ha sido una muy saturada de trabajo, a tal grado que solo les pude escribir un capítulo.

Próximos capítulos incluyen el final y epílogo.

Ha sido un placer leerles en sus comentarios y que me hayan acompañado en esta travesía de escritura por los últimos meses. 

-Dany, amor- Manuela se lanza a los brazos de la castaña que la recibe con pena- que bueno que por fin estamos juntas.

- ¿Cómo te sientes? Lamento la muerte de tu padre- dice comprensiva ante la situación por la que pasa la mujer que, hasta hace algunos meses, consideraba como la candidata ideal para pasar el resto de sus días.

-Ahora me siento mejor- dice aun aferrada al pecho de Daniela a pesar de que esta la había soltado ya que se sentía aprisionada- contigo a mi lado todo es mejor.

-Manu, sabes que eso no te lleva a ningún lugar adecuado-menciona Daniela seria, tiene claro que el momento por el que pasa Manuela no es el mejor, pero por otro lado el amor de su vida y su hijo corren peligro y no saben de quien es que se deben de cuidar- si vas a estar bien es solo por ti, no por una relación conmigo.

-Hablas como si no quisieras consolarme- se separa un poco para ver la seriedad en el rostro de la castaña, sabe que algo no está bien, la conoce a la perfección y puede jurar que ha regresado con María José, pero eso se sale de los planes de Mafe, aunque no de los suyos: una playa paradisiaca y la compañía de Randy no pinta nada mal- ¿pasó algo? ¿Cuándo será la boda? ¿en qué quedaste con el organizador?

-Será mejor que nos sentemos- menciona con el mismo tono y la conduce a la cama donde ambas se sientan- Manuela la verdad es que no contraté nada.

- ¡¿Qué?! ¿no te cayó bien? ¿tienes a alguien mejor para el evento? - cuestiona tratando de ganar tiempo e ir planeando en su cabeza una estrategia para poder salirse con la suya- oh, ya se, quieres hacer todo tu, amor eso es lindo, supongo que ahora que solo seremos la familia cercana no necesitamos de alguien que nos ayude con la organización.

-Manuela no hay manera de que esto sea sencillo para mí- menciona Daniela con dificultad, a pesar de todo no quiere quedar como la maldita que hizo que su prometida dejara todo para dejarla a escasos pasos del altar.

- ¿sencillo? ¿de qué hablas Daniela? ¿me estas asustando? ¿está todo bien aquí?

-La verdad es que no- dice con pesar recordando por todo lo que han pasado los últimos días- han sido días bastante difíciles.

- ¿tu nana está bien? Cuando bajé por agua a la cocina no la vi y Valeria no me dio mucha información, solo que no estaba- menciona haciéndose la preocupada.

-Ella está bien, a su hijo lo hirieron y fue con él al hospital, cuando el médico les indique lo traerá de vuelta a la finca.

- ¿entonces? ¿Carlos Daniel? ¿el niño está bien? Aunque conocí al padre de María José y no comentó nada de que el pequeño estuviera mal.

-María José y mi hijo me necesitan- responde sin pausa- al día siguiente de que te marchaste recibimos un anónimo donde nos pedían dinero haciéndose pasar por el cartel.

- ¿Cómo sabes que no es el cartel? –pregunta con curiosidad, esta información puede valer oro- ¿Dónde está el niño?

-Él y María José están a salvo- responde Daniela con alivio sabiendo que nadie conoce el paradero de su familia- y sabemos que no son los de cartel porque los atraparon y no tenían idea de la existencia de Majo y de mi hijo así que ahora el comandante del pueblo se está encargando de encontrar a los responsables para que podamos regresar a la normalidad, paramos todo, solo nos quedamos con los empleados de confianza y el hotel junto con los tours están cerrados.

Amor a la medidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora