Capítulo 1

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-Niña Dany, es hora de levantarse, hoy no me acompañaste en la cocina para hacerle el desayuno a tu papi-la nana María entró en la habitación de Daniela, donde la pequeña brillaba por su ausencia- ¿mi niña? ¿Dónde estás? ¿acaso estas en el baño? –la mujer entra en el cuarto de baño con el que contaba la habitación de la niña para encontrarse con todo en su lugar, situación que comenzó a alarmarla- Daniela esto ya no me está gustando, sal de donde quiera que estés- la mujer se desesperó al no encontrarla ni en el armario o debajo de la cama, al levantarse observó la hoja doblada con la leyenda "papá" con la letra de la niña, la nana tomó la hoja, la abrió, leyó su contenido y salió corriendo hacia la habitación del patrón a quien había mandado dormir un par de horas atrás ya que lo encontró tirado en la alfombra de la sala rodeado de botellas de aguardiente y vidrios de vasos estrellados- ¡patrón! ¡patrón! - la mujer tocaba desesperada la puerta de la habitación que estaba a contra esquina de la de la niña- ¡por favor, despierte! ¡es urgente!

- ¡ya cállate María! – el hombre abre la puerta de su habitación con una pinta terrible- ¿Qué pasa?

- ¡mi niña! ¡mi niña! -la mujer ahora lloraba y las palabras se le atoraban en la garganta por lo que optó por darle la hoja doblada que acababa de encontrar.

- ¿Qué es esto? -menciona tomando la hoja y comienza a leer- Querido papá esta es la letra de Daniela me voy, no me busques, ¿Cómo que se va? ¿Dónde está mi hija? María- el hombre vio como la mujer lloraba y no podía articular palabra, continuó leyendo- ve por mamá, tú y ella merecen ser felices como lo eran antes de que yo llegara. Por Dios, escuchó la discusión que Mafe y yo tuvimos, se dio cuenta de todo No te quiero ver triste, tu menos que nadie mereces estar triste, te amo por sobre todas las cosas, sé feliz por ambos. Dany. María ¿en dónde está Daniela? -tomó de los hombros a la mujer que no dejaba de llorar.

-No esta señor- dijo entre sollozos- mi niña no está, ya la busqué en su habitación y no está, no la he visto en toda la mañana y eso es muy raro en ella- dicho esto el hombre corrió a la habitación de su hija y observó con detenimiento el armario.

-Se llevó su equipo de acampar, seguramente salió hacia la sierra-menciona el hombre saliendo con rumbo a su habitación con María detrás de él- toca la campana de la comida hasta que todos los peones estén aquí, necesitamos a todos buscando a mi hija, no puede estar lejos.

-Claro que si patrón-María salió disparada hacia la planta baja para hacer lo que se le había ordenado y minutos después observaba como los peones que montaban caballos estaban ya en la puerta de la casa.

- ¿Qué pasa María, por qué la urgencia? –Joaquín el capataz es el primero en llegar y preguntar lo que ocurre.

-Pos ¿Quién se murió mujer? –José cuestiona llegando a todo galope.

-Es muy temprano para comer-comenta Edgar.

-Joaquín ve por mi caballo-Germán sale por la puerta con la ropa de montar, su chaleco, fuete y sombrero- ensíllalo lo más rápido posible, es urgente que salgamos a la sierra y los alrededores de los cafetales

-Si patrón-el hombre de confianza de Germán se va rumbo a las caballerizas sin preguntar razones.

-José, Edgar ustedes dos vayan con los peones, díganles que mi hija Daniela se escapó desde anoche de la casa, lleva su equipo para acampar por lo que debió pasar la noche protegida, aun así sabemos que en esta época del año el frío es intenso, gracias a Dios no llovió, solo espero que mi niña esté bien.

-Como ordene patrón-responde José.

-Yo tomaré una cuadrilla para que peinemos la zona de los cafetales-menciona Edgar- cuando acabemos nos lanzamos a la zona este, usted vaya al norte por el camino del río, la niña ama recorrer esa parte patrón, si yo me escapara de mi casa tomaría el camino que conozco.

-Yo tomaré otra cuadrilla para peinar la zona oeste patrón, Edgar tiene razón, vaya al norte a buscarla, seguro allá la encuentra-se quita el radio que llevaba en la bolsa de su chaleco- tome-le lanza el radio al patrón- así nos mantendremos comunicados por cualquier novedad, estamos en el canal uno patrón.

-Gracias José, si la encuentran antes que yo díganle que solo puedo ser feliz con ella a mi lado- el hombre toma camino hacia los establos donde Joaquín venía saliendo con el caballo negro ensillado- gracias Joaquín, pídele a María una playera de Daniela para que los perros la olfateen y suéltalos, trae a tus hombres para peinar la zona del río sierra arriba, yo me iré adelantando.

-Como ordene patrón, lo alcanzamos en corto- el capataz mencionó saliendo rumbo a la casa donde le dio las indicaciones a María, quien minutos después bajaba con varias prendas de la pequeña. Joaquín las tomó corrió junto a los perros y les pidió que buscaran a la niña y como si captaran la urgencia salieron disparados y tras de ellos una cuadrilla de peones que revisaban todo a su paso y gritaban el nombre de Daniela con la esperanza de que apareciera pronto.

Por su parte, la pequeña niña caminaba con su mochila perfectamente empaquetada a cuestas, comía algunos frutos que cortó de los arbustos y caminaba por la orilla del río con dirección al norte. Por un momento sintió la necesidad de tomar agua y al ver que su cantimplora estaba vacía se detuvo, quitó su mochila colocándola en la base de un frondoso árbol y se acercó al río para llenar su cantimplora; sin embargo, no se dio cuenta de que estaba pisando en rocas con moho y al escuchar la voz de su padre gritar su nombre a la distancia perdió el equilibrio y cayó ahogando un grito al tiempo que era arrastrada por la corriente del río.

-Daniela ¿Dónde estás? -gritaba Germán desesperado después de escuchar el grito de su hija, hizo que el caballo cabalgara a máxima potencia hasta que logró ver como su hija luchaba contra la corriente por mantenerse a flote por lo que sin importarle nada cabalgó junto a Sombra dentro del río logrando así atrapar a la pequeña niña- te tengo mi vida, no me sueltes por favor- mencionaba el hombre que rápidamente se vio auxiliado por Joaquín y los perros que ladraban el avistamiento de la niña.

-Encontramos a la niña, cambio, la niña Daniela ya está con el patrón, cambio, alguien avise a María que tenga listo un baño caliente para la niña, llegamos pronto, cambio y fuera-dijo Joaquín a través del radio que llevaba, el de Germán había quedado completamente mojado por lo que no sabían si estaría funcionando.

-Me pegaste un susto enorme mi ratona, no me vuelvas a dejar, tu no me abandones por favor-Germán dijo con su pequeña abrazada a su pecho mientras cabalgaban rumbo a la casa grande.

-Pero mami se fue por mí culpa-la niña dijo con la voz entrecortada y los ojos llorosos- ella tiene razón y soy un monstruo que solo los vino a hacer infelices.

-No digas eso Daniela Calle, escúchame bien y grábalo en tu mente: te amo más que a nada en la vida, eres la mejor hija que pude haber tenido, de volver a nacer pediría volver a ser tu padre y si Mafe no supo apreciarte, yo tengo suficiente amor para darte-en este punto el hombre podía sentir como las lágrimas le surcaban el rostro y sintió como su hija sollozaba abrazada a su pecho diciendo que nunca lo dejaría solo.

Una promesa que se encargaría de cumplir

Amor a la medidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora