Intención. (Parte 3).

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Arrastró a Rin hasta un pequeño cuarto escaleras arriba... Una verdadera bodega en la que no había más que un colchón raído, cajas que olían a insumos de cocina echados a perder y a licor barato.

La tumbó con fuerza y sin consideración sobre el colchón y antes de que pudiera si quiera recobrar el aliento para pensar en salir corriendo, se posó sobre de ella, sujetándola por las canillas de las mano y aprisionando sus piernas con sus rodillas...

-------- Pero que invitada tan exclusiva nos ha traído ese perro. ------ reía Renkotsu mientras jadeaba agitado, no por el cansancio, sino por excitación... ------- Tenno Rin... Ahora sí vas a conocer el infierno. -------- Sonrió ampliamente, pasando entonces a arrastrar su larga y áspera lengua por el cuello de la joven cautiva.

Ella luchaba por sacarse al infelíz de encima y mientras su lengua le recorría la piel, pudo sentir las náuseas arremolinarse en su estómago, aún así, se negaba a suplicar por su vida, se negaba a gritar por ayuda... No estaba dispuesta a darle a nadie ese gusto...

--------- Renkotsu!! ------ llamó una voz masculina que entraba también a la habitación, seguida de pasos, un par de risas y otra voz varonil y ronca que habló:

-------- Vaya!!! Tan pronto es navidad??!!

------- Ya, cierren la boca y vengan a sujetarla!! ------- Exigió Renkotsu a los dos recién llegados. ------- Éste ángel es salvaje.

-------- Justo cómo me gustan. ------- saboreó el primero en llegar a sujetar a la castaña; un hombre que a Rin no le dió más que asco: mucho más bajo que el promedio, de cuerpo muy robusto y, pese a que en un inicio ocultaba su rostro con una mascarilla, cuando se la quitó para permitirle a la chica ver su rostro, parecía el de un hombre mucho mayor, sin embargo, no se trataba de la edad, sino de un rostro tal vez congénita o incidentalmente deformado... El rostro más horrible que Rin hubiese visto...

El otro hombre que la sujetó tampoco era en lo absoluto agraciado y era, por el contrario, mucho más alto que cualquier hombre promedio... Mucho más alto que Sesshomaru... Parecía un gigante...

-------- Más les vale aprovecharla bien cuando sea su turno.------- Hablaba aún jadeante el primero de aquellos tres hermanos, mientras se incorporaba ligeramente, habiendo Logrado la libertad de soltar a su presa, pasando a desabotonar los primeros botones de su camisa y a abrirse el pantalón... ------ Solo la compartiré ésta vez...

El que parecía ser el más viejo de los tres, aquel con la cara deformada, se rió...
A Rin le pareció que, así es como reirían los sapos y de haber estado en otras circunstancias, se habría reído...

------- Qué vas a hacer con ella después??------ cuestionó el mismo hombre.

Renkotsu rió y se pasó la lengua por los labios.

-------- Solo les digo... -------- Volvió a posarse sobre de Rin y la miró a los ojos. -------- que ya encontré mamá para mis bebés.

Los otros dos rieron ampliamente, mientras su hermano pasaba a inclinarse sobre la joven que mantenían cautiva, buscando unir sus labios con los propios...

Fué entonces que la puerta se abrió de golpe y con un gran estruendo.

Los tres hermanos ni siquiera tuvieron tiempo para percatarse de lo que pasaba; Taisho Sesshomaru entró como una bala de cañón, casi derribando la puerta, tomando por las ropas a aquel que permanecía sobre la joven Tenno, derribándolo al suelo de una sola vez.

Rin aprovechó bien la oportunidad y safando uno de sus brazos del agarre del más grande que la sujetaba, volteó para golpear con su puño cerrado, el rostro deformado del otro hermano, logrando así que también la soltara.

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