Enero (Parte 2)

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Después de una resaca que le duró casi tres días, Rin finalmente fue capaz de salir de su habitación y de su casa para retomar su vida de sobriedad; sin embargo, al final de aquella primera semana de Enero, justo el día ocho en el calendario por la mañana, se encontraba nuevamente inclinada en el retrete de su baño, desalojando su estómago de por sí vacío después de haber dormido hasta muy tarde.

------- M... maldición... ----- se quejó con agitación mientras sentía su cabello pegarse a su rostro húmedo y es que Sesshomaru acostumbraba a salir a correr muy temprano en la mañana, por lo que, para su fortuna, no había regresado todavía.

Jaló la cadena y se levantó finalmente, se lavó las manos y ató su cabello en una coleta baja para luego recargar sus manos en el lavabo y mirarse al espejo...

----- Mierda! ---- Se quejó. Y es que si bien le había echado la culpa de todo a la resaca los últimos días, no tardó en percatarse de que todo iba mucho más allá de eso:
Se dió cuenta de que su periodo estaba bastante retrasado y ella solía ser muy regular a menos que estuviera bajo mucha presión.
A ello se sumaron la fatiga constante, un hambre que jamás en su vida había sentido y por si fuese poco, el vestido que había usado para su examen Ceneval de la universidad no era ya la única prenda que había dejado de quedarle.

Podía ser testaruda, pero no era estúpida. Sabía muy bien a dónde conducía ese camino de migajas, pero aún así, se aferraba a su negación...

------ No.------ Negó para sí misma mientras mantenía la vista baja en el lavabo. ----- Tranquila, Rin... Todo está bien. Es solo una falsa alarma... Tranquila... ----- Respiró profundamente intentando serenarse pero era inútil... ------ CARAJO!!! ------ Clamó ahora en un sollozo, golpeando con su mano el mármol del mueble en el que estaba apoyada. Sabía que no importaba ahora cuánto lo negara. Nada iba a cambiar solo porque sí.

Lavó su rostro y cepilló sus dientes justo a tiempo para cuando su madre llamó a su puerta:

------ Rin, mi vida??

La más joven atendió y le abrió la puerta de su recámara a su madre...

------- Buenos días!! ----- Le sonrió Kagura. ------ No piensas desayunar, dormilona?

------- Perdón, mami. Claro que sí, ahora bajo. ----- Asintió disimuladamente.

------- Qué tienes? Estás pálida, Rin. ----- Señaló Kagura con preocupación.

------ Ah, si??... Seguramente es porque tengo hambre. ----- Fingió sonreír la más joven. ------- Pero ahora bajo y se me quita.

------ Muy bien. Te serviré entonces. ------ La mujer Tenno estaba a punto de irse, pero su hija la detuvo para preguntarle:

------- Mamá... Se... Sesshomaru no ha regresado??

------ Oh! Lo siento, nenita pero al parecer Totosai no pudo ir hoy al gimnasio y Sesshomaru tuvo que ir a cubrirlo hace rato.

----- Ya veo...

------- Y... Tu padre dijo que no te presionara pero, los inversionistas de la empresa están ansiosos por comenzar los nuevos proyectos. Sé que es seguramente muy pronto, pero...

------ No, no. Tienen razón. Debo espabilarme y comenzar a trabajar de inmediato. Hay mucho qué hacer.

Kagura sonrió con orgullo.

------ Esa es mi niña! Ahora anda. Desayuna y arréglate para que alcances a tu padre en la oficina central.

A penas terminó de desayunar, corrió de regreso a su recámara para vomitar en su baño sin que su madre se percatara.
Volvió a lavar su rostro y a cepillar sus dientes, decidida a por lo menos por ese día, concentrarse en lo que tenía qué hacer y no pensar en nada más.

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