Cuarto creciente. (Parte 3).

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Ya era bastante bien entrada la madrugada y el muchacho castaño no había dejado de dar vueltas en el apartamento de su amiga, lleno de nerviosismo...

Había sacado de su maletín médico unas ampolletas de vidrio y las había puesto en el refrigerador.
Fué rápidamente al estacionamiento y de su auto, sacó su maleta para el gimnasio, la llevó al departamento, la puso sobre la cama donde yacía el desconocido incosciente y de ella sacó una camisa y un pantalón deportivo limpios, dejándolos ahí mismo, en la cama, para que el extraño pudiese usarlo si llegaba a despertar.

Sacó la ropa mojada del herido del cuarto, la llevó a la pequeña habitación de lavado que estaba junto a la cocina, la metió toda en la secadora y luego volvió a la cocina.
Miró la hora y se llevó los dedos de sus manos a masajear sus sienes... Sentía que el tiempo no pasaba y aún así, ya era muy tarde...

------- Vamos, Rin... En dónde estás?? ----- Suplicaba por la llegada de su amiga en voz alta.

Tal como si sus plegarias hubiesen sido escuchadas, finalmente escuchó el seguro de la puerta desactivarse y la puerta abriese, dando paso entonces a una Rin de aspecto devastado...

------ Rin!!! Que bueno que volviste!! ------ expresó con alivio y felicidad su amigo, poniéndose de pié y llendo a su encuentro.

La joven se quitó los zapatos ahí mismo y los dejó en la entrada, tirados cerca del mueble en dónde estaban todos los demás; se quitó el saco también y lo arrojó al suelo...

------ Hola, Kohaku... ------ Le saludó totalmente desganada, lo que hizo al muchacho notar su terrible semblante...

------- Oye... Estás bien?? Estás muy pálida, Rin, qué te pasó????

------- Es que... Yo... ------ no pudo terminar.
De repente, se llevó la mano a la boca y salió corriendo en dirección al baño de la sala de estar...

------ Rin!!

Kohaku salió corriendo detrás de ella, llegando a arrodillarse a su lado justo al tiempo que ella vaciaba su estómago en el retrete...

------- Ay, Dioses...------ suspiró el joven médico pasando a sujetar la cabellera de su amiga y a acariciar su espalda con suavidad... ------ Tranquila, solo... Deja que salga, Rin...

La tortura terminó para la castaña algunos minutos después.
Kohaku le pasó un vaso con agua y algo de enjuague bucal; bajó la tapa del retrete y luego dejó ir todo mientras se sentaba en el suelo, recargada en la pared...

------ Gracias. ----- le expresó ella a su amigo.

------ De nada... Qué pasó? Bebiste demasiado??

------ No... Ni siquiera tomé un trago. Ya sabes que no me gusta. ----- respondió ella tallándose los ojos, haciendo que su maquillaje terminara de correrse, dándole un aspecto aún peor.

------ Entonces?? Qué pasó?

------- Es que... ------ La joven entornó los ojos y Kohaku pudo ver que estaba al borde del llanto. ----- No tienes idea... No tienes idea de lo horrible que fué... Jamás pensé que vería algo así. ----- lloró al fin.

------ T...te refieres a... Las peleas?

Ella asintió mientras luchaba por secar sus lágrimas.

-------- Fué espantoso, Kohaku, había... Había tanta sangre y... Tantos golpes... Los sujetos perdieron dientes!!! Y la gente se peleaba por recogerlos del piso! Nunca ví tantos vicios justos... Esa gente... La mayoría ni siquiera puede alimentar a sus hijos y despilfarran su dinero en apuestas y alcohol barato... ------ soltó un sollozo. ------ No puedo creer... No puedo creer que mis padres aún sean parte de eso... Por qué??! Qué necesidad hay??!! Pudieron haber dejado eso hacía mucho pero... Ahora incluso son los dueños. No quiero ser parte de eso, Kohaku, enserio que no.

------- Y... Se lo dijiste a tu padre??

------ Claro que no. ------ Se puso de pié y fue directo al lavabo.
Se lavó la cara y la secó con una pequeña toalla... ------- Qué crees que me diría??  Estaría muy decepcionado. ------ Arrojó la toalla a un cesto que estaba debajo del lavabo y salió del baño con su amigo detrás.

------- Pero Rin, entonces... Qué piensas hacer, eh??

La joven se detuvo en el pasillo que llevaba a su habitación, se giró ligeramente y miró al castaño:

--------Se dije que estaba dentro...

------- Qué??!!! Pero... Rin...!!!!

-------- Ya lo sé, Kohaku, pero no tengo otra opción.  Si dejo que ese negocio se vaya a la quiebra, mi padre se decepcionará... Además... Tengo varias ideas...

------ Ideas??

------- Si, bueno... mira, solo imagínate ésto...----- se dió la media vuelta por completo y miró al castaño a los ojos. ------- Obviamente el negocio va mal porque hay demasiada gente de poca monta involucrada. Gente que no aporta más que desorden, apuestas de tres dólares, peleadores mediocres o sin experiencia que solo están ahí para ganarse un plato de comida... Nada ahí genera dinero realmente...

------ Pues claro que no, Rin!! Nadie que tenga dinero de verdad se acercaría a ese lugar...

------- Claro que sí!! Pero solo si le ven un beneficio. Un potencial...

------- No te estoy entendiendo...

----- Ash...------ Entornó ella los ojos. ------ Mira, solo, piénsalo un momento... Si... Si conseguimos peleadores con verdadero potencial, entrenadores buenos pero que solo sean conocidos por tener algún gimnasio en el barrio cercano o cosa similar... Es decir... Gente del mismo barrio con mucho potencial pero pocos recursos... Podríamos atraer a gente que de verdad quiera verlos... Convertir el matadero en un deporte de verdad en donde el nivel sea suficiente para que personas con más dinero puedan pagar su diversión sin tener que ser magnates para verlo en grandes ligas. Y... Quien sabe? A lo mejor la noticia llegue más arriba y las grandes ligas se lleven a algunos de esos chicos... Sería tan beneficioso para la comunidad como para nosotros... No crees??

------ Pues... Me suena a una muy buena idea, pero qué crees que piense tu papá?

Ella se encogió de hombros.

------ No lo sé... Tendré que hablar con él...

Rin se dió media vuelta y entonces abrió la puerta de su recámara...
Suspiró pesado y se recargó en el humbral, mirando al hombre que yacía en su cama...

------- No ha despertado? ----- preguntó con ligera preocupación en su tono de voz.

------- No. Pero lo estuve revisando y parece estar bien... Tal vez solo está débil.

------- No lo sedaste?

------- No. Tuve que refrigerar las anestesias primero, pero no creo que sea necesario, es decir... ------ El chico entró al cuarto y se acercó al hombre incosciente y extendió su mano para tocarlo... ------- Seguramente no despertará sino hasta maña...------ No pudo terminar... Su corazón dió un vuelco tremendo cuando una terriblemente fuerte mano, atrapó su brazo y una fiera mirada color ámbar se clavó en sus incrédulos ojos castaños...

WITH-OUT ME. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora