Rupturas. ( Parte 1) .

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Pasaron algunos días más y pese a que tenía muchas responsabilidades, Rin se sentía más tranquila. Como si todas las dudas que antes la cegaban se hubieran dispersado.
Estaba feliz y concentrada en el trabajo que hacía para la empresa financiera de su padre, recuperó el gusto por su trabajo de voluntaria en el hospital y los días o las horas que tenía libres solía utilizarlas para dormir, salir a comer con Kohaku o ir a la biblioteca a leer libros sobre maternidad y crianza durante horas.

Había días en los que ni siquiera veía a Sesshomaru y las ocasiones en las que sí, intentaba tratarlo lo más normal posible aunque le fuera lo más difícil, ya que no dejaba de pensar en que había muchas posibilidades de que, el ya pasado mes de enero, hubiese sido el último para los dos como lo que habían sido: Uno solo.

------- Sesshomaru, espera... ----- le pedía ella intentando apartarlo con sus brazos mientras él la mantenía sentada en una orilla del cuadrilátero del gimnasio de los peleadores, sujetando sus piernas a su alrededor y llenandola de besos de forma desesperada ... ----- Para... Hoy no...

El Taisho dejó de besarla entonces y se le separó un poco para verla a los ojos...

------ Qué pasa? ---- le preguntó desconcertado y es que no era la primera vez que Rin se negaba a que hicieran el amor, pero las últimas semanas había sido muy recurrente.

------- Nada, solo... Hoy no tengo ganas. Mañana tengo una reunión urgente con nuevos inversionistas para un proyecto en Brasil... Además, ayer lo hicimos...

----- Y? ---- Se rió él ligeramente. ----- Qué tiene que ver ayer?... Qué pasa? Estás molesta por algo?

------ No...

------ Se que últimamente no nos hemos visto mucho...

------ Estamos ocupados, Sesshomaru. Mi padre confía en tí para ésto y haces un excelente trabajo! ----- Le sonrió. ----- Me comentó que ya hay agentes legales interesados en tres peleadores! Felicidades!

------ Sí, bueno... Han trabajando duro. Tal vez viajen con Totosai a América la próxima semana para su exhibición... Con suerte le darán un contrato a por lo menos uno.

------ Ojalá sean los más posibles... Merecen una mejor vida. ----- suspiró y miró con cariño al pelo blanco, acariciando su rostro con gentileza. --- Igual que tú.

------ Gracias, Rin...

La castaña se inclinó y besó los labios del pelo blanco, siendo bien recibida.

----- Oye... ------ habló nuevamente comenzando a separarse de él suavemente. ----- Ya pensaste en qué harás con el dinero de la indemnización???

----- Tsk... En realidad... Es algo de lo que tengo que hablarte.

Rin mostró sorpresa e intriga en su rostro.

----- Ah, si?? Pues... Dime.

----- Todavía no. Antes quiero que un par de cosas se asienten...

----- Y... Cuándo será eso?

------- Espero solo sea una semana más como máximo.

La castaña soltó un suspiro y pensó por un momento... A su cabeza llegó la idea de que, posiblemente, entonces sería también un buen momento para hablarle al Taisho de lo que tenía que hablarle.

----- Bueno... Esperaré entonces.

Un par de días después, precisamente la mañana del catorce de febrero, Rin condujo hacia el fraccionamiento donde ya sabía, vivía la madre de Sesshomaru; se reportó en ls entrada y confirmaron su visita, condujo lentamente por las calles, mirando impresionada lo bello que era ese lugar, ademas de seguramente muy costoso.
Se sintió felíz de que Sesshomaru tuviera la oportunidad y además la voluntad de ayudar a su madre así.

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