WITH-OUT ME.

Negocios. (Parte 1).

Aquella visita la dejó con dolor de cabeza...
No podía creer que aquel hombre hubiese tenido la osadía de presentarse en su casa así...
Era obvio que no estaba precisamente acostumbrado a que le dijeran que no...

Limpió la tetera y las tazas que había usado con el Taisho una vez éste se fué, volvió a sacarse en pantalón deportivo y lo dejó botado en el suelo y regresó al sofá; ésta vez, no prendió la televisión. Simplemente se dispuso a dormir finalmente.

Antes de que sus ojos se cerraran, vió por última vez, la chamarra que había quedado olvidada en su casa por su dueño...

La despertó el sonido de su puerta siendo llamada.
Al principio pensó que estaba soñando, pero a penas despertó, se percató de que era real...

Miró el reloj en su teléfono y se percató de que era la una de la madrugada...

Se levantó pensando que podría ser Kohaku, sin embargo, ni el portero del edificio ni su mismo amigo le habían llamado para informar de la visita, cosa que no solo era extraña sino anaudita...

------- Sí? ----- Respondió en voz baja y tímida no del todo cerca de la puerta, dada la extrañeza de la situación...

------- Soy yo. ------ Respondió una voz que reconoció de inmediato.
Sus ojos se abrieron con sorpresa y luego pasó a abrir la puerta...

------- Qué mierda haces aquí a éstas horas??! ------ Lo reprendió en un susurro, viéndolo nuevamente a los ojos.

------- Te quedaste con algo que me pertenece.----- Sentenció él.

------ No me lo "quedé"... ------ Respondía ella, dándose media vuelta y llendo a su comedor para tomar la chamarra de una de las sillas. ----- La olvidaste----- Volvió a mirar a su visita te inesperado. ------- Por cierto... ------ Bostezaba. ------- Cómo llegaste?? Por qué no me llamaron e recepción?

------- Entré por la ruta de emergencia.-----Explicaba él, tajantemente, mientras tomaba su chamarra en sus manos. Rin pudo notar que llevaba otra puesta, en color negro; así que, ciertamente no era la única que tenía. ------  El sensor de la alarma de seguridad y las cámaras estás deshabilitadas...

La joven alzó una ceja con sorpresa...

------- Cómo sabes eso??

------- Porque por ahí salí. La alarma no sonó y nadie me detuvo. No lo iban a arreglar tan rápido.

------ Ppfff... Vaya... Que suerte la tuya. ------ Bufó la castaña.

------ Bien. Me voy. ----- Se dió media vuelta y se dispuso a.marcharse tan rápido como había llegado.

----- Qué?! Oye, aguarda! ------ Él se detuvo, pero solo la miró por sobre su hombro con el ceño aseverado. ------- Tu padre estuvo aquí... Hace unas horas.

------ Y a mí, qué??

Rin suspiró con pesadez.
Quería volver a dormir pero sabía que aquella era la mejor oportunidad que tendría para expresar lo que había estado hilando en su cabeza desde que había conocido el negocio y también, al peliblanco que tenía en frente...

------- Pues... Creo que me podrías ayudar con algo...

-------- A caso te parece que somos amigos??! Ni siquiera me conoces y además, no me interesa "ayudarte" con nada...

------- Ya cogiste conmigo!!! DOS VECES!!! No somos taaan desconocidos!

-------- Fué solo sexo. No significa que quiera ser tu amigo.

------- No quiero que seas mi amigo!... Necesito que... ------- resopló. ------- Necesito que me ayudes con El negocio.

Aquello pareció llamar la atención del Taisho por un momento; giró un poco más la cabeza y miró a la castaña detrás suyo ya sin tanta severidad.

Rin pensó que lo había logrado, pensó que tendría su atención al fin, sin embargo, lo vió volver a mirar al frente y seguir hacia la puerta mientras concluía:

-------- No me interesa.

Aquella falta de interés en si quiera escucharla, pareció molestar a la joven Tenō...

------- Bien... Si eso es lo que quieres...------- Advirtió ella por lo bajo, pasando a apresurarse hacia la puerta, pasándole al peliblanco casi por debajo, llegando al umbral, cerrando e interponíendose en el paso del forastero, quien la miró con molestia. ------- Escúchame solo un momento y después decides si te interesa o no...

------- Enserio no soportas que alguien no te preste atención, verdad? ------ Gruñó él. ------ Cosa que ciertamente es difícil dado que hablas y preguntas demasiado. ------Se inclinó y poniendo con fuerza una mano en la puerta, acorraló a la más joven, acercándosele peligrosamente, sin embargo, ella ni siquiera se inmutó. Le sostuvo la mirada en todo momento. ------ Eres una mimada.

-------- Sí. Tienes razón... ------ Respondía ella en tono firme, despegando su espalda de la puerta y avanzando lentamente hacia el Taisho, demostrándole que no se sentía intimidada y en consecuencia, quien comenzó a retroceder por inercia, fué él... ------- No soporto que no me escuchen, sobre todo cuando tengo algo importante qué decir; y más aún me molesta cuando son los que más podrían beneficiarse de mis planes los que menos escuchan... así que puedes llamarme como quieras, PERO... ------- Tomó al hombre por sorpresa al pararse de puntillas y sujetarlo de las solapas de la chamarra que llevaba puesta; él dejó caer la que tenía en la mano y sujetó las canillas de las manos de la joven, pero ésta no lo soltó. -------- Ni tú ni yo vamos a negar que solo ha habido una forma en la que nos hemos entendido... ------- lo empujó, tomándolo por sorpresa nuevamente y haciéndolo caer en el sofá... Ni siquiera se dió cuenta cuando llegó hasta la sala. -------- Y créeme que... ------ La castaña se sentó sobre sus piernas sin dudarlo, rodeándolo con las suyas propias y llevando sus brazos a rodearlo por los hombros mientras él la miraba fijamente, lleno de incredulidad, pero también de goce... ------- Si tengo que volver a acostarme contigo para que me prestes atención... ------- El peliblanco posó entonces sus manos sobre las piernas de la mujer, recorriéndolas hacia arriba hasta llegar a sus muslos, notando de inmediato que no llevaba ropa interior, debajo de aquella camiseta blanca. -------- No me importará hacerlo. -------- Se miraron fijamente a los ojos, como si quisieran que el otro sediera y bajara la mirada, pero no sucedió.
Rin se inclinó más sobre de él, acariciando el fino rostro del peliblanco con su respiración y apretándolo entre sus piernas con fuerza, sintiéndolo endurecerse al poco tiempo...

---------- Ya lo hicimos a tu modo... ------- Le susurró al oído con la voz dulce que la caracterizaba, pero ésta vez, había algo más... -------- Ahora es mi turno.