RENACER

Parte 28.

En medio de la agitación del trabajo, Camila estaba elucubrando sobre la situación con su padre. Lo amaba infinitamente pero no podía seguir obviando su incapacidad para aceptarla como lo que era, en años pasados había ignorado comentarios y actitudes que no eran las correctas, pero en aras de la armonía familiar ella había preferido hacer caso omiso.

Había vivido su vida navegando siempre en dirección de la corriente y tenía que aceptar que eso le había dejado crearse una zona de confort en la que creyó ser feliz- Un hecho que la estrelló contra la realidad fue su ruptura con Penny, sin embargo, evitó dramatizar más allá de lo que consideraba normal, porque no estaba en su naturaleza quedarse llorando los infortunios. Pero lo que definitivamente la arrancó de su zona de confort fue el haber perdido sus cosas materiales cuando acaeció el huracán, porque se había ido todo lo que creyó estable y duradero. Ese suceso realmente estresante trastocó completamente su vida, la había dejado en un estado de indefensión y vulnerabilidad, porque en unas pocas horas se había ido todo por lo que había trabajado tan duro, no solo significó perder el sustento sino las metas a mediano y largo plazo. Eso supuso un cambio muy importante en su interior que implicó buscar la fuerza para volver a empezar.

Tenía que admitir que estaba muerta de miedo cuando empacó sus pocas pertenencias y se había cambiado a Boston, pero aparte del miedo la atacó la constante pregunta de si en realidad lo que estaba haciendo era huyendo por la salida más fácil y por lo tanto la más mediocre. Además de que no sabía si iba a ser capaz de crearse una nueva y buena vida lejos de lo que conocía y del amparo de sus padres, como nunca había atravesado circunstancias duras, no tenía una medida de lo que era capaz de soportar, no había tenido que descubrir dentro de sí misma sus fortalezas ocultas, si las había.

Pero todo eso había quedado atrás, ante lo desconocido había mantenido su actitud positiva y optimista, había tomado la opción de trabajar para Gregory como un medio sin perder la brújula, estaba siendo paciente y perseverante, consciente de que era un camino y no la meta, esa no la perdía de vista, sus sueños de emprender y ser independiente seguían estando claros.

Lo mejor de ese proceso durante todos esos meses, fue encontrar nuevos amigos, personas que sin ser conscientes de sus temores y necesidades, le habían ofrecido su amistad como el caso de Nicole, Gregory, Ben y George. Pero lo que definitivamente había sido determinante, había sido poder contar con el apoyo afectivo de su chica, ambas habían descubierto la ciudad, habían compartido miedos y angustias, se habían ofrecido comprensión y compasión, todo dentro del marco del amor que había surgido sin proponérselo.

Y si se trataba de ser honesta, ya no era la misma, Boston la había cambiado, su vida se había transformado en menos de un año, podría decir incluso que era una persona completamente distinta, con muchísimas más herramientas para disfrutar la vida, para enfrentar el mundo laboral, pero sobre todo, para establecer prioridades.

Y dentro de esas prioridades estaba defender su individualidad a toda costa, incluso de su relación con Richard.  Si se trataba de poner las cosas en una real dimensión, él siempre había estado incómodo cuando les habló de su orientación sexual, si bien es cierto que no asumió actitudes de rechazo extremas, sí lo había hecho de manera pasiva, sutil, encubierta y ella lo había excusado, dándole tiempo a digerir la noticia, porque entendía que ella había pasado todo un proceso de autodescubrimiento y de aceptación, por lo tanto sus padres también merecían tener un tiempo para asimilarlo. 

Pero no hubo evolución y aunque sutil, la conducta de su padre fue dañina, por ejemplo, cuando lo escuchó decirle a su madre, que esperaba que siguiera siendo mujer, que no quería que se convirtiera en un figurín masculino. Ella había fingido no escucharlo, pero se había esforzado por comportarse y vestirse de acuerdo a los cánones de lo femenino, para que él no sufriera, y ahora se preguntaba por qué tendría que sufrir su padre si ella seguía el estereotipo.