Parte 43.

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Lauren no supo si fue por la advertencia previa a la salida de la cafetería o porque en esa mujer existía una mínima dosis de decencia, pero su presencia no fue incómoda, al menos no lo suficiente como para alterar los ánimos de la familia.  Se limitó a saludar con cortesía a Camila, a Sasha y Grace, les manifestó su preocupación por la salud de Richard, le mandó saludos y los buenos deseos por su pronta mejoría y se retiró de manera rápida, tal como había llegado.

A diferencia de Lauren, las otras tres mujeres no le dieron mayor relevancia a su visita, toda vez que andaban más pendientes de que les avisaran que ya Richard se encontraba en piso y poder acudir a verlo, cosa que sucedió casi hora y media después. El Doctor les había dicho que el acto quirúrgico no provocaba prácticamente ningún dolor, sin embargo Richard manifestó sentir molestias e incomodidad por la sonda que le habían puesto; pese a eso estaba de buen humor, lo cual fue un calmante instantáneo para las almas atribuladas de su mujer y sus dos hijas.

Los doctores le dieron el alta a los dos días siguientes y después de recibir las indicaciones de los cuidados que debía tener, referente al catéter para drenar la orina y que tendría que llevar al menos dos semanas; también sobre la dieta y el esfuerzo físico; fue conducido a su casa, para el alivio de todos.

_Estuve hablando con mi hermana y acordamos que ella se va a quedar dos semanas aquí. -Le contó Camila a Lauren esa noche cuando estuvieron a solas en la habitación. _Dice que puede hacer algunas cosas de trabajo vía remota, espero que lo demás que no puede atender no sea inconveniente.

_Ya le dije a ella que se tome el tiempo que sea necesario. -Le respondió Lauren de inmediato.

_¿No te está causando ningún perjuicio, mi amor?

A Camila le preocupaba la empresa de Lauren. No solamente su hermana estaba faltando con sus obligaciones laborales, sino también la misma Lauren.

_No te preocupes, bebé. -Le dijo con cariño. _Antes de viajar puse al tanto a Carl de la situación y él está manejando las cosas, además también he estado monitoreando todo desde aquí.

_Quiero regresar a Boston mañana. -Le comentó sintiéndose más tranquila por Lauren, pero inquieta por su café. Aunque ella también había estado monitoreando las labores por video llamadas, estaba muy preocupada porque el negocio se fuera de cabeza.

_¿Crees que sea necesario que contratemos una enfermera para que Grace y Sasha no se sientan agobiadas con los cuidados? -Quiso saber Lauren, quien estaba dispuesta a correr con los gastos con tal de que su chica se fuera tranquila.

Camila soltó una risita nasal y negó con la cabeza, antes de acercarse a ella y pasarle los brazos por el cuello.

_Mi madre primero te cuelga, antes de permitir que una enfermera cuide a mi papo.

Lauren se rio con diversión ante la imagen que llegó a su mente.

_Estaba pensando en una enfermera mayor, con el uniforme de cuello tortuga y hasta los tobillos, no en traerle una bomba sexy.

Camila se le unió a la risa.

_Ni porque sea una monja. -Volvió a advertirle y Lauren se rindió, aun riéndose y recibiendo gustosa los besos que su chica le estaba dando en su rostro.

_Solo quería ayudar. -Se excusó.

_Lo sé y te lo agradezco, mi amor. -Le dijo Camila con dulzura. _Pero en serio, mi madre no lo permitiría.

_No me imaginaba a Grace siendo así de territorial. 

_Mi madre es una fiera, cuando se trata de nosotros tres.

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