009━━i'll never not care about you

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009━━i'll never not care about you

━━━━QUEDAOS AQUÍ —dijo Steve con tranquilidad mientras todos jadeaban agitados

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━━━━QUEDAOS AQUÍ —dijo Steve con tranquilidad mientras todos jadeaban agitados. Nadie se negó y entonces Steve caminó hacia la puerta, pero antes de salir agarró una lámpara de pie y salió al exterior oscuro del instituto.

—Vamos —Dijo Andy levantándose bruscamente de su asiento, y agarró las muletas para salir al pasillo igual que su hermano.

—Ha dicho que nos quedemos —iba a protestar Robin, pero el resto siguió a Andy.

Entonces todos siguieron por detrás a Steve, apuntando con sus linternas, menos Andy que caminaba sujetándose en las muletas.

Se escuchó un estrépito distante de la persona que se encaminaba hacia donde ellos estaban, mientras Steve jadeaba en voz baja caminando lentamente hacia esa dirección, aferrándose con fuerza a la lámpara en sus manos.

Se acercaron unos pasos cada vez más rápidos y más cercanos a ellos, y entonces Steve levantó la lámpara como arma apretando la mandíbula con fuerza y los demás contuvieron la respiración.

Los pasos cada vez estaban más cerca y cuando esa persona giró la esquina...

Todos chillaron.

Steve alzó la lámpara dispuesto a usarla contra esa persona mientras gritaba como un maniaco mientras los demás detrás de él se echaron hacia atrás por la impresión, chillando también.

Las luces apuntaron a la persona que acababa de llegar y que tenían delante, la cual también chillaba de una manera muy peculiar: era un grito muy, muy agudo.

—¡Soy yo!

Todos se quedaron mirándolo completamente pasmados.

—¿Lucas?—Exclamó Nancy sin dar crédito.

—¡Soy yo!

Lucas inspiró y trató de respirar normal después de la maratón que se había marcado por los pasillos.

—¡Me cago en todo, joder! —Gritó Steve con enfado—. ¿De qué vas, Sinclair?

—¡Lo siento! —dijo Lucas cerrando los ojos mientras apoyaba sus manos en las caderas, tratando de calmar su respiración.

—¡Te podría haber matado con la lámpara! —Steve agitó la lámpara que tenía en sus manos.

Entonces Andy y Eddie se dieron cuenta de algo bastante embarazoso: Eddie le había estado abrazando desde que todos se habían puesto a chillar asustados y no se había soltado todavía de ella, hasta que lentamente se miraron el uno al otro con los rostros muy cerca, y después se separaron bruscamente uno del otro con expresiones totalmente incrédulas. 

𝐂𝐀𝐑𝐄𝐋𝐄𝐒𝐒 𝐖𝐇𝐈𝐒𝐏𝐄𝐑, eddie munsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora