━━━𝐂𝐀𝐑𝐄𝐋𝐄𝐒𝐒 𝐖𝐇𝐈𝐒𝐏𝐄𝐑
━━━🧸🎧🍄ANDY HARRINGTON, la hermana pequeña del famoso Steve Harrington, se ve involucrada desde el año 1983 en una aventura algo peligrosa junto a un grupo de edades diferentes que les seguirá durante demasiado t...
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━━━━ME ESTÁS DICIENDO QUE una especie de monstruo te ha intentado matar. —concluyó Eddie totalmente atónito.
Andy sabía que aquello sonaba muy irreal, lo sabía, pero no mentiría para no quedar como una loca. Sabía lo que había visto. Su cuerpo todavía estaba reaccionando a lo que había vivido. Seguía temblando.
Eddie llegó hasta ella, que estaba sentada en la cama de la habitación del chico —por el nerviosismo todavía no le había dado tiempo a procesar que estaba en la caravana de Eddie Munson—, con algodones y un desinfectante. Ella nunca habría llegado a pensar que él sabría hacer algo más que molestar.
—Es lo que he visto. Ha pasado. Sé que no suena creíble pero es lo que ha pasado.
—¿Estás segura de que no te has fumado algo antes de salir en bicicleta? A veces los porros pueden jugarte una mala pasada, ya sabes... tener alucinaciones muy creíbles.
—¡No! —Le interrumpió ella, cansada de que no parara de Inquirir que había sido producto de su imaginación—. Era real. Lo sé.
Eddie simplemente se agachó frente a ella y le preguntó con la mirada si podía proceder a curar la herida de su rodilla, señalándole la sangre en ella. Andy asintió suspirando.
Echó el desinfectante en algodón y en cuanto éste tocó la piel en carne viva, Andy gritó de dolor. Sin poder evitarlo, le dio un manotazo a Eddie porque él era el causante de ese dolor en ese mismo segundo.
—Oye, no puedes darme en la mano si quieres que te ayude.
—Sí, sí, perdón. Ha sido involuntario.
Eddie volvió a colocar el algodón empapado de esa sustancia que le hacía sentir escozor por todas partes y ésta vez Andy simplemente mordió su labio para evitar gritar o mover sus manos como loca. Eddie miró la expresión de la chica mientras se lo curaba y no pudo evitar sonreír divertido.
—Venga ya, esto no es nada. —Dijo mientras pasaba el algodón a lo largo de la herida—. Qué dramática.
—Que te jodan —Dijo ella cerrando los ojos con la voz en un hilo por el dolor.
—A ver, tienes que entretenerte con otra cosa para olvidarte del dolor. Háblame de lo que has visto.
Andy suspiró temblorosamente.
—Ya te he descrito cómo era el monstruo. Era como... como un hombre, pero no tenía cara. Y sus brazos eran larguísimos. Y me quería matar. Lo sabía porque me estaba siguiendo y me enseñó los dientes que tenía. Quería comerme o algo por el estilo.
