014━━s.o.s for love

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━━━━MURRAY APLASTÓ LAS HOJAS CON FUERZA CONTRA LA MESA y señaló un punto exacto del mapa dibujado con bolígrafo de color azul en la hoja

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━━━━MURRAY APLASTÓ LAS HOJAS CON FUERZA CONTRA LA MESA y señaló un punto exacto del mapa dibujado con bolígrafo de color azul en la hoja.

—A ver, esto es lo que Alexei llamaba "el núcleo". El núcleo nos lleva a la cámara de seguridad.

—Vale, ¿dónde está el portal? —Preguntó Hopper.

Andy entonces se percató de que llevaba una camisa hawaiana con un estampado de flores tropical. Era algo cómica, pero en especial porque la llevaba él. Nunca se habría imaginado al sheriff del pueblo vistiendo algo como aquello.

—Justo aquí —Murray señaló el mismo punto—. No sabemos a qué escala está esto, pero creo que está cerca de la cámara de seguridad —desplazó el dedo hacia otro punto—. A unos quince metros o así.

—Más bien ciento cincuenta o así —Erica se unió a la conversación caminando hacia ellos de brazos cruzados.

Murray y Hopper la miraron sorprendidos sin esperarse que la persona que le pudiera corregir a él fuera la persona más pequeña allí presente.

—¿Pensáis entrar ahí como si fuera la Disneylandia comunista o algo así?

Hopper alzó las cejas, sin palabras.

—Perdona. ¿Quién eres? —Preguntó Murray.

—Erica Sinclair. ¿Quién es usted?

—Murray... —Respondió él impresionado—. Bauman.

—Escuche, señor Pelman —replicó ella sin amilanarse con tono confiado y nombrando el apodo de manera despectiva—. No voy a decir cómo hacer esto, pero he estado en ese agujero veinticuatro horas. Y con el debido respeto, si hacéis lo que dice este hombre, la vais a palmar.

Hopper se quedó contemplándola con el ceño fruncido, pero no enfadado o molesto por su actitud, sino sorprendido y atónito.

—Perdonad, ¿por qué me está hablando una niña de cuatro años? —Fue la respuesta de Bauman a todo eso, buscando enfadarla.

—¡Eh, tengo diez años, capullo calvorota!

—¡Erica! —Exclamó Lucas horrorizado.

—¡Sólo son hechos!

—Tiene razón —la defendió, para sorpresa de todos, Dustin—. La palmaríais, pero no tiene por qué. —se acercó a la mesa y acercó su mano al mapa—. Disculpe. ¿Me permite?

𝐂𝐀𝐑𝐄𝐋𝐄𝐒𝐒 𝐖𝐇𝐈𝐒𝐏𝐄𝐑, eddie munsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora